Lo que esta crisis exige de Europa
Las manifestaciones de protesta y las acciones violentas que se est¨¢n produciendo en todo el mundo musulm¨¢n como reacci¨®n a las caricaturas del profeta Mahoma publicadas en un peri¨®dico dan¨¦s revelan una crisis mucho m¨¢s profunda, que va m¨¢s all¨¢ del asunto que ha servido de excusa. Si bien est¨¢ habiendo incidentes en todas partes, desde Indonesia hasta Yibuti y desde Kabul hasta Londres, los disturbios alcanzan mayores extremos all¨ª donde los factores de tensi¨®n ya estaban al rojo vivo: Palestina tras la victoria de Ham¨¢s, Siria y L¨ªbanoen un momento en el que aumentan las presiones internacionales sobre el r¨¦gimen de Damasco, o Ir¨¢n, donde la cuesti¨®n nuclear se ha convertido en una gran manzana de la discordia entre Teher¨¢n y los pa¨ªses occidentales.
Voces de Oriente Pr¨®ximo creen que las causas del deterioro de la imagen del islam son las decapitaciones de rehenes en directo y los atentados suicidas
La 'fatua' de Jomeini estaba dirigida contra Rushdie, sus editores y sus traductores, mientras que el caso actual convierte a los daneses en culpables
El deterioro de la situaci¨®n es resultado de la mala gesti¨®n del presidente Bush y sus aliados en el proceso de "guerra contra el terror" y "democratizaci¨®n", derivada en un resentimiento antioccidental totalmente vol¨¢til; la chispa de las caricaturas ha hecho que saltaran las llamas, y a partir de ah¨ª se ha desencadenado un incendio de dimensiones mundiales. Los problemas de Irak y Palestina han afianzado en una oposici¨®n radical, alimentada por el islam, a quienes se niegan a que su destino lo determine la fuerza de las armas estadounidenses o israel¨ªes.
Despu¨¦s del 11 de septiembre, Al Qaeda, con su sangrienta y espectacular provocaci¨®n, aument¨® su aislamiento entre las masas a las que pretend¨ªa movilizar. Cinco a?os m¨¢s tarde, convertidos en punta de lanza de la "resistencia iraqu¨ª", los ac¨®litos de Bin Laden han logrado -a trav¨¦s de las im¨¢genes que transmiten por sat¨¦lite Al Yazira y otras cadenas- popularizar su concepci¨®n de una yihad violenta y leg¨ªtima. Da igual que las principales v¨ªctimas del terrorismo sean los chi¨ªes iraqu¨ªes: los telespectadores del mundo ¨¢rabe, en general, lo consideran una forma de resistencia a la ocupaci¨®n extranjera. El fracaso de Estados Unidos en la batalla de los medios, en este caso, corre paralela a la quimera de que los chi¨ªes iraqu¨ªes ganados para la democracia tras la eliminaci¨®n de Sadam iban a ser un factor de liberalizaci¨®n del pa¨ªs vecino, el Ir¨¢n chi¨ª, y ayudar¨ªan a preparar la ca¨ªda del r¨¦gimen de los mul¨¢s. Todo lo contrario: Teher¨¢n se apresur¨® a sacar partido del atolladero estadounidense en Irak, utiliza sus propias redes chi¨ªes en dicho pa¨ªs para hacer m¨¢s fr¨¢gil la base que sostiene al Gobierno respaldado por Washington y utiliza la situaci¨®n como arma de negociaci¨®n en el asunto nuclear.
En este ¨²ltimo aspecto, Europa, que ha desempe?ado un papel muy importante a la hora de remitir el problema al Consejo de Seguridad de la ONU -despu¨¦s de que fracasara su mediaci¨®n con Ir¨¢n-, se ha presentado ante los ojos del mundo como una fuerza moral ante las amenazas planetarias procedentes de un Estado imposible de controlar. Pero ahora, de repente, se encuentra en una situaci¨®n delicada, porque el caso de las caricaturas la ha colocado en el banquillo de los acusados: en los medios ¨¢rabes se ha dicho que la publicaci¨®n de los dibujos era una infamia moral. ?C¨®mo va a erigirse el Viejo Continente en juez o ¨¢rbitro si, al mismo tiempo, insulta al profeta?, se preguntan los medios de comunicaci¨®n.
La oportunidad de Teher¨¢n
Es una oportunidad extraordinaria para Teher¨¢n, donde la violaci¨®n de la Embajada danesa ha recordado la toma de otra embajada, la de EE UU, en oto?o de 1979. Al lanzarse de manera desmesurada a la defensa del islam ofendido y pretender dirigir el mundo musulm¨¢n, los l¨ªderes iran¨ªes siguen los pasos de Jomeini, que con la fatua que conden¨® a muerte a Salman Rushdie el 14 de febrero de 1989 trat¨® de salvar la imagen de su r¨¦gimen, da?ada por el armisticio que se hab¨ªa visto obligado a firmar tras la guerra Ir¨¢n-Irak y por el ¨¦xito de la yihad afgana -apoyada por sus enemigos, las monarqu¨ªas ¨¢rabes sun¨ªes y Estados Unidos-, plasmado en la retirada del Ej¨¦rcito Rojo de Kabul, el 15 de febrero.
En Damasco y Beirut, el saqueo y el incendio de los edificios diplom¨¢ticos daneses responde a una l¨®gica parecida: despu¨¦s de que se les haya se?alado con el dedo en relaci¨®n con el asesinato de Rafiq Hariri, Siria y sus aliados locales no tienen m¨¢s remedio que empujar a las masas a atacar, a trav¨¦s de Dinamarca, a Europa y Occidente, en nombre de los valores universales de la moral y la religi¨®n; para tratar de recuperar su imagen en la comunidad de los creyentes, propugnan vengar el ultraje con el fuego purificador.
El caso palestino es todav¨ªa m¨¢s flagrante: las dudas expresadas en Europa -principal proveedor de fondos- sobre la continuidad de la ayuda si Ham¨¢s no renuncia al objetivo de destruir Israel y a los atentados suicidas han desembocado, con el caso de las caricaturas, en el asalto a los locales de la UE (¨²nica presencia de Dinamarca all¨ª) en Gaza. En el mundo ¨¢rabe, la victoria de Ham¨¢s se ha recibido como un triunfo del rechazo a la pol¨ªtica de Sharon para erradicar a la Autoridad Palestina. Mahmud Abbas parec¨ªa mudo ante Israel, y los electores han escogido el grito de Ham¨¢s. Parad¨®jicamente, la retirada unilateral por los israel¨ªes en Gaza no benefici¨® a Abbas -que no hab¨ªa podido negociar nada-, mientras que Ham¨¢s sac¨® provecho de ella al presentarla como la consecuencia de las victorias de su yihad, incluidos los atentados.
En esta situaci¨®n concreta, cuando los palestinos todav¨ªa no han formado nuevo Gobierno y la Autoridad, minada por la corrupci¨®n, parece al borde de la bancarrota fiscal, llega el asunto dan¨¦s para avivar la llama. Quemar la bandera y la efigie del primer ministro de Dinamarca es rechazar a someterse a los criterios morales y pol¨ªticos que exige Europa para que contin¨²e la ayuda, negarle el derecho a juzgar tras unas elecciones desarrolladas con arreglo a los procedimientos democr¨¢ticos apadrinados por Estados Unidos. Las caricaturas han servido de catalizador de un desaf¨ªo que las sobrepasa.
A trav¨¦s de estos ejemplos puede verse c¨®mo una situaci¨®n profundamente deteriorada -con Irak y Palestina como s¨ªmbolos de la impotencia pol¨ªtica ante la fuerza militar estadounidense, en un caso, e israel¨ª, en el otro, mientras que Ir¨¢n ha entrado en una l¨®gica de enfrentamientos- est¨¢ a merced de un incidente provocador que permite a los actores pol¨ªticos promover la escalada para hacer prevalecer sus intereses concretos.
El asunto de las caricaturas, m¨¢s all¨¢ de las manipulaciones de las que pueda ser objeto, ha puesto a¨²n m¨¢s de relieve la cuesti¨®n del islam en Europa, al plantear interrogantes sobre aspectos fundamentales del derecho, como ocurri¨® en el caso Rushdie. Existe el sentimiento de que se trata de aquel mismo conflicto entre la libertad de expresi¨®n y el castigo al blasfemo. Pero las cosas han cambiado: la prensa ¨¢rabe habla estos d¨ªas de la presencia de m¨¢s de 15 millones de musulmanes en la UE. Unas poblaciones a las que se presenta como una comunidad de fieles amenazados en su fe, lo cual justifica la intervenci¨®n salvadora de sus correligionarios en todo el mundo. ?ste es el meollo de la batalla de Europa: ?ser¨¢n las poblaciones europeas de origen musulm¨¢n el vector de la democratizaci¨®n de sus pa¨ªses de origen, gracias al ejemplo de su integraci¨®n y su prosperidad en unas sociedades liberales y pluralistas, o, por el contrario, acabar¨¢n siendo rehenes de quienes se empe?an en convertirlas en un caballo de Troya que agudice los antagonismos religiosos y, de esa forma, desestabilice Europa? He ah¨ª uno de los principales desaf¨ªos pol¨ªticos que se ocultan tras la agitaci¨®n actual.
Boicoteo a Europa
La fatua de Jomeini estaba dirigida contra Rushdie, sus editores y sus traductores, mientras que el caso actual convierte a los daneses -y a los europeos en general- en culpables de una infamia que se supone que han sufrido todos los musulmanes. Esta aberrante incriminaci¨®n se traduce en el llamamiento al boicoteo de los productos daneses -la prensa ¨¢rabe est¨¢ llena de anuncios que afirman que tal cadena de supermercados, tal farmacia o tal l¨ªnea de productos est¨¢ exenta de mercanc¨ªas o componentes procedentes de Dinamarca-, y otros exigen el boicoteo a todo comercio con Europa. Esta l¨®gica de sacrificio que utiliza el arma econ¨®mica, en un momento en el que los precios del petr¨®leo est¨¢n tan altos y el mercado tan tenso, evoca el embargo petrolero (al que los dirigentes iran¨ªes se han referido de forma expl¨ªcita) durante la guerra de octubre de 1973, que oblig¨® a Israel a interrumpir su contraofensiva militar en la ruta de El Cairo y castig¨® a los consumidores occidentales, sobre todo a los europeos.
Ahora bien, las manifestaciones de arrepentimiento que se exigen al Gobierno dan¨¦s -que no servir¨ªan de nada, puesto que en el mundo musulm¨¢n no existe una autoridad capaz de poner fin a la escalada- contribuyen a agudizar en Europa la exasperaci¨®n frente al chantaje de los fan¨¢ticos, y a alimentar actitudes de rechazo respecto a las poblaciones de origen musulm¨¢n. En Oriente Pr¨®ximo, en medio del tumulto y la furia, se dejan o¨ªr algunas voces razonables que, si bien critican la publicaci¨®n de las caricaturas que -al representar al profeta como un terrorista- ofenden a todos los creyentes que le consideran la encarnaci¨®n suprema de las virtudes isl¨¢micas, destacan que el deterioro de la imagen del islam tiene como principales causas los atentados suicidas y las decapitaciones de rehenes en directo, actos cometidos en nombre de la yihad y el islam por los Zarqaui y compa?¨ªa, y dicen tambi¨¦n que son los musulmanes del mundo entero quienes deben desembarazarse del terrorismo que anida en sus filas para evitar que puedan caricaturizarlos en ese sentido. Pero a estas voces les resulta dif¨ªcil hacerse o¨ªr entre la indignaci¨®n de las muchedumbres, las manipulaciones de los Gobiernos y la demagogia de los medios de comunicaci¨®n. Tiene que ser la Europa democr¨¢tica la que les d¨¦ aliento y les otorgue el lugar que les corresponde. ?se es el precio necesario para que vuelva el di¨¢logo.
Traducci¨®n de M. L. Rodr¨ªguez Tapia.


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