El dopaje vuelve a golpear
Un especialista de trineos, primer expulsado, y 12 esquiadores de fondo suspendidos
Los XX Juegos de Invierno se abrieron anoche con una brillante ceremonia, pero nuevamente con la sombra del dopaje pendiendo sobre todas las cabezas. Incluso golpeando ya como el martillo que empez¨® usando el m¨²ltiple campe¨®n de las anillas en gimnasia, Yuri Cecchi. Los problemas de seguridad, las protestas de grupos anti-globalizaci¨®n por la llegada de Laura Bush, la esposa del presidente de Estados Unidos, quedaron ya ayer en segundo plano en cuanto subi¨® el morbo del dopaje. Ya hay un expulsado de los Juegos y 12 esquiadores de fondo est¨¢n en cuarentena como sospechosos. El esc¨¢ndalo de Salt Lake City 2002, con el espa?ol Johann Muehlegg como primer protagonista de los siete implicados, o el de Atenas 2004, con los griegos Costas Kenteris y Ekaterina Thanou, lleva camino de repetirse.
El estadounidense Zach Lund, que era l¨ªder mundial de skeleton -trineo con el participante tumbado boca abajo- estaba ya en los Juegos esperando que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) le absolviera del control positivo que dio en noviembre. Pero le castig¨® con un a?o de suspensi¨®n por el uso de la finasterida, un enmascarador de anabolizantes contenido en un producto llamado Propecia, para la calvicie. Lund dice que lo usaba desde 1999 y admite su error. El TAS no le ha castigado por dos a?os al considerar su buena fe. Lund se incluye en una epidemia de afectados por el mismo producto. Desde el tenista argentino Mariano Hood, hasta ayer mismo el portero de hockey Jos¨¦ Theodore, pasando por Sebasti¨¢n Gattuso, un modesto especialista del bob de M¨®naco, en el que ya no competir¨¢ en estos Juegos el pr¨ªncipe Alberto por razones obvias.
Un total de 12 fondistas, 10 hombres y dos mujeres, ocho la noche del jueves y cuatro m¨¢s ayer, fueron suspendidos cinco d¨ªas sin poder competir, con lo que se perder¨¢n ma?ana los primeros 15 kil¨®metros femeninos y los 30 masculinos. Todos tienen unos valores de hemoglobina -la prote¨ªna que transporta el ox¨ªgeno en los gl¨®bulos rojos- superiores al m¨¢ximo permitido, 16 g/dl en mujeres y 17 g/dl en hombres. Entre la docena, s¨®lo hay una esquiadora de ¨¦lite, la alemana Evi Sachenbacher, campeona ol¨ªmpica con el relevo de 4 x 5 kil¨®metros en 2002.
Esta decisi¨®n no equivale a sanci¨®n pues se dan casos en que la hemoglobina sube hasta esos niveles tras una larga estancia en altitud o por problemas de deshidrataci¨®n. Se prohibe competir al atleta "por su salud", pues hacerlo con esa sangre tan engordada le acarrear¨ªa riesgos vasculares. Pero es un aviso de que puede haber dopaje con EPO. Por ello, en todos los casos continuaron los an¨¢lisis.
El m¨¦dico del equipo germano, Ernst Jacob, rechaz¨® cualquier culpabilidad de Sachenbacher y adujo que Evi tiene habitualmente valores sangu¨ªneos altos. El presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Alem¨¢n, Klaus Steinbach, ha reaccionado indignado por la tardanza de tres d¨ªas en saber si hay dopaje, lo que mancha la reputaci¨®n de la atleta y de la delegaci¨®n, y ha apelado al Tribunal de Arbitraje para que pueda competir ma?ana.
El resto de sospechosos son dos estadounidenses, Kikkan Randall y Leif Zimmermann, dos bielorrusos, Sergey Dalidovich y Aleksandr Lazutin, dos rusos, Nikolai Pankratov y Pavel Korosteliev, una rusa, Natalia Matveeva, un canadiense, Sean Crooks, un croata, Alen Abramovic, un franc¨¦s, Jean Marc Gaillard y, sorprendentemente, hasta el et¨ªope Robel Teklemariam, ex¨®tico debutante ol¨ªmpico invernal y sonriente abanderado ayer como ¨²nico representante de su pa¨ªs. Pero su adaptaci¨®n natural a la altitud tal vez explique con m¨¢s l¨®gica sus elevados valores hem¨¢ticos.
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