Terminal 4
Este domingo tuve la mala suerte de inaugurar la terminal 4 (T-4) de Barajas para recoger a un amigo. Como le¨ª que pod¨ªa haber "algo" de confusi¨®n, sal¨ª de mi casa con el doble de tiempo necesario para llegar a la antigua terminal.
Nada m¨¢s dejar la A-2, en direcci¨®n al aeropuerto, segu¨ª unos carteles que indicaban "T-4" y acab¨¦ en el peaje de una nueva autopista de pago que, curiosamente, est¨¢ entre el primer cartel y la dichosa terminal. Tuve que pagar la cantidad de 1,55 euros por unos dos kil¨®metros. Despu¨¦s de pagarla (no solamente la cantidad del peaje, sino tambi¨¦n con el pobre cobrador, que no ten¨ªa culpa de nada), llegu¨¦ a otra barrera, de un aparcamiento, en la que, obligatoriamente, tuve que sacar otra tarjeta. Pregunt¨¦ a unos empleados de seguridad privada (no hab¨ªa otros), que, amablemente, me indicaron por d¨®nde pod¨ªa ir a recoger a mi amigo.
Me desped¨ª la primera vez creyendo que no los volver¨ªa a ver, pero despu¨¦s de seguir otras indicaciones de otros empleados de seguridad privada, y de dar varias vueltas, volv¨ª al mismo sitio. Y, as¨ª, hasta cuatro veces (tengo cuatro tarjetas). Me indicaron varios trayectos distintos, y todos me llevaron al mismo sitio: a la entrada del aparcamiento.
Siguiendo las distintas indicaciones pase¨¦ en coche durante unos treinta kil¨®metros. Atraves¨¦ los s¨®tanos en obras de la dichosa terminal, la rode¨¦ varias veces, la contempl¨¦ desde varias orientaciones y alturas e, incluso, conoc¨ª un hangar de reparaci¨®n de aviones, adonde me dirigi¨® un avispado empleado. En este hangar, un guardia civil, al que ped¨ª informaci¨®n, me dijo que estaba en una zona prohibida, sin que encontrara explicaci¨®n a c¨®mo hab¨ªa podido yo saltarme los controles de seguridad. Como ya estaba un poco harto, le dije que me detuviera, si eso me pod¨ªa situar en alg¨²n sitio conocido; pero, no s¨¦ por qu¨¦, me indic¨® otro trayecto que, ?sabe usted, se?or director, ad¨®nde llevaba?: al aparcamiento de mis amores.
Despu¨¦s de hora y media dando vueltas, encontr¨¦ a mi amigo, que tambi¨¦n llevaba hora y media metido en la desorganizaci¨®n interior de la T-4. Todav¨ªa no hemos podido convencernos, el uno al otro, de d¨®nde hab¨ªa m¨¢s caos, si fuera o dentro de la T-4.
Tengo el dudoso placer de haber hecho la reclamaci¨®n n¨²mero dos de ese famoso 'vuelo inaugural'. Han dejado en tierra a 10 personas, entre las que me incluyo, con la excusa de que no hab¨ªamos llegado 45minutos antes del embarque. Compr¨¦ los billetes el 28 de enero y el jueves d¨ªa 2 de febrero me llamaron de Iberia para decirme que el vuelo de las 5.50 se adelantaba a las 5.30 y que con estar all¨ª 30 minutos antes era suficiente. He llegado con mi mujer y mi hija a facturaci¨®n 40 minutos antes, pero no ha habido manera de embarcar. 'No les dar¨¢ tiempo a llegar a la puerta de embarque porque est¨¢ muy lejos', es lo que la persona que me ha atendido me ha comentado, y que 'perd¨ªa los billetes', mientras yo mismo ve¨ªa pasar por el control policial a los ¨²ltimos pasajeros que s¨ª han disfrutado del viaje. Despu¨¦s de ponerme serio nos han colocado para el siguiente vuelo, el de las ocho, que ha salido con 30 minutos de retraso por problemas que el comandante del avi¨®n ha achacado a AENA y no a Iberia. Las dos personas que han hecho la reclamaci¨®n n¨²mero uno s¨ª que hab¨ªan llegado antes de los 45 minutos previos a embarque, pero tambi¨¦n los han dejado en tierra, al igual que otro grupo de cinco personas llegadas justo despu¨¦s de nosotros, a los que tampoco quer¨ªan dar billete para la siguiente salida hacia Barcelona. Tenemos la sensaci¨®n de que no quer¨ªan dejar de ser el primer vuelo, en competencia con Vueling, aun a costa de dejar pasajeros en tierra. Ya veremos qu¨¦ resuelven ante nuestra queja formalizada en sus hojas de reclamaciones. No nos han dispensado la menor atenci¨®n por el incidente. Todo por la nota de prensa, pero al cliente, que le zurzan. Una tomadura de pelo.- Aniceto L¨®pez. Barcelona.
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