El drama de los detalles

Ya es mucha la obra de la narradora norteamericana Willa Cather (1873-1947) traducida en Espa?a. Alba ha publicado cuatro libros: su obra maestra, Mi ?ntonia, la que la precedi¨® cronol¨®gicamente, Pioneros, y dos excepcionales novelas cortas, Mi enemigo mortal y Una dama extraviada. Por su parte, C¨¢tedra public¨® la muy notable La muerte llama al arzobispo y Pre-Textos, El canto de la alondra. Ahora, de nuevo Alba la emprende con un volumen que recoge todas sus colecciones de cuentos tal y como fueron publicadas en forma de libros. El primero es de 1905 y el ¨²ltimo, p¨®stumo, de 1948.

En sus cuentos, lo mismo que en su obra novel¨ªstica, se manifiestan con toda claridad los temas fundamentales de su creaci¨®n literaria. El primero de ellos, la vida de los pioneros norteamericanos, los pioneros venidos de Europa para poblar las tierras del nuevo mundo y, m¨¢s en concreto, las duras tierras de Nebraska. Narra el esp¨ªritu y coraje de los inmigrantes suecos, bohemios, rusos, alemanes... que ella conoci¨® de ni?a, al trasladarse precisamente de su Virginia natal a Nebraska y que tan bien cuenta en Mi ?ntonia. El segundo de los temas es el de la p¨¦rdida: de seres queridos, de la vida pasada, de las esperanzas juveniles... En este asunto hay que tener en cuenta una cualidad suya extraordinaria y es que nunca cuenta desde la nostalgia, la cual siempre cae en un reblandecimiento de lo dram¨¢tico, sino desde la conciencia, y por eso sus textos acerca de la p¨¦rdida poseen serenidad, fuerza y un hondo dramatismo que los llena de vida. El tercero de los temas es la confrontaci¨®n entre la ciudad y el campo, muy propio de la conflictiva ¨¦poca del industrialismo, pero no es una retratista de este ¨²ltimo sino, en todo caso, de la mentalidad y costumbres derivadas del mismo entre la gente de ciudad, que suele aparecer vista como gente atrapada en un engranaje; es la vieja confrontaci¨®n entre naturaleza y artificio y la ciudad es un completo artificio: "En el campo, si uno ten¨ªa un vecino miserable, pod¨ªas alejarte de sus tierras y obligarle a ¨¦l a que no pisara las tuyas, pero en la ciudad toda la obscenidad, miseria y brutalidad de tus vecinos formaban parte de tu vida", dice una v¨ªctima del Londres de principios de siglo.

Como puede verse, todos

ellos son asuntos trascendentales en la vida de los seres humanos y Willa Cather los aborda con un vigor creativo y un genio que motiv¨® la admiraci¨®n rendida de escritores como William Faulkner y Truman Capote. El mundo estadounidense de finales del XIX y primer tercio del XX est¨¢ contado con una maestr¨ªa que tiene sus bazas literarias, ante todo, en la creaci¨®n de personajes, pero esos personajes son tan importantes como el trabajo de recreaci¨®n de espacios y atm¨®sferas que los caracterizan. Por lo general, Willa Cather parte de an¨¦cdotas sencillas, nada espectaculares, y tiende a desarrollarlas pausadamente. No es la espectacularidad o el morbo de la historia lo que prende en el lector sino su capacidad de extraer la intriga de los personajes y su ambiente y para ello necesita componerlos al detalle.

Hay cuentos de rara intensidad como 'El caso de Paul', un relato perfecto sobre la adolescencia en el que se puede apreciar c¨®mo va tensando los detalles dentro de un modo tranquilo de narraci¨®n hasta alcanzar esa rara y soberbia intensidad. Hay otros en los que coloca su maestr¨ªa dejando prever hacia d¨®nde se dirige el cuento para que el lector se relaje y no pierda detalle, por ejemplo, en 'Un concierto de Wagner'. Hay espacios dram¨¢ticos asombrosamente narrados, como la recepci¨®n del cad¨¢ver del escultor en la estaci¨®n de tren de su peque?o pueblo natal en 'El funeral del escultor'; en este mismo relato, como en algunos otros, dibuja tambi¨¦n con toda energ¨ªa y convicci¨®n la suciedad de fondo de las almas mezquinas y miserables. Hay historias de amor que cuentan el enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, entre rutina y vitalidad o, como en 'Una muerte en el desierto', el relato de un amor cruzado; hay espl¨¦ndidos retratos acerca del peso del pasado, como sucede en 'La anciana belleza', otro que es la respuesta a una vida indeseada u otros sobre la independencia personal, esa lucha por ser independiente que es otro asunto que se repite a menudo en su obra, sin duda debido al car¨¢cter, fortaleza y lucha personal de Willa Cather por ser una mujer sin complejos en una sociedad netamente masculinista, lo que consigui¨® plenamente y con el mayor arrojo. Hay un precioso cuento sobre los sue?os, las esperanzas y las ilusiones perdidas de la juventud, lleno de sabidur¨ªa y sencillez, una mirada desde la madurez ('El farall¨®n encantado'); hay una lecci¨®n de c¨®mo escribir una historia realmente emotiva sin caer en el sentimentalismo en 'El vecino Rosicky'...

En fin, que Willa Cather, una de las grandes narradoras norteamericanas, da en este libro cuenta de su evoluci¨®n como escritora; de los primeros textos a los ¨²ltimos puede verse con claridad (y emoci¨®n) el progreso de una escritora fuera de serie, el paso de la juventud creadora a la madurez art¨ªstica. Sab¨ªa lo que quer¨ªa escribir, ten¨ªa una concepci¨®n noble y profunda de la vida y supo c¨®mo hacerlo. Todo eso est¨¢ en este libro.