Cuando el amor se acaba
Lo m¨¢s parecido a un h¨¦roe es un aventurero y la vida de Romain Gary (seud¨®nimo del jud¨ªo lituano Roman Kazew, Vilna, 1914-Par¨ªs, 1980), escritor en franc¨¦s (y en ingl¨¦s), est¨¢ repleta de aventuras, pues fue de triunfo en triunfo hasta el suicidio final, de la que este libro da una de las primeras razones. El t¨ªtulo aparece cambiado en castellano. Se trata de la decimos¨¦ptima novela publicada por Gary, casi al final de su vida, en 1975, bajo un t¨ªtulo tomado de un cartel del metro de Par¨ªs: "M¨¢s all¨¢ de este l¨ªmite, su billete deja de ser v¨¢lido" (au-del¨¤ de cette limite, votre ticket n'est plus valable), cuyo tema, escabroso y con cierto aroma a esc¨¢ndalo es el del agotamiento de la capacidad sexual del hombre, lo que se identifica pura y simplemente con la del amor, un tema claramente autobiogr¨¢fico.
PR?XIMA ESTACI?N: FINAL DE TRAYECTO
Romain Gary
Traducci¨®n de Cristina Cubr¨ªa y David Villanueva
Demipage. Madrid, 2005
260 p¨¢ginas. 16 euros
En efecto, Gary hab¨ªa triunfado en todas las aventuras que hab¨ªa emprendido; exiliado en Francia, tras haber combatido contra el nazismo en Polonia, se hizo aviador y se uni¨® muy temprano al general De Gaulle y public¨® su primera novela en 1945, alcanzando un buen ¨¦xito con Una educaci¨®n europea. Pronto consigui¨® el Premio Goncourt con su quinta novela, Las ra¨ªces del cielo, imponi¨¦ndose definitivamente con la s¨¦ptima, La promesa del alba, dedicada a la memoria de su madre.
Tras el fracaso de su uni¨®n
con Jean Seberg, Gary se enfrent¨® a una supercher¨ªa m¨¢s, pues se invent¨® a un autor a trav¨¦s de un seud¨®nimo, Emile Ajar, le atribuy¨® cuatro novelas que tuvieron un ¨¦xito creciente, y con la segunda, La vida por delante, gan¨® el Premio Goncourt otra vez (el primer caso de la historia) y fue publicada el mismo a?o que esta que estoy comentando, en 1975. No contento con esto, condujo a un sobrino suyo a encarnar a un supuesto Emile Ajar y pasearlo por los medios para defender su imaginaria representaci¨®n. Lo de Jean Seberg fue m¨¢s tr¨¢gico. Gary la conoci¨® cuando era una jovenc¨ªsima estrella descubierta en la Juana de Arco de Otto Preminger. Ten¨ªa 16 a?os y ¨¦l ya era c¨®nsul general de Francia en Los ?ngeles. Ella estaba casada, pero se divorci¨® y se uni¨® a Gary, con quien tuvo un hijo. Al final se separaron. Un d¨ªa, ella -que estuvo muy unida a los Panteras Negras, y hasta fue perseguida por el FBI- apareci¨® muerta, atiborrada de drogas. Aunque Gary llevaba ya diez a?os divorciado asumi¨® su defensa por doquier. Y entre otras cosas recuerdo una buena y respetuosa novela de Carlos Fuentes, que tuvo una relaci¨®n con ella de dos meses durante su estancia en M¨¦xico, Diana o la cazadora solitaria, pero que tampoco pudo aplacar los excesos de su "furor uterino", y a quien el FBI tambi¨¦n aconsej¨® que rompiera sus relaciones con tan revolucionario personaje.
Cuando Gary se cas¨® con ella fue su v¨ªctima propiciatoria y hasta lleg¨® a escribirle que "cuanto m¨¢s hac¨ªa el amor m¨¢s se enamoraba de otras mujeres". Pues bien, ni aun as¨ª, ¨¦l abandon¨® a Jean Seberg y el consulado de Los ?ngeles, y se refugi¨® en sus viajes, en su obra literaria y en su hijo, hasta que public¨® este premonitorio Final de trayecto, que anticipa sus fantasmas sexuales encarn¨¢ndolas en un viejo editor al borde de la ruina en di¨¢logo con sus m¨¦dicos, anticipando la Viagra, enamorado feliz de una jovencita brasile?a de la que al final se despedir¨¢ en medio de sus fantasmagor¨ªas y terrores. Que no llegaron a cumplirse hasta un lustro despu¨¦s, cuando se dispar¨® un tiro en su gran apartamento de Par¨ªs. Sin ser una buena novela, es una novela de amor emocionante y que se lee (la buena traducci¨®n as¨ª lo permite) de un tir¨®n.
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