B¨²nker
El ¨¦xito de Zapatero, convenciendo a CiU para que abjure del Estatuto del 30 de septiembre y acepte dejarlo limpio como una patena (Barcelona bien vale una misa), ha tomado por sorpresa al PP. No s¨®lo son Maragall y Carod quienes se mueren de celos, pues tambi¨¦n Rajoy y los suyos se sienten cornudos y apaleados. De ganar en 2008, s¨®lo podr¨ªan pactar con Artur Mas para poder gobernar. Pero tras el diab¨®lico pacto del 21 de enero eso ya es imposible, con lo que la reelecci¨®n de Zapatero parece garantizada. ?Qui¨¦n es ahora el "bobo"? Es posible que Zapatero se haga el inocente, pero cada vez est¨¢ m¨¢s claro que se trata de un tonto de los que hacen tontear.
De modo que, al ser cogidos con el paso cambiado, a los del PP no les ha quedado m¨¢s remedio que encerrarse en su b¨²nker nacional-cat¨®lico para no verse obligados al bochorno de rectificar, lo que les hubiera hecho quedar en rid¨ªculo. Y eso un caballero espa?ol, como el que alardea encarnar la gente del PP, no lo hace jam¨¢s: Santiago y cierra Espa?a. As¨ª que nihilismo, pol¨ªtica de tierra quemada y llamada a rebato a sus viejos poderes f¨¢cticos: obispos, militares, magistrados, empresarios y padrinos medi¨¢ticos. Una deriva que est¨¢ convirtiendo al PP en una oposici¨®n desleal y un partido antisistema, por utilizar los t¨¦rminos que acu?¨® Linz para explicar la quiebra de la democracia en la Rep¨²blica espa?ola y en la de Weimar.
El ¨²ltimo invento que se le ha ocurrido al b¨²nker ha sido el incre¨ªble refer¨¦ndum que afirma querer urdir. As¨ª demuestra haberse contagiado de los peores vicios del nacionalismo separatista, pues esta ilegal consulta es una copia exacta de la que Ibarretxe amenaza con montar. La misma demagogia plebiscitaria de convocar al pueblo para que hable y la misma duplicidad sem¨¢ntica de enga?ar al pueblo con una pregunta falaz. Como Ibarretxe sabe que el s¨ª a la independencia vasca nunca ganar¨ªa, enmascara la pregunta con un eufemismo al que nadie dir¨ªa que no. Y de igual forma, como Rajoy sabe que el no al Estatuto catal¨¢n nunca ganar¨ªa, invierte la pregunta disfraz¨¢ndola de s¨ª a Espa?a para llevar el agua a su molino. Una doble trampa (o un double bind) que vulnera el criterio de claridad establecido por el Tribunal Supremo de Canad¨¢ para formular las preguntas en los referendos de autodeterminaci¨®n: v¨¦ase el libro La pol¨ªtica de la claridad, del ministro St¨¦phane Dion (Alianza, 2005).
Pero con estos modos y maneras el PP est¨¢ perdiendo la escasa credibilidad que todav¨ªa pudiera quedarle. Y no lo digo s¨®lo por la sucia marruller¨ªa de esta torpe recogida de firmas, que no enga?a ni siquiera a sus firmantes, sino por su empecinamiento en oponerse al nuevo Estatuto aceptado por Mas el 21 de enero, insistiendo en que sigue siendo tan inconstitucional como el del 30 de septiembre, cuando es evidente que lo han emasculado para extirpar su soberanismo hasta dejarlo en una mera reedici¨®n ampliada del acuerdo al que lleg¨® Aznar con Pujol en 1996. Pero este empe?o en manipular la realidad neg¨¢ndose a reconocer la evidencia resulta rid¨ªculo. Pues la mejor prueba de que esto es as¨ª, y de que el nuevo acuerdo invierte el sentido del Estatuto, es que Carod se niega a aceptarlo.
?C¨®mo entender que ahora coincida el PP con la independentista ERC en su rechazo al nuevo acuerdo? ?Acaso no se da cuenta de que esa coincidencia entre los extremos es lo que mejor puede legitimar tanto al Estatut como al propio ZP, pues demuestra que ha sido capaz de llegar a un arreglo equilibrado sin hacer concesiones ante las amenazas de ninguno de ambos bandos? Lo peor es que esto lo sabe tambi¨¦n el PP, pero ni lo quiere reconocer ni puede hacer nada por evitarlo, pues sabe que todo est¨¢ ya consumado. De ah¨ª que se encierre en su b¨²nker: de perdidos, al r¨ªo. Pues magnificando con tremendismo su propio fracaso pol¨ªtico, el PP espera al menos perjudicar tambi¨¦n la credibilidad de su adversario Zapatero, evitando en lo posible que se apunte el tanto del ¨¦xito alcanzado.
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