Vald¨¦s vuelve a dar carrete al Valencia

Una vuelta despu¨¦s V¨ªctor Vald¨¦s patin¨® de nuevo y Ca?izares se reivindic¨® otra vez. Por uno y otro, la Liga ha cobrado un pulso inesperado hace apenas unas semanas: el Bar?a tiene motivos para estar inquieto y el Valencia -a seis puntos- y el Madrid -a siete- tienen razones para creer en una aventura que les resultaba himalayesca. En Mestalla, Vald¨¦s, como ya hiciera en el Camp Nou y ante el mismo rival (Villa), cometi¨® una pifia tremenda y el pichichi espa?ol no fall¨®. Luego, el equipo de Quique S¨¢nchez Flores baj¨® la persiana, sembr¨® de minas el partido y se encomend¨® a Ca?izares, otro penitente del duelo del Camp Nou. Pero ayer, en el ¨²nico resquicio que encontr¨® el grupo de Frank Rijkaard, el veterano guardameta valencianista acert¨® a desviar un remate a bocajarro de Larsson.

De una jugada a otra apenas hubo f¨²tbol. El Valencia exhibi¨® su toque m¨¢s culturista y el Bar?a se sinti¨® m¨¢s hu¨¦rfano que nunca. Sin Xavi y Deco como costureros y Ronaldinho y Messi como pu?ales, el equipo se vio a la intemperie, sin m¨¢s argumentos que el sudor, muy significativo en el caso de Eto'o, que jug¨® a mil por hora por toda la pradera. A su alrededor, puro barbecho, con Iniesta y Van Bommel a la cabeza del naufragio, incapaces de dar geometr¨ªa a su equipo. Sin rumbo, el Bar?a sum¨® su segunda derrota consecutiva, lo que no suced¨ªa desde los primeros tiempos de Rijkaard en el banquillo. Con los dos trompicones, Valencia y Madrid se meten de lleno en la pelea. Sobre todo los de Mestalla, con menos distracciones que madridistas y barcelonistas, enredados en la Liga de Campeones.

Al margen del gran duelo de Mestalla, cuatro semanas le han bastado a Pepe Murcia para lograr m¨¢s de la mitad de los puntos (12) logrados por Carlos Bianchi en 18 jornadas (20). Cuesti¨®n de credo o capricho de los jugadores, lo cierto es que el Atl¨¦tico ha cobrado impulso y est¨¢ ya a dos victorias de los puestos de la Copa de la UEFA. Frente a la Real (1-0), en un partido muy trabado, con cerca de medio centenar de faltas entre unos y otros, no jug¨® bien, y tuvo que esperar a que Kezman, muy cerca del final, acertara ante Riesgo.