Traducir la marginaci¨®n

La distancia que separa la universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, del l¨ªmite conflictivo y peligroso del Pol¨ªgono Sur, la zona m¨¢s marginada de la ciudad, es despoblada y corta. Sin embargo, de los barrios del Pol¨ªgono suben muy pocos j¨®venes al autob¨²s que se detiene en el campus universitario y si lo hacen es algo excepcional. Tania Saavedra, de 20 a?os, es la excepci¨®n de ocho hermanos que empezaron a trabajar antes de llegar a la edad con la que ella fue aceptada en la facultad de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n de la Universidad Pablo de Olavide. Estudiaba en el instituto Ram¨®n Carande, en el que los chavales sol¨ªan distinguirse m¨¢s por no estar en clase que por estar, y donde a veces aparec¨ªa uno con pijama y babuchas y se sentaba en el pupitre a escuchar al maestro. "En este barrio nunca se paga lo suficiente a un profesor", dice Juan Antonio Orta, de 19 a?os. Juan Antonio estudi¨® con Tania y entr¨® con ella en la misma facultad y puso las cruces junto a las asignaturas que ella hab¨ªa elegido. La misma matr¨ªcula que rellen¨® su mejor amigo Rub¨¦n Dar¨ªo Tineo, 19 a?os. Los tres van siempre juntos por el campus de la universidad, se sientan en clase y estudian juntos y el curso que viene tomar¨¢n un avi¨®n a Alemania, en Magdeburg, para perfeccionar el alem¨¢n en una de las mejores escuelas de traducci¨®n de Europa. Del Pol¨ªgono Sur al coraz¨®n de la Uni¨®n Europea hay una distancia tan relativa como la del instituto a la universidad. Es una forma de traducir la marginaci¨®n... al alem¨¢n, en este caso.

La Olavide se ha propuesto incrementar la dotaci¨®n econ¨®mica de las becas Erasmus de estos tres alumnos de Traducci¨®n para que puedan ir a estudiar al extranjero. Sin ese plus econ¨®mico, los 100 euros mensuales de la beca resultar¨ªan insuficientes, porque todos provienen de familias y barrios muy humildes. "Mis hermanos tuvieron que trabajar porque era necesario en casa. Yo soy la peque?a de ocho y puedo estudiar. Mi madre no deja de repetir lo orgullosa que est¨¢ de todos sus hijos", cuenta Tania (7,97 de nota media). Tambi¨¦n humildemente, los tres j¨®venes han roto la estad¨ªstica del Pol¨ªgono Sur, que padece un 40% de absentismo escolar, y se han colado con notas excelentes en una licenciatura que se estrenaba aquel mismo a?o. "Muchos amigos m¨ªos trabajan desde antes de que yo entrara en la facultad. No siempre es f¨¢cil compartir tus historias, porque no les van a interesar las cosas de la universidad", dice Rub¨¦n (8,56 en Selectividad). Lo extra?o es que a la inversa s¨ª ocurre. Ellos son del Pol¨ªgono Sur y a la gente que no se atreve a entrar en sus barrios, s¨ª le interesa saber qu¨¦ pasa dentro. "En mi calle siempre hay yonkis en la misma esquina. Vas por la acera y te tienes que apartar para que no te atropelle un ni?o de cinco a?os con una moto. Los coches m¨¢s caros est¨¢n en las Tres Mil y no salen si la Polic¨ªa no entra. Te pones a estudiar y escuchas los motores y las radios en la calle a todo trapo. En la universidad, los colegas nos piden batallitas de estas todos los d¨ªas", cuenta Juan Antonio (7,8 de media).