El Madrid fulmina al Bar?a

Algunos partidos son algo m¨¢s que un partido. Para el Real Madrid, la victoria sobre el Winterthur Barcelona fue m¨¢s que una victoria. Por muchos motivos. Porque, aparentemente, no llegaba en un buen momento a la cita; porque el Barcelona le est¨¢ ganando tantas veces ya en estos ¨²ltimos a?os (10-1 era hasta ahora el parcial en la Copa) que corr¨ªa el peligro de quedar desnaturalizado el cl¨¢sico; porque jugaba en su casa. M¨¢s a¨²n, porque, encima, el equipo de Ivanovic le meti¨® un buen tute durante buena parte del partido y tambi¨¦n porque hasta las hinchadas de la mayor¨ªa de los equipos presentes se lo tomaba con rechifla al grito de "?Fuenlabrada, Fuenlabrada!".

Por todo eso y por muchas cosas m¨¢s, el partido constitu¨ªa un desaf¨ªo para el Madrid. Lo sac¨® adelante, de manera espectacular, desprendiendo cierto aroma ¨¦pico, levant¨¢ndolo cuando parec¨ªa contra las cuerdas. El ¨²ltimo cuarto fue determinante y el Madrid recuper¨® en ¨¦l una autoridad como no se le recordaba, obtuvo un monumental parcial de 16-0 y lo cerr¨® con 25-9. Concluyente, abrumador, para un Barcelona que se qued¨® paralizado.

El conjunto blanco sac¨® adelante el encuentro de modo espectacular, con cierto aroma ¨¦pico

Bullock, al que le cost¨® entrar en calor despu¨¦s de los problemas f¨ªsicos que hab¨ªan amenazado con dejarle fuera del partido, tard¨® 18 minutos en anotar su primera canasta. Las diferencias eran tan ostensibles en la estad¨ªstica como en el juego. El Barcelona transmit¨ªa seguridad. Se le adivinaban estrategias exhaustivamente preparadas. Tan descaradas algunas como la defensiva: trat¨® de anular a su rival en la zona m¨¢s cercana a su aro. Ni Hamilton ni Reyes pod¨ªan recibir all¨ª. No parec¨ªa importarle que eso le impidiera a Fucka salir a por Reyes cuando ¨¦ste se iba a buscar tiros desde cuatro o cinco metros. Felipe tiene buena mano y lo certific¨®. Le hizo da?o al Barcelona, pero la ofensiva del Madrid quedaba muy limitada. No pod¨ªa ni lanzar ni hacer circular la pelota cerca del aro. Si no abr¨ªa la defensa azulgrana a base de triples, quedaba fatalmente limitado.

El Barcelona se sinti¨® muy c¨®modo en el ataque. En esas circunstancias, nadie como Navarro para sumar puntos con un desparpajo que desespera a quien tenga la ingrata labor de ponerle freno, l¨¦ase Sonko, Rakocevic, o Bullock. Eso, a?adido a la impunidad con la que Marconato maniobraba en el aro. Casi todos sumaban y las brechas se abrieron: 13-23 y 24-37.

Pero Rakocevic y Bullock se entonaron, el Madrid se impuso en la batalla por el rebote (40 del Madrid, 16 de ellos en ataque, por 28 del Bar?a) y los azulgrana perdieron la rapidez. El juego se hizo espeso. Los errores se repart¨ªan. Era el punto de inflexi¨®n que buscaba el Madrid. M¨¢s descontrolado el juego, las posiciones francas para lanzar triples se sucedieron y Bullock y Rakocevic fueron quienes mejor las aprovecharon. Un triple del base norteamericano le dio la vuelta al marcador: 52-51.

El Barcelona se rehizo y lleg¨® al ¨²ltimo cuarto en mejores condiciones: 52-58. En el momento crucial, el Madrid tom¨® las riendas. Maljkovic dispuso a su equipo durante una breve pero importante fase en una zona que acab¨® de encasquillar el ataque del Bar?a. Tambi¨¦n puso en pista a sus tres hombres clave en el juego exterior: Bullock, Sonko y Rakocevic. El Madrid se desmelen¨®. Hervelle, Rakocevic y Sonko encadenaron tres triples que le dieron la delantera y dejaron petrificado al Barcelona, que ya no dijo ni mu.