El hombre de los mil ojos

Rafa Guerrero, el asistente m¨¢s famoso del f¨²tbol espa?ol, el hombre de los mil ojos, volvi¨® a protagonizar ayer otra pol¨¦mica. Levant¨® el brazo derecho cuando el ¨¢rbitro ya hab¨ªa concedido el que habr¨ªa sido gol de la victoria del C¨¢diz, en el ¨²ltimo suspiro del encuentro. Guerrero interpret¨® que el autor del tanto, el delantero Medina, se ayudaba de su brazo derecho para marcar con el pecho, tras un centro desde la derecha de Estoyanoff. Los jugadores del C¨¢diz protestaron airadamente la decisi¨®n, pero no hubo marcha atr¨¢s. Otra vez los ojos de ¨¢guila de Guerrero vieron lo que era imposible de ver.

El partido termin¨® en empate. El Villarreal no es ni de lejos el de no hace mucho. Le falta claridad y ha perdido definici¨®n. Se a?oran los goles de Forl¨¢n, el caos ordenado de Sor¨ªn o la concentraci¨®n defensiva. Y Riquelme. Su ausencia amplifica las dudas. Riquelme clarifica. Sin ¨¦l, aparecen las sombras. Los n¨²meros lo dicen todo. En los nueve partidos sin el argentino, el Villarreal no ha vencido. Ayer tampoco lo hizo ante un entusiasmado C¨¢diz. Un momento de relajaci¨®n, de excesiva confianza, puede resultar fat¨ªdico en el f¨²tbol. Eso le ocurri¨® al Villarreal, que encaj¨® un gol antes del primer minuto. El C¨¢diz suele aprovechar los primeros compases de los partidos insuflado por el ¨¢nimo y alegr¨ªa que le proporcionan los aficionados que le acompa?an en sus desplazamientos.

El Villarreal empat¨® por medio del renacido Calleja, que acababa de entrar. El ¨²ltimo cuarto result¨® un canto al juego sin especulaciones. El Villarreal pudo vencer, pero el C¨¢diz palp¨® m¨¢s de cerca la victoria tras la expulsi¨®n de Pe?a. La evit¨® Rafa Guerrero, el linier con m¨¢s ojos del mundo del f¨²tbol.