Olimpiadas blancas digitales

Los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno se celebran en Tur¨ªn (Italia) y en la Play Station 2, la Xbox y el PC. 2K Sports, el sello deportivo de los responsables de Grand Theft Auto, posee la licencia exclusiva para sacar provecho del tir¨®n de este acontecimiento deportivo.

En un a?o en el que la competencia de juegos de nieve es inusualmente baja -pr¨¢cticamente s¨®lo Ski Racing 2006 y Winter Challenge-, Torino 2006 aporta algo de variedad a los descensos en snowboard. Se representan nueve disciplinas que se dividen en 15 pruebas, que son esqu¨ª n¨®rdico, eslalon, descenso, patinaje de velocidad, saltos, descenso con trineo, bobsleigh, combinada n¨®rdica y el biatl¨®n.

La mec¨¢nica de juego es una evoluci¨®n de los primeros t¨ªtulos dedicados a la representaci¨®n de las disciplinas ol¨ªmpicas. Los m¨¢s veteranos recordar¨¢n el fren¨¦tico, pero r¨ªtmico, aporreo de los jugadores de la m¨¢quina recreativa Hyper Sports de Konami, en la que, para que el atleta avanzara tomando velocidad, hab¨ªa que pulsar alternativamente dos botones lo m¨¢s r¨¢pidamente posible.

En el t¨ªtulo de 2K Sports hay que seguir un ritmo y un orden, pero mucho m¨¢s pausado. Para entenderlo: en el salto de trampol¨ªn, todo lo que hay que hacer es compensar la p¨¦rdida de equilibrio con la palanca de control movi¨¦ndola hacia la izquierda o la derecha durante la fase de descenso. A continuaci¨®n, hay que acertar con el bot¨®n el mejor momento para realizar el salto y, finalmente, hay que volver a controlar el vuelo con la palanca para evitar caer de espaldas. Todo muy t¨¦cnico, muy disciplinado, pero a la larga se convierte en algo insulso.

El disco permite participar en las pruebas una a una o mediante la inscripci¨®n en los Juegos completos. De una u otra forma, como m¨¢s provecho se le saca es compitiendo contra amigos. Hasta cuatro jugadores pueden rivalizar por ver qui¨¦n consigue los mejores tiempos. Acceder a las disciplinas individualmente concede la posibilidad de entrenarse hasta que se entiende la mec¨¢nica, ya que cada deporte supone sus propios movimientos.

Quiz¨¢ las pruebas mejor conseguidas, en cuanto a emoci¨®n, son el bobsleigh y el descenso en trineo. Consiste en bajar por un tobog¨¢n como el de los parques acu¨¢ticos, pero fabricado ¨ªntegramente con hielo. Hay que conseguir imprimir la mayor velocidad a los atletas, pero trazando bien las curvas. Lo que empieza siendo una carrerita a 50 kil¨®metros por hora alcanza al final los 120, y a fe que el juego los representa porque el entorno pasa ante los ojos a velocidad de v¨¦rtigo.

A excepci¨®n de las texturas de los pol¨ªgonos, especialmente la de la nieve, la puesta en escena no es relevante. En muchas pruebas dir¨ªase, por la escasez de p¨²blico, que se trata de un torneo regional m¨¢s que de unos Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno. El sonido tampoco ayuda a hacer creer que se est¨¢ en un evento multitudinario. A veces s¨®lo se oye el silbido del viento, y cuando se supone que el p¨²blico enloquece la cosa se reduce a unos repetitivos gritos.

Soportar cada vez la ceremonia de entrega de medallas, la imposibilidad de una segunda oportunidad en competici¨®n oficial y la pesadez de algunas disciplinas, como el biatl¨®n, lastran la diversi¨®n. Torino 2006 no pasar¨¢ a la historia como un t¨ªtulo de referencia en deportes de invierno.