La Audiencia ordena prisi¨®n para el testigo que evit¨® el asesinato de un fiscal
El reo amenaza con suicidarse si le obligan a ingresar en la c¨¢rcel
El testigo protegido que evit¨® el asesinato del fiscal Antidroga Javier Zaragoza, cuya clave es 33-R, explic¨® ayer a este peri¨®dico que no piensa volver a prisi¨®n. "Si me obligan, me quitar¨¦ la vida", advirti¨®. La Audiencia Nacional acababa de informarle de que deber¨¢ ingresar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en la prisi¨®n de Soto del Real para cumplir una condena de cuatro a?os de c¨¢rcel por un delito de introducci¨®n de dinero falso en Espa?a.
El testigo 33-R: "No pienso ir a la c¨¢rcel. Para que me maten all¨ª, me mato yo antes"
"No pienso ir a prisi¨®n; all¨ª esa gente me matar¨ªa, y para que me maten as¨ª, en una c¨¢rcel, me mato yo antes", a?adi¨® el testigo 33-R. Seg¨²n este testigo, de nacionalidad ecuatoriana, las personas que le quieren matar las conoce y son del entorno del abogado Pablo Vioque, quien se halla preso en la actualidad por narcotr¨¢fico. Algunas de esas personas le contrataron en nombre de Vioque para que matase a Zaragoza, el fiscal que impuls¨® la investigaci¨®n contra el abogado. Deb¨ªa cometer el asesinato en "los primeros d¨ªas de 2003". El testigo 33-R, en vez de matar al fiscal, destap¨® la trama ante la Guardia Civil, y su declaraci¨®n en el juicio permiti¨® condenar al abogado a siete a?os de c¨¢rcel por conspiraci¨®n para el asesinato.
"He sido un imb¨¦cil", se lamentaba el testigo 33-R. "Al principio, todos, Guardia Civil, jueces y fiscales me prometieron que si colaboraba con ellos para esclarecer la trama no ir¨ªa a la c¨¢rcel. Pero a la hora de la verdad, todos han desaparecido, y ahora me dejan a expensas de personas muy peligrosas que saben que les delat¨¦ y colabor¨¦ con la Guardia Civil", a?adi¨®.
"Cuando me pidieron que colaborase con ellos para recabar pruebas contra Vioque, acept¨¦ y me jugu¨¦ la vida. A cambio, s¨®lo ped¨ª que me dejasen trabajar tranquilo en Espa?a y poder traerme aqu¨ª a mi padre y a mi hijo, pero ni siquiera esto he logrado".
"Los dos guardias civiles con los que colabor¨¦ en la investigaci¨®n", agrega, "han ascendido en este tiempo, mientras yo he tenido que estar escondido, y ahora, para colmo, tendr¨¦ que ir a la c¨¢rcel", comenta.
El testigo fue condenado el a?o pasado a cuatro a?os de c¨¢rcel por traer d¨®lares falsos a Espa?a. Tras el juicio, el tribunal le suspendi¨® la ejecuci¨®n de la pena a la espera de que el Gobierno resolviese la petici¨®n de indulto que el testigo iba a formular. Pero el Gobierno le deneg¨® hace unos d¨ªas la medida de gracia, lo que ha precipitado su orden judicial de ingreso en prisi¨®n.
Fuentes del Ministerio de Justicia admiten que cuando se estudi¨® el indulto de este testigo, ignoraban la labor que hab¨ªa desarrollado con la Guardia Civil para evitar el asesinato del fiscal antidroga. "En el escrito en el que demanda el indulto s¨®lo explica de forma muy somera la labor de cooperaci¨®n que desarroll¨®", se?alaron las mismas fuentes. ?stas, no obstante, precisaron en su descargo que tanto el fiscal como el tribunal hab¨ªan informado en contra del indulto; e insinuaron que si el testigo volv¨ªa a solicitar la condonaci¨®n de su pena previsiblemente le ser¨ªa otorgada.
El fiscal que investig¨® este caso, Pedro Mart¨ªnez, teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, elev¨® un escrito al fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, quej¨¢ndose de la denegaci¨®n del indulto.
Acompa?ado de su abogado, Juan de Justo, el testigo 33-R se present¨® ayer en la Audiencia Nacional (el tribunal le hab¨ªa citado) y recibi¨® la noticia de que deb¨ªa ingresar en la prisi¨®n de Soto del Real el pr¨®ximo mi¨¦rcoles d¨ªa 15.
Su abogado pidi¨® al tribunal que le suspendiese de nuevo la condena mientras se tramita la segunda petici¨®n de indulto, presentada el pasado s¨¢bado. Tras recibir la orden de encarcelamiento, el testigo se derrumb¨®.
El fiscal del caso Vioque abunda en la necesidad de velar por los testigos protegidos, "una de las armas m¨¢s eficaces para combatir la actual mara?a de mafias criminales que nos invaden". Asegura que muchos testigos protegidos "se hallan desamparados" y que es necesario un cambio normativo que garantice su seguridad y les proporcione medios de supervivencia mientras est¨¢n ocultos. "Y, por supuesto, hay que cumplir lo que se les prometa", destaca.
El ministro de Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, se ha puesto en contacto con Mart¨ªnez para hablar de este asunto y le admiti¨® que se hab¨ªa producido un fallo. ?ste le indic¨® que lo que hab¨ªa fallado era el sistema. Seg¨²n coment¨®, el ministro le dijo: "Tomo nota". Mart¨ªnez opina que debe habilitarse un organismo que coordine y ayude a este tipo de testigos.
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