El Tau dinamita el partido

Tiene dinamita el Tau. No hac¨ªa falta que llegara el partido de ayer para sacar esa conclusi¨®n. Pero si alguna duda quedaba sobre sus aspiraciones en esta Copa del Rey, por aquello de tratarse de un torneo que gusta de las sorpresas, las borr¨® el Tau de un plumazo tras hacerle un roto de consideraci¨®n a un Joventut que bastante hizo con mantenerse m¨¢s o menos entero en varios momentos del choque.

Era el brasile?o Splitter uno de los m¨¢s observados por los agentes de la NBA que hasta Madrid se acercaron. El chico, desde sus 21 a?os y sus 2,10 metros de estatura, ten¨ªa una oportunidad ¨²nica para lucirse ante los enviados de la mejor Liga del mundo. La aprovech¨® a lo grande. Ejecut¨® una actuaci¨®n colosal, de inicio a fin, apareciendo adem¨¢s en los dos momentos trascendentales del partido: en el arranque, cuando el Tau dej¨® claro que no estaba para bromas, y en el ¨²ltimo cuarto, cuando el Joventut amenazaba con poner en cuarentena el anunciado triunfo vitoriano. Visto lo visto, poco cuesta imaginar que los d¨ªas de Splitter en Europa est¨¢n contados.

Bastaron unos minutos, tres para ser exactos, y el marcador mostraba ya un rotundo 9-0, justo castigo a un Joventut que no se enteraba de por d¨®nde le ca¨ªan. No es que el arranque del Tau hubiera sido algo fuera de lo normal. Bast¨® con que presionara en la salida del bal¨®n de su rival para que ¨¦ste se enredara de mala manera. No encontr¨® Bennet ning¨²n socio que le ayudara en la tarea y el Joventut se fue empeque?eciendo a toda velocidad. Fall¨® sus seis primeros ataques y tard¨® cuatro minutos en encestar. En el otro bando, Splitter -11 puntos en el primer cuarto- se daba un fest¨ªn.

Mientras esto ocurr¨ªa en la pista, Rudy Fern¨¢ndez descansaba en el banquillo. Razones tendr¨ªa Aito Garc¨ªa Reneses, el t¨¦cnico del Joventut, para adoptar esa medida. Pero lo cierto es que su equipo era incapaz no ya de acertar, sino de ni siquiera encontrar tiros c¨®modos ante la agresividad del Tau.

Sali¨® Rudy, por supuesto, y encest¨® sus dos primeros lanzamientos. Pero su punter¨ªa apenas mitig¨® la sangr¨ªa. El turco Erdogan se hab¨ªa hecho presente en el Tau. Y todo lo que lanz¨® lo meti¨®. Tras acumular 13 puntos de desventaja en el primer cuarto, Aito opt¨® por innovar. Dado que da?ar bajo los tableros al Tau se antojaba una quimera, dej¨® en pista a un solo p¨ªvot, a la espera de que el tiro exterior le diera r¨¦ditos. No se los dio. Un parcial de 15-1, con Prigioni marcando diferencias en la direcci¨®n respecto a Bennett, Marcelinho y cualquiera que se le pusiera delante, pareci¨® echar el cierre al partido. Pero gobernaba con tanta suficiencia el Tau, y as¨ª lo certifica el 42-22 del minuto 15, que baj¨® de revoluciones. Rudy encontr¨® ayuda en el checo Barton y la Penya fue limando diferencias. A ello le ayud¨®, sin duda, que en la cancha estaba Scola. O su sombra, mejor dicho. El argentino, martillo habitual de cuanto rival se mide al Tau, se mostr¨® en la peor de sus versiones. Pero es el de Vitoria un conjunto con tantas alternativas, bajo los aros y fuera de ellos, en la pausa y en el jaleo, que lo mismo da que uno de sus gal¨¢cticos tenga el d¨ªa perro.

El caso es que el Joventut logr¨® llegar al descanso vivo (44-36). Incluso fue capaz de conseguir que esa diferencia no creciera, con Mumbr¨² mostrando algo de acierto, sin exagerar, y con el brit¨¢nico Betts dando sentido al juego interior del equipo, inexistente hasta entonces por culpa de Splitter y de un animado David.

Pero el Joventut nunca dio sensaci¨®n de poder dar la campanada. Ni siquiera cuando se acerc¨® a seis puntos de su rival (59-53) mediado el tercer cuarto. Para mayor desgracia, fue entonces cuando Rudy cometi¨® su cuarta personal y al banquillo se fue. No volvi¨® Aito a acordarse de ¨¦l. Velimir Perasovic el entrenador del Tau, aprovech¨® ese momento para poner toda la artiller¨ªa en liza. Y volvi¨® el recital. En la zona, Splitter le puso r¨²brica a cada invento de Prigioni y, lejos de ella, Erdogan sac¨® el fusil. Resultado: en un visto y no visto, el Tau dinamit¨® el partido.