Olvidados, desnudos y decentes
La ¨²ltima entrega de Tesis, un programa de Canal 2 Andaluc¨ªa que merece un horario menos rebuscado, ofreci¨® esta semana dos piezas de gran inter¨¦s. La primera se llamaba Los campos del olvido y estaba construida sobre el testimonio de Ramiro Santiesteban, un republicano espa?ol que estuvo en Mathausen y que cont¨® que, cuando lleg¨® la hora de la liberaci¨®n de aquel campo de exterminio, los republicanos espa?oles tuvieron que enfrentarse a la dur¨ªsima realidad de que el gobierno espa?ol no quer¨ªa saber nada de ellos; es m¨¢s, descubrieron que Espa?a sab¨ªa perfectamente lo que en Mathausen estaban haciendo con ellos y que nadie hizo nada por impedirlo o aliviarlo. Fueron los ¨²ltimos en salir del campo, y s¨®lo los franceses se hicieron cargo de ellos. Este hombre tiene hoy un rostro en el que es f¨¢cil reconocer la firmeza del deseo de sobrevivir, pero tambi¨¦n la sombra de una deuda irreparable.
A m¨ª me llama la atenci¨®n la juventud de los dos historiadores, Benito Bermejo y Sandra Checa, que nos transmiten esa historia. Tambi¨¦n es muy joven el protagonista de la otra pieza a la que me refer¨ªa: un muchacho norteamericano, estudiante que se ganaba la vida de cocinero en Florida, que tiene que ir a la guerra de Irak y decide volverse. Su padre hab¨ªa sido piloto en Vietnam. Cuenta que en la invasi¨®n de Irak no hubo resistencia y que lo que aprendi¨® all¨ª es la lecci¨®n que Hanna Arendt dej¨® bien explicada: la banalizaci¨®n de la vida humana, lo f¨¢cil que es matar. Dice este hombre cosas que revelan ingenuidad, como que la guerra de Irak fue un error (?cu¨¢l no lo es?), pero nos deja una intuici¨®n que vale la pena meditar: la guerra es surrealista. Acab¨® abandonando los marines.
Gente joven, otra vez. Esta entrega de Tesis acab¨® con un peque?o servicio acerca de especies animales en extinci¨®n. Al final, en mi interior se abre paso un pensamiento negro: hay gente joven que ve el mundo desde una perspectiva cr¨ªtica condenada a una condici¨®n minoritaria que los sit¨²a ya, implacablemente, en el limbo del olvido del presente, gente que ya est¨¢ viviendo algo del desvalimiento de esos cuerpos desnudos que ilustraban la informaci¨®n sobre Ramiro Santiesteban. Porque la desnudez es una condici¨®n del testimonio. Y porque ser gente decente significa hoy ser capaces de vestir la desnudez de las v¨ªctimas y decirla en la cara de los nuevos amos del mundo.
Y ahora, otro asunto. En la emisi¨®n del lunes pasado del programa Bienaventurados, el bailar¨ªn Antonio Canales est¨¢ contestando a las preguntas de un cuestionario r¨¢pido. Antes se hab¨ªa hablado de lo mucho que pueden llegar a sufrir los pies de un bailar¨ªn. Y por eso raz¨®n Canales, que se hab¨ªa quitado las botas, ten¨ªa uno de los pies encima de la mesa. La actriz que hace de callista de Mar¨ªa Jim¨¦nez, conductora del programa, aprovecha para pintarle las u?as de los pies, y cuando le llega a ella su turno en el cuestionario r¨¢pido, la pregunta que le hace a Canales es: "?t¨² cu¨¢ndo te lavas las manos, antes o despu¨¦s de mear?". Hagan el favor de echarle un vistazo a esto, se?ores, aunque s¨®lo sea una vez. Lo tienen f¨¢cil, porque desde esta semana el programa de Mar¨ªa Jim¨¦nez dura el doble que en las dos primeras entregas: dos horas de televisi¨®n p¨²blica andaluza.
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