Viejos pueblos sobre dos ruedas

El Polendos y el San Medel son dos arroyos que nacen en los aleda?os de Torrecaballeros, al pie del Guadarrama, y que al pasar por las tierras que se extienden al norte de la capital segoviana forman vallejos de insospechada belleza, enhebrando p¨¦treas angosturas, sotos de ¨¢rboles mastod¨®n-ticos y aldeas donde los artesanos compiten en destreza con sus tataradeudos rom¨¢nicos.

Pedalear por estas solitarias carreteras, entre trigales que verdean y con la sierra nevada relumbrando en lontananza, es uno de los mayores gustos que un enamorado del campo puede darse en una jornada invernal.

Nuestro punto de partida ser¨¢ Espirdo, un pueblo situado a seis kil¨®metros de Segovia, junto al arroyo de San Medel, que, precisamente por su proximidad a la capital, es el n¨²cleo m¨¢s activo de ambos valles. Aqu¨ª est¨¢n el ¨²nico restaurante que abre a diario, el mejor hotel rural -La Casona de Espirdo- y, para informarse de todo lo que se puede hacer en la zona -incluida esta ruta en bici-, la sede de la Asociaci¨®n para el Desarrollo Rural de Segovia Sur. Tambi¨¦n es, por lo mismo, el m¨¢s feo y ajetreado y lleno de gr¨²as.

Es un gusto pedalear por estas solitarias carreteras, entre trigales que verdean

De Espirdo saldremos por la carretera que lleva, tras dos kil¨®metros y medio de suave descenso, a La Higuera. Esta aldea, adem¨¢s de cuidado potro de herrar e iglesia con portada rom¨¢nica, tiene una leyenda que dice que sus campos estaban anta?o cuajados de vi?as, cultivo que Dios decidi¨® sustituir al ver que los hombres empinaban el codo en demas¨ªa y maltrataban a sus esposas. Consultadas las mujeres, que eran las que m¨¢s iban a ganar con el cambio, unas dijeron que quer¨ªan higos y otras que brevas.

Y as¨ª es como La Higuera se llen¨® de la ¨²nica planta que da dos frutos. M¨¢s que las higueras, llamar¨¢n nuestra atenci¨®n las tremendas encinas que flanquean la carretera a cuatro kil¨®metros del inicio, formando un t¨²nel vegetal que, a su vez, se halla arropado por los cortados calizos del ca?¨®n que han labrado aqu¨ª las aguas del Polendos.

Aunque, para ¨¢rboles corpulentos, los fresnos seculares que veremos en el kil¨®metro ocho, tras el cruce de carreteras que hay junto a las ruinas de la casa Aguejas: en el tronco hueco de algunos de ellos, cabr¨ªamos holgadamente con bicicleta y todo.

No m¨¢s dejar atr¨¢s la fresneda, se presenta Caba?as de Polendos, un pueblo muy majo cuyo caser¨ªo se api?a alrededor de la iglesia rom¨¢nica de San Lorenzo, del siglo XIII, con ¨¢bside semicircular y excepcional portada que destaca por sus arquivoltas, sus canes y las esculturas de sus enjutas. En Caba?as hay un buen ramillete de casas rurales y un centro de artesan¨ªa, llamado Las Caravas, donde se vende lo que all¨ª mismo, a la vista del p¨²blico, hacen 10 creadores, desde grabados hasta objetos manufacturados en maderas tropicales, pasando por piezas de vidrio, orfebrer¨ªa y cer¨¢mica.

La ruta se alarga, valle abajo, hasta Pinillos de Polendos -kil¨®metro 11 del recorrido-, donde, despu¨¦s de saludar a la multitud de cig¨¹e?as que anidan en su iglesia, daremos media vuelta para volver al cruce de carreteras de la casa Aguejas y dirigirnos, pasando por Mata de Quintanar, a Bernuy de Porreros.

Este tramo, que discurre por entre alomados campos de pan llevar, dando vistas a la sierra, tiene un cierto regusto machadiano: "Lejos relumbra la piedra / del ¨¢spero Guadarrama. / Agua que brilla y no suena".

Bernuy de Porreros -kil¨®me-tro 21 del circuito- es un pueblo de nombre interesante, ricos chorizos y capiteles -los del p¨®rtico rom¨¢nico de la iglesia- decorados con motivos vegetales, aves y centauros. A la entrada del mismo, cruzaremos un puente y doblaremos a continuaci¨®n a la izquierda para seguir la pista de tierra que sube orillando el arroyo de San Medel. Corre ¨¦ste por un barranco lleno de fuentes -la de los Ca?os, la de los P¨¢jaros, la del Moro...- que nos acompa?ar¨¢n, con el rumor de sus aguas y de las arboledas que riegan, hasta Espirdo, kil¨®metro 26 y ¨²ltimo de nuestra gira.