El Consejo de Europa censura el deterioro de las c¨¢rceles francesas
La situaci¨®n de alg¨²n penal "roza los l¨ªmites de la dignidad humana", seg¨²n Gil-Robles
Celdas superpobladas, detenidos durmiendo en el suelo en las comisar¨ªas, presos a los que no se permite comunicarse con la familia. ?stas son las condiciones en las que, seg¨²n el Consejo de Europa, viven los presos de Francia. La organizaci¨®n con sede en Estrasburgo, que tiene previsto publicar hoy un duro informe sobre el estado de los derechos humanos en Francia, considera que este pa¨ªs tiene muchas asignaturas pendientes en este terreno, y que existe "una distancia -a veces grande- entre la ley y su cumplimiento".
En el exhaustivo informe -178 p¨¢ginas-, al que ha tenido acceso este diario, el comisario para los derechos humanos, ?lvaro Gil-Robles, denuncia las condiciones de hacinamiento en las que viven algunos prisioneros y la falta de recursos para el correcto funcionamiento de las c¨¢rceles. El comisario cita las prisiones de Les Baumettes y La Sant¨¦, dos de las siete en las que estuvo durante los 15 d¨ªas que dur¨® su visita a Francia el pasado septiembre. Las condiciones en Les Baumettes, en Marsella, "rozan los l¨ªmites de la dignidad humana", seg¨²n el informe.
Otro de los centros, el de Fleury-M¨¦rogis, contaba con 3.390 internos en el momento de la visita, frente a los 3.160 permitidos. Seg¨²n datos estad¨ªsticos de noviembre de 2005, que aparecen reflejados en el informe, la media de ocupaci¨®n de las c¨¢rceles francesas asciende al 113,5%. El texto indica, no obstante, que la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s complicada de lo que sugieren las cifras. Condiciones higi¨¦nicas lamentables, duchas insuficientes y precios desorbitados por el acceso a la televisi¨®n -hasta ocho euros a la semana para los presos- son otras de las denuncias que realiza la organizaci¨®n intergubernamental, encargada de velar por los derechos humanos en Europa.
Gil-Robles, quien en el documento asegura que durante su estancia en Francia obtuvo la "plena cooperaci¨®n de las autoridades francesas", estima que la superpoblaci¨®n en las prisiones menoscaba cualquier pol¨ªtica de reinserci¨®n, principio fundamental del derecho penal.
Las comisar¨ªas de polic¨ªa -el comisario visit¨® cinco de ellas- tampoco salen mucho mejor paradas en el documento, que habla de condiciones "deplorables" en algunos de estos centros, donde los detenidos duermen tirados en el suelo, sin disponer siquiera de un colch¨®n.
El informe del Consejo de Europa habla adem¨¢s de la duraci¨®n excesiva del internamiento de algunos detenidos en los centros de corta estancia y se cita el caso de un reo que llevaba encerrado 16 meses en uno de estos recintos. Seg¨²n el relato del prisionero, en ese tiempo no pudo contactar con su familia, que viv¨ªa en el extranjero, ya que no se le permiti¨® utilizar el tel¨¦fono. "El problema es al parecer muy com¨²n", se asegura en el texto.
La precaria salud mental de los detenidos es otra de las cuestiones que preocupa al comisario de derechos humanos, que destaca el elevado n¨²mero de enfermos mentales entre la poblaci¨®n carcelaria y el abultado n¨²mero de presos que se suicida: hasta 115 presos en 2004, la mayor¨ªa durante los seis primeros meses de encierro y la mitad estando a¨²n pendientes de juicio.
En el cap¨ªtulo policial, el texto, basado en visitas a comisar¨ªas previas a los disturbios en los barrios perif¨¦ricos en Francia, cita casos de violencia en las que estaban implicados polic¨ªas del suburbio parisiense de Saint-Denis. Junto a esta comisar¨ªa, el Consejo de Europa denuncia "el elevado n¨²mero de casos de brutalidad policial y de violencia que se producen dentro y en los alrededores de Par¨ªs". Las denuncias relacionadas con la brutalidad policial se incrementaron un 34% entre 2003 y 2004.
El informe se ocupa adem¨¢s del trato que reciben los extranjeros que llegan a los aeropuertos franceses y del trato en los centros de tr¨¢nsito. La falta de int¨¦rpretes y las traducciones err¨®neas de algunos documentos oficiales son algunas de las trabas detectadas por el comisario de derechos humanos, que adem¨¢s denuncia las precarias condiciones en las que se aloja a algunos demandantes de asilo.
Las viviendas que proporciona el Gobierno franc¨¦s "pueden incluso resultar peligrosas", dice el texto, que hace referencia al incendio del hotel Par¨ªs Opera el pasado abril, y que acab¨® con la vida de al menos 245 personas, la mayor¨ªa inmigrantes africanos.
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