El le¨®n que nunca duerme
Los negocios son el elixir de la vida para Kirk Kerkorian. Y tendr¨¢ su parte de raz¨®n, porque el magnate estadounidense se muestra imparable cuando roza los noventa a?os de edad. En su ¨²ltima maniobra financiera, que realiz¨® a trav¨¦s de la Corporaci¨®n Tracinda, sali¨® en rescate del gigante de la automoci¨®n General Motors (GM), donde controla el 9,9% de su capital. Pero Kerkorian exige a cambio a los gestores de GM que hagan m¨¢s por mejorar la compa?¨ªa, reduciendo a la mitad su dividendo anual, fijando objetivos de rentabilidad y estableciendo un calendario preciso para salir de la crisis.
El nombre de Kerkorian, hijo de inmigrantes armenios, aparece en el puesto n¨²mero 30 del ranking de la revista Forbes de las 400 mayores fortunas en Estados Unidos, con una riqueza acumulada de 5.800 millones de d¨®lares. Le gustan las grandes operaciones financieras. Pero es discreto y es raro verlo en eventos p¨²blicos. Ni si quiera se pasea por los numerosos casinos que posee en Las Vegas, donde empez¨® a construir su imperio en 1967 con la compra del legendario hotel Flamingo.
Kerkorian fue de los pocos hombres de negocios que apostaron por transformar Sin City -ciudad del pecado- en un icono del capitalismo y se le considera como el padre del megaresort. Este antiguo piloto de la Fuerza A¨¦rea brit¨¢nica en la Segunda Guerra Mundial repite la historia 40 a?os despu¨¦s con General Motors. Kerkorian cree en el plan de reflote del gigante de Detroit, a pesar de que GM perdi¨® un 52% de su capital burs¨¢til en 2005 debido a su profunda crisis financiera.
Para poder recuperar parte de las p¨¦rdidas por el desplome burs¨¢til de GM, Kerkorian recurri¨® a una astuta maniobra financiera. Un d¨ªa antes de publicar GM sus resultados, el magnate comunic¨® a las autoridades reguladoras que hab¨ªa adquirido cinco millones de acciones de la compa?¨ªa por un precio de 21,4 d¨®lares por t¨ªtulo, por aproximadamente 107 millones. Un d¨ªa despu¨¦s adquiri¨® otros siete millones de acciones m¨¢s, que le permitieron recuperar el 9,9% del capital que perdi¨® en diciembre de 2005 tras vender 12 millones de acciones.
Wall Street no descarta que el le¨®n que nunca duerme, como le conocen en Las Vegas, se haga con nuevas acciones de GM para reforzar su poder y poner a uno de sus hombres de confianza, Jerome York, en un puesto en su directorio. El mundo de Detroit no le es ajeno. En 1980 se hizo con una parte mayoritaria en el capital de Chrysler. La fusi¨®n en 1998 del tercer grupo automovil¨ªstico estadounidense con el gigante alem¨¢n Daimler le llev¨® a una intensa batalla legal que perdi¨® en abril de 2005.
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