Dan Brown retrata una Sevilla corrupta y atrasada en 'La fortaleza digital'
La novela reci¨¦n publicada desata expectaci¨®n y ventas en la ciudad andaluza
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El escroto es un tejido ef¨ªmero. Aunque sea el de Crist¨®bal Col¨®n. Pero la literatura es el terreno de las licencias, as¨ª que el escritor Dan Brown no dud¨® en depositar el escroto de Col¨®n en la catedral de Sevilla en su primera novela, La fortaleza digital, como una reliquia venerada por los espa?oles. A rebufo del ¨¦xito de El c¨®digo Da Vinci, el libro acaba de llegar este mes a las librer¨ªas espa?olas, ocho a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n en Estados Unidos. Con su comercializaci¨®n se ha avivado la pol¨¦mica sobre la recreaci¨®n tremendista de Sevilla, donde se ha convertido en la novela m¨¢s vendida.
Las novelas de Brown se parecen a los organismos modificados gen¨¦ticamente. Un pimiento manipulado puede parecer un pimiento y saber a uva. Algunos escenarios descritos por Brown existen en la realidad, pero a veces saben a otros, como ocurri¨® en El c¨®digo Da Vinci. En La fortaleza digital (Umbriel), la caricatura de Sevilla se mezcla en ocasiones con errores de cultura general, como la altura de la Giralda (97 metros frente a los 125 que le atribuye Brown), o errores a secas (un asesino sordo acaba "oyendo" un impacto).
Si alguien puede desmentir con autoridad la supervivencia del escroto colombino es el forense Jos¨¦ Antonio Lorente, que dirige el Laboratorio de Identificaci¨®n Gen¨¦tica de la Universidad de Granada e investiga desde hace a?os los restos conservados en la catedral de Sevilla para verificar si pertenecen al navegante. Entre el material analizado figuran s¨®lo huesos. "Todos los tejidos blandos, incluido el escroto, desaparecen entre tres y cinco a?os despu¨¦s", indica. Ni siquiera Col¨®n, fallecido hace cinco siglos, se debe escapar a esta norma. "Entra dentro de la licencia creativa del escritor y tambi¨¦n en su visi¨®n machista de Espa?a", presume el profesor de Medicina Legal.
Lorente ley¨® la novela en ingl¨¦s en 2003 durante un viaje a San Francisco (Estados Unidos), tras recibirla como regalo de una colega estadounidense que ya le advirti¨® de lo mal parada que sal¨ªa su tierra. Le gust¨® la trama pero le irrit¨® el retrato de Sevilla: "Es como una novela de Berlanga de los a?os cincuenta". "No pasa de ser una an¨¦cdota, un escritor tiene libertad absoluta, pero en otras partes se ajusta a la realidad mientras que lo m¨¢s alejado se refiere a Espa?a", plantea. "Me enfad¨® ver la descripci¨®n tan injusta de Sevilla, que parece un Estado tercermundista".
La ciudad andaluza descrita en La fortaleza digital tiene autobuses que circulan con las puertas abiertas para ahorrar en aire acondicionado, polic¨ªas corruptos a mansalva y hospitales donde los pacientes ocupan catres en el suelo. "Era como una especie de decorado empleado para alguna pel¨ªcula de terror en Hollywood. El aire estaba impregnado de un olor a orina", se lee en el cap¨ªtulo 20, a prop¨®sito de una cl¨ªnica p¨²blica.
"Cada autor es responsable de sus propios elementos, otra cosa es que puedan influir negativamente porque est¨¢n descontextualizados", reflexiona el delegado de Salud de Sevilla, Francisco Javier Cuberta. La ciudad cuenta con 36 centros de salud y tres hospitales p¨²blicos que, seg¨²n Cuberta, no tienen nada que ver con la sordidez plasmada por Dan Brown. "No s¨¦ en qu¨¦ tiempo y espacio lo ubica, me resulta un poco chocante", a?ade.
El escritor vivi¨® en Sevilla un a?o en la d¨¦cada de los noventa mientras estudiaba en la universidad. En una nota incluida en la edici¨®n espa?ola, Dan Brown asegura que es su ciudad europea "preferida" a la que ha regresado en cuatro ocasiones. "He llevado a mis padres y a mi familia a conocer Sevilla y hasta he aprendido a bailar sevillanas", escribe. A modo aclaratorio, concluye que como novelista procura "destacar por igual los elementos negativos como los positivos para dotar de intensidad a la trama".
M¨¢s que criticar la negativa imagen de la ciudad, las autoridades locales tratan de rentabilizar la pol¨¦mica, que tambi¨¦n ha contribuido a situar la novela como la m¨¢s vendida en Sevilla esta semana, informa Europa Press. El delegado de Cultura de Sevilla, Juan Carlos Marset, ha arropado la iniciativa de una librer¨ªa que ha invitado al autor a presentar la obra. "El tratamiento literario no tiene que preocuparnos, es una caricatura, exagera unos rasgos que se pueden asociar a determinados momentos pero que est¨¢n muy lejos del actual", sostiene. Marset, que tambi¨¦n es profesor de Est¨¦tica y Teor¨ªa de las Artes, considera que ser¨ªa "cerril" y "reaccionario" limitar el universo literario. "Est¨¢ bien que se hagan pel¨ªculas y libros sobre Sevilla, si al final matan al bueno, qu¨¦ le vamos a hacer", concluye.
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?Licencias o errores?
- Giralda. En la novela, m¨¢s de uno se ha despe?ado por las escaleras de la Giralda, a la que describe como una "antigua torre morisca". En realidad, la torre, construida por los almohades, cuenta con 34 rampas.
- Real Alc¨¢zar. El protagonista asiste a un concierto de Paco de Luc¨ªa. "Flamenco bajo las estrellas en una fortaleza del siglo XV", escribe Brown. La construcci¨®n del Real Alc¨¢zar comenz¨® en el a?o 913 y prosigui¨® durante varios siglos.
- Hotel Alfonso XIII. Lo identifica como "un peque?o hotel de cuatro estrellas" que exhibe en su vest¨ªbulo "vitrinas con lingotes de oro del Nuevo Mundo". Se construy¨® en 1928 con la aspiraci¨®n de ser el m¨¢s lujoso de Europa.
- Catedral. Tras el derribo de la antigua mezquita almohade, en el siglo XV comenz¨® la construcci¨®n del templo g¨®tico. Brown afirma que es del XI.
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