El alcalde entrega el teatro Valle-Incl¨¢n al Ministerio de Cultura

El nuevo teatro Valle-Incl¨¢n es propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que ha financiado su construcci¨®n con 12,3 millones de euros. Pero depender¨¢ del Ministerio de Cultura, que a su vez ha invertido 7,2 millones de euros en su equipamiento. El acto simb¨®lico de entrega de las llaves lo protagonizaron ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y Carmen Calvo, ministra de Cultura. Mientras, en la puerta del teatro, j¨®venes teatreros les abucheaban.

"Hay que dar la enhorabuena a los que se les ocurri¨® esta idea", dec¨ªa ayer generosamente el director del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica, organismo del que ha pasado a depender el flamante teatro que se ha convertido en la segunda sede del Centro Dram¨¢tico Nacional. Su director, Gerardo Vera, estrenar¨¢ ma?ana jueves la sala grande del teatro, de 510 butacas, con Divinas palabras, del dramaturgo gallego cuyo nombre se ha elegido para este nuevo espacio, en cuyo solar y durante 73 a?os estuvo la sala Olimpia.

El pr¨®ximo d¨ªa 2 se estrenar¨¢ la segunda sala del teatro, de 150 butacas y a la que se ha dado el nombre de Francisco Nieva, con Barcelona mapa de sombras, de Llu?sa Cunille y direcci¨®n de Laila Ripoll.

Aunque el convenio firmado por los gobiernos central y municipal en 1999 ha hecho posible que la popular sala Olimpia se convierta en el teatro Valle-Incl¨¢n, fue mucho antes cuando se perge?¨® la idea. De hecho, el concurso de propuestas para el nuevo teatro se convoc¨® en 1996. Lo ganaron los arquitectos ?ngela Garc¨ªa de Paredes e Ignacio Pedrosa, con un proyecto que ha transformado la plaza de Lavapi¨¦s. El edificio, con 5.380 metros cuadrados construidos, se configura en tres vol¨²menes significativos de hormig¨®n, cristal y acero. Adem¨¢s de su uso como teatro, el edificio alberga espacios para los equipos de direcci¨®n, gesti¨®n, producci¨®n y oficina t¨¦cnica del CDN, as¨ª como almacenes, salas auxiliares y peque?os talleres.

Para algunos ha modernizado la plaza y la acerca al siglo XXI; otros, como la asociaci¨®n de vecinos La Corrala, aseguran que el teatro "no encaja en el barrio". "A la mayor¨ªa de los vecinos no nos gusta el nuevo teatro", dice Manuel Osuna, presidente de esta asociaci¨®n. Osuna se mostr¨® tambi¨¦n cr¨ªtico con el nuevo nombre: "Para la gente del barrio seguir¨¢ siendo la sala Olimpia", afirm¨®. Algo que tambi¨¦n sostienen gentes del mundo de la escena.

La plaza de Lavapi¨¦s aparece en los planos hist¨®ricos de 1625. A principios del siglo XX se configur¨® la manzana en la que se construy¨® en 1926 la sala Olimpia, dedicada en principio a la proyecci¨®n de pel¨ªculas. En 1979 se convirti¨® en sala de teatro de la mano de un colectivo de j¨®venes provenientes del teatro independiente que programaban prestigiados espect¨¢culos del teatro m¨¢s moderno. En la temporada 1983-1984 pas¨® a formar parte del CDN, en la etapa de Llu¨ªs Pasqual, y en 1985 se convirti¨® en el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas, que durante a?os acogi¨® montajes pluridisciplinares de vanguardia.

En 1996 pas¨® de nuevo a pertenecer al CDN. En 1999, la sala Olimpia se cerr¨® y m¨¢s tarde se demoli¨®, tal y como se acord¨® en el proyecto de remodelaci¨®n urban¨ªstica del barrio de Lavapi¨¦s. En su solar se ha construido uno de los teatros m¨¢s modernos de Espa?a, marcado por numerosas innovaciones tecnol¨®gicas y con un prestigiado director t¨¦cnico, Jos¨¦ Luis Alonso, conocido por toda la profesi¨®n como Morti, al frente del teatro.