Discrepancia con los servicios m¨ªnimos
La huelga, iniciada el pasado 23 de enero, est¨¢ causando serias molestias, sobre todo entre los alumnos y el profesorado de los centros escolares y los usuarios y asistentes de la residencia de ancianos Ama Xantalen. El refuerzo de los servicios m¨ªnimos ordenado por Empleo apenas se percibe en una visita a cualquiera de las instalaciones. Los sindicatos, en contra de lo que sostienen las instituciones, recalcan que "no se est¨¢n cumpliendo".
"Es imposible llegar. Llama la atenci¨®n que nos obliguen a cumplir un 90% de actividad laboral con un 45% de jornada m¨¢xima", dice un portavoz sindical. La entrada de la residencia de ancianos acumula, como a los diez d¨ªas de comenzar el paro, gran cantidad de basura y los suelos de pasillos y otras zonas comunes del edificio est¨¢n muy sucios. S¨®lo el comedor, entonces indecente, luce limpio.
"Desde luego se han notado los nuevos servicios m¨ªnimos", afirma la delegada de Bienestar Social, Juana Mar¨ªa de Bengoechea. "Entendemos que el derecho a la huelga es primordial y aqu¨ª hay dos aspectos: el est¨¦tico y de incomodidad, que hay que asumir, y otro de salubridad, porque el 90% de los residentes son dependientes y tienen una salud fr¨¢gil, pero su derecho no se ha vulnerado. Sanidad hace revisiones constantes y as¨ª lo certifica", a?ade. Los ancianos se sienten v¨ªctimas de una guerra que no es la suya y protestan, igual que sus familiares y los padres de alumnos de las ikastolas.
A las puertas de Txingudi y ante un cartel que reza Barriendo la precariedad, una madre se desahoga: "No hay derecho. Entiendo que las trabajadoras luchen por lo suyo, pero no se puede tener a los cr¨ªos as¨ª. Mi hijo, que tiene alergia, est¨¢ todo el d¨ªa con el pa?uelo. ?Alguien tendr¨¢ que solucionar esto, no?"
La suciedad se extiende por todas las instalaciones de esta ikastola que tuvo que adelantar varios d¨ªas su horario de cierre por el mal estado del comedor.
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