Responsabilidad social corporativa en el sector financiero
En los ¨²ltimos a?os venimos asistiendo a la consolidaci¨®n de la responsabilidad social corporativa (RSC) como atributo de ciudadan¨ªa empresarial. La sociedad de la globalizaci¨®n es cada vez m¨¢s sensible al comportamiento c¨ªvico-empresarial y el consumidor exige y aprecia el respeto a los valores democr¨¢ticos, al medio ambiente, etc¨¦tera. Tambi¨¦n valora la cercan¨ªa, la transparencia y el destino de parte del beneficio a causas solidarias que contribuyen al bienestar y al progreso de las comunidades.
Podemos afirmar despu¨¦s del tiempo transcurrido y el arraigo de estas pr¨¢cticas que la RSC no es una moda y ha venido para quedarse.
De otro lado, la RSC es cada vez m¨¢s motivo de diferenciaci¨®n positiva y negativa y afecta directamente al crecimiento y a la rentabilidad. Adem¨¢s, como en el caso de las personas, la reputaci¨®n se construye en a?os y se puede perder en un segundo.
La sociedad es cada vez m¨¢s sensible al comportamiento c¨ªvico-empresarial y el consumidor exige y aprecia el respeto a una serie de valores
Las experiencias de compra est¨¢n sustituyendo al producto en la motivaci¨®n del consumidor / cliente, sobre todo en servicios y gran consumo, y no cabe duda de que la promesa de marca y su percepci¨®n influye cada vez m¨¢s en las decisiones del cliente y su fidelizaci¨®n.
Parad¨®jicamente, el antecedente m¨¢s pr¨®ximo al concepto actual de RSC en nuestro pa¨ªs aparece en el siglo XVIII en el sector financiero cuando surgen las primeras cajas de ahorros y montes de piedad como instrumento de ahorro y financiaci¨®n de las clases m¨¢s desfavorecidas, con fundadores que van desde la Iglesia y las diputaciones o ayuntamientos a entidades varias, que hoy llamar¨ªamos organizaciones no gubernamentales (ONG).
Existe confusi¨®n sobre si las cajas de ahorros est¨¢n o no obligadas a dedicar parte de sus beneficios a la llamada obra social. No obstante, todas lo practican desde su fundaci¨®n. Cabr¨ªa preguntarse si la larga supervivencia de competitividad y cuotas de mercado actual de las cajas de ahorros espa?olas se debe a la cercan¨ªa y sensaci¨®n de proximidad que generan en el cliente de banca minorista. Yo creo que s¨ª, aunque mezclado con elementos de arraigo regional y un sorprendente grado de adaptaci¨®n a los cambios habidos en el entorno y el comportamiento del cliente. No obstante, lo que parece seguro es que las cajas de ahorros vienen practicando la RSC desde hace muchos decenios, bajo el ep¨ªgrafe obra social, y ello ha influido notablemente en su reputaci¨®n y resultados.
Lo anterior se ve corroborado por la entrada masiva de los bancos en el mundo de la RSC a trav¨¦s de fundaciones creadas al objeto de mejorar su imagen de marca y acercarla al ciudadano. Al mismo tiempo, la publicidad de las cajas empieza a centrarse en atributos como el "alma", "el compromiso", "t¨² eliges, t¨² decides", etc¨¦tera.
A tenor de lo anterior, podr¨ªamos afirmar que la obra social de las cajas y/o las fundaciones promovidas desde el sector para ejercer la RSC est¨¢ dejando de ser un elemento de diferenciaci¨®n, pues casi todas los operadores la practican y la publicitan como elemento de refuerzo de marca.
La gran mayor¨ªa de operadores en nuestra banca minorista ha apostado por el modelo multicanal, con una ampl¨ªsima y creciente red de oficinas propias, de proximidad a sus clientes objetivo. Este modelo es intensivo en relaciones personales de empleados con clientes y en v¨ªnculos no s¨®lo financieros, sino tambi¨¦n intangibles y emocionales, tales como la calidad de trato, la reputaci¨®n y la personalizaci¨®n de las soluciones desde el conocimiento del cliente.
Pues bien, el destinar beneficios a su reversi¨®n a la sociedad en acciones de RSC est¨¢ dejando de ser un atributo diferencial, pues todos pueden decir que lo practican y demostrarlo. La diferenciaci¨®n futura depender¨¢ de dos nuevos elementos. El cu¨¢nto invierto y el c¨®mo invierto en RSC.
El cu¨¢nto depender¨¢ en el caso de los bancos de la generosidad de los consejos y accionistas, de un lado, y del retorno previsible v¨ªa crecimiento y fidelizaci¨®n, de otro, y en las cajas del beneficio anual, en tanto el porcentaje que vienen destinando a la obra social se mantiene en el tiempo y nada hace pensar que vaya a variar en el futuro.
Por tanto, la gran veta de diferenciaci¨®n vendr¨¢ de ?c¨®mo invierto en RSC? ?Qui¨¦n decide? ?C¨®mo se constata y publicita la contribuci¨®n a la sociedad o a los segmentos objetivo? ?C¨®mo se vincula al cliente emocionalmente desde la RSC como atributo de marca?
Por ejemplo, si la decisi¨®n de c¨®mo y d¨®nde invertir en RSC la tuviera el cliente, parece obvio que se producir¨ªa un cambio sustancial en su percepci¨®n en tanto supone m¨¢s compromiso, m¨¢s transparencia y m¨¢s democracia, valores en alza en un mundo de consumidores cada vez m¨¢s sofisticados y bombardeados por publicidad y productos gancho.
Resulta evidente que si el cliente pudiese opinar y decidir sobre el destino de parte de los beneficios que le puede generar a un banco o caja, a aquellas causas y / o proyectos sociales que m¨¢s le interesan, sus percepciones se modificar¨ªan sustancialmente y el marco de vinculaci¨®n se ensanchar¨ªa enormemente produci¨¦ndose diferenciaci¨®n duradera. El poder decidir entre proyectos de investigaci¨®n del c¨¢ncer, ayuda al hambre en Sud¨¢n o medio ambiente para el saneamiento de un r¨ªo concreto en una regi¨®n no es balad¨ª y acerca al cliente emocionalmente a su caja o banco.
Creo firmemente que la democratizaci¨®n del ejercicio de la responsabilidad social corporativa y el m¨¢ximo de transparencia en su gesti¨®n es una veta de diferenciaci¨®n futura, si bien ya hay alguna caja pionera que lo practica.
Para terminar, hemos de felicitarnos porque hemos entrado en una era en que la conexi¨®n empresa / sociedad no se limita a crear empleo y pagar impuestos. El cliente / ciudadano es el rey y espera m¨¢s. Espera compromiso, transparencia y ciudadan¨ªa; es m¨¢s, lo premia y lo reconoce crecientemente. El bal¨®n est¨¢ en juego.
Enrique de Mulder es consejero delegado de Vialogos Capital Humano.
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