"El problema del club no es su filosof¨ªa"
Javier Clemente (Barakaldo, 1950) se enfrenta a un desaf¨ªo opuesto al que le convirti¨® en un h¨¦roe del Athletic. Despu¨¦s de una breve y prometedora carrera como jugador, quebrada por una lesi¨®n cuando s¨®lo ten¨ªa 20 a?os, comenz¨® a dirigir al equipo en 1981. En la temporada siguiente, el Athletic gan¨® la Liga, ¨¦xito que repiti¨® un a?o despu¨¦s. Sustituto de Jos¨¦ Luis Mendilibar, destituido en pleno derrumbe del equipo, Clemente es consciente de la realidad: el Athletic est¨¢ en el peor momento de su historia. Nunca ha descendido, pero la posibilidad est¨¢ cada vez m¨¢s cercana.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha cambiado de su primera ¨¦poca en el Athletic al actual?
Respuesta. La diferencia est¨¢ en el entorno social. El mayor cambio lo aprecio en la juventud. Los problemas del Athletic no radican en su filosof¨ªa, ni tampoco en el estilo. Esencialmente hemos sido un equipo de fuerza, agresivo, casi siempre con dos o tres jugadores muy t¨¦cnicos. As¨ª era el Athletic que conoc¨ª de ni?o, en el que jugu¨¦ y al que dirig¨ª. No s¨¦ como decirlo: quiz¨¢ se trata de algo relacionado con la educaci¨®n, de la manera que tienen los j¨®venes de ver la vida y sus obligaciones. Es todo m¨¢s light.
"Sarabia viv¨ªa a tope el f¨²tbol y ten¨ªa una gran clase; es el jugador de m¨¢s calidad del equipo en los ¨²ltimos 30 a?os"
"Si bajamos a Segunda, bajamos. Eso no me va a hacer cambiar de opini¨®n sobre el modelo del Athletic"
P. ?Hay una falta de compromiso de los jugadores con el club?
R. No. Entregan el alma en cada partido. La diferencia es que antes el Athletic era un mito para nosotros. No hab¨ªa nada m¨¢s grande en este mundo que jugar en el Athletic. Defender esa camiseta representaba tal orgullo que supon¨ªa una ventaja en los buenos y en los malos tiempos, que tambi¨¦n los hab¨ªa. Los jugadores defend¨ªan una manera de comportarse, unos h¨¢bitos, una historia. Pero el f¨²tbol se ha transformado en otra cosa: contratos multimillonarios, fama, muchas cosas que interfieren. No puedo reprochar nada a jugadores de 25 a?os. Representan a su tiempo. Ahora bien, el Athletic deber¨ªa tratar de recuperar los valores que le hac¨ªan fuerte.
P. ?Es posible en estos d¨ªas?
R. Tiene que serlo, porque si no el futuro ser¨¢ muy complicado. La transformaci¨®n se debe producir en Lezama, y no tanto por los aspectos t¨¦cnicos. M¨¢s o menos, siempre hay jugadores con buena t¨¦cnica, aqu¨ª y en todos los equipos. El Athletic no tiene un mal equipo, pero eso no significa nada. No se trata de que seas bueno. En Primera Divisi¨®n tienes que ser mejor: mejor que el rival de la pr¨®xima jornada, y el de la siguiente. Tienes que saber competir en todos los aspectos.
P. ?Es distinta ahora la relaci¨®n que mantienen con el f¨²tbol?
R. No se puede generalizar y no tengo queja de ellos. Algunas cosas s¨ª me sorprenden ahora. Por ejemplo, hablan poco entre ellos. En mi primera etapa, los jugadores manten¨ªan la uni¨®n m¨¢s all¨¢ de los partidos y de los entrenamientos. Eran un grupo en todos los aspectos. Ahora hay una dispersi¨®n mayor. Quiero conseguir m¨¢s cohesi¨®n, m¨¢s comunicaci¨®n. En este equipo eso es muy importante.
P. El cambio tambi¨¦n afecta a la atenci¨®n medi¨¢tica en el f¨²tbol.
R. S¨ª. Puedo encontrarme con 25 periodistas despu¨¦s de un entrenamiento. Hay c¨¢maras, micr¨®fonos. Cuando comenc¨¦ esta etapa dirig¨ª un entrenamiento sin reparar en ello. Solt¨¦ alg¨²n taco, las cosas normales de un momento de tensi¨®n. Por la noche, vi por televisi¨®n las im¨¢genes del entrenamiento y me sent¨ª fatal. Fue lamentable. Se me o¨ªan los tacos. 'Esto no puede ser', me dije. As¨ª que tengo que reprimirme algunas veces. El f¨²tbol casi no tiene intimidad. Todo se ve y se escucha. La diferencia es muy grande, hasta en los ¨ªdolos. Se crean ¨ªdolos que no lo merecen.
P. ?Le queda energ¨ªa para enfrentarse a este desaf¨ªo?
R. Por supuesto. Me encanta el f¨²tbol. Y me encanta hablar a los chavales, hablar con Orbaiz, Gurpegui o Iraola. Ense?ar a los m¨¢s j¨®venes, a Da?obeitia, Llorente... Quiero mostrarles mis experiencias en el f¨²tbol y trasladar, sobre todo a los nuevos, lo que significa el Athletic.
P. ?C¨®mo les ve en el vestuario?
R. Es un equipo tierno, un poco ingenuo, temeroso por lo que sucede. Se les han creado dudas.
P. ?Qu¨¦ dos jugadores del Athletic campe¨®n elegir¨ªa para este equipo en crisis?
R. Me quedar¨ªa con Liceranzu y Sarabia. Liceranzu era un jugador sin miedo, capaz de afrontar situaciones sin descomponerse. Sarabia viv¨ªa a tope el f¨²tbol y ten¨ªa una clase extraordinaria, el jugador de m¨¢s calidad que ha dado el Athletic en los ¨²ltimos 30 a?os. A?adir¨ªa a otro futbolista fundamental: De Andr¨¦s.
P. Lleg¨® para apagar fuegos en muchos sentidos, pero el drama contin¨²a.
R. Tengo asumido que no soy el entrenador que eligi¨® el club para comenzar la Liga. Me han llamado porque tengo el culo pelado en el f¨²tbol, porque llevo 25 a?os en esto y porque el Athletic es el equipo de mi vida. He llegado aqu¨ª sin poner ninguna exigencia.
P. ?Se siente arropado?
R. En la calle, s¨ª, desde luego. Nuestra afici¨®n es maravillosa, la mejor del mundo. Si frente al Madrid estamos a la altura de la hinchada, seguro que podremos ganar. Lo cierto es que en San Mam¨¦s hemos jugado bastante bien, a pesar de las derrotas frente al Madrid en la Copa y ante el Deportivo. En ambos partidos fuimos mejores que ellos.
P. ?Qu¨¦ necesita el Athletic para superar el Madrid?
R. Que el equipo juegue suelto. Si jugamos a r¨¢fagas, lo tendremos mal.
P. ?Qu¨¦ le dice la goleada que sufri¨® el Madrid en Zaragoza?
R. No me dice nada. Como mucho, que al Madrid le puedes vencer, pero s¨®lo puedes hacerlo si no juegan, si no se sienten c¨®modos, si el partido no es el que quieren. Si est¨¢ c¨®modo, el Madrid tiene tanta calidad que te gana.
P. ?Por qu¨¦ el Athletic suele ofrecer tan mala imagen fuera de San Mam¨¦s?
R. Porque es un equipo que juega a no perder. Se esfuerza extraordinariamente para dificultar la vida al rival, para quitarle la pelota, pero no da el paso siguiente: jugar para vencer. Quitamos la pelota y ah¨ª nos paramos. La entregamos inmediatamente para volver a la fase anterior.
P. ?Es por falta de confianza, por ingenuidad o simplemente no hay buenos jugadores?
R. Hay falta de picard¨ªa. Eso tampoco se aprende con 25 a?os. Se aprende en el barrio haciendo travesuras, aprendiendo a hacer peque?as trampas para buscarte la vida. Aprendiendo a competir para imponer tus condiciones o para esconder tus debilidades.
P. ?Qu¨¦ modificar¨ªa en el Athletic?
R. No soy partidario de los equipos filiales. Si no est¨¢n en las primeras posiciones de la clasificaci¨®n, los jugadores se acomodan, pierden ¨ªmpetu para competir y adem¨¢s se quejan. Quieren llegar al primer equipo sin sufrir. Tampoco me gusta cierto estilo de superioridad que a veces percibo en Lezama. Hay una frase que odio: como ese jugador tenemos cinco en Lezama. Pues no. Hay que ver a todos, probar a los chicos, porque el f¨²tbol es muy complejo. Chavales que parecen poca cosa, mejoran luego o son grandes competidores, o generan un esp¨ªritu optimista.
P. El Athletic juega con jugadores de su entorno m¨¢s cercano en el f¨²tbol global de hoy ?Es partidario de un cambio en la vieja filosof¨ªa del club?
R. Si siento el Athletic, es este Athletic. Si bajamos a Segunda, se baja. Eso no me va a cambiar de opini¨®n. Casi todo el mundo ha descendido en Espa?a y en otros pa¨ªses. Creo que el Athletic tiene que cambiar de estructura. El Athletic ha empezado a bajar de nivel cuando el f¨²tbol vizca¨ªno ha bajado de calidad. Ya no hay equipos en Segunda A, como antes. Hay m¨¢s equipos en las categor¨ªas regionales. M¨¢s jugadores, por lo tanto. La cantidad ha limitado la calidad. Es un f¨²tbol menos selectivo.
P. Dirigi¨® al Athletic con 31 a?os, gan¨® su primera Liga con 33. Ha sido seleccionador. Ahora regresa en un periodo dram¨¢tico del Athletic. ?C¨®mo le afectar¨ªa el descenso del Athletic?
R. Me afectar¨ªa terriblemente en el plano personal, porque soy hincha del Athletic. Profesionalmente me dar¨ªa igual, aunque s¨¦ que estas cosas te jubilan. En lugar de terminar mi carrera con 62 o 63 a?os, lo tendr¨ªa que hacer con 56 o 57.
P. ?Y c¨®mo quedar¨ªa su famoso ego?
R. Lo ¨²nico que me afecta al ego es no entrenar. ?Sabe lo que significa para m¨ª poder ense?ar cosas a Llorente o Amorebieta? Es lo ¨²nico que me preocupa.
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