La gu¨ªa Michelin consagra el cocinero 'volante'
Incluye como novedad casas particulares
No puede decirse que se trate de una novedad, pero s¨ª de una confirmaci¨®n: aquello de "cocinero a tus fogones o a tus pucheros" ya no tiene sentido. La gu¨ªa Michelin concede este a?o estrellitas a Alain Ducasse por sus restaurantes -as¨ª, en plural- en Par¨ªs, Montecarlo y la costa vasca, mientras espera hacer lo mismo con los que el cocinero franc¨¦s tiene abiertos en Nueva York y, dentro de poco, en Las Vegas. Jo?l Rebouchon tambi¨¦n obtiene estrellitas por sus varios locales en Par¨ªs, como deber¨¢ conseguirlas por los que tiene en EE UU. Un gran cocinero no es una franquicia pero s¨ª un control a distancia, espor¨¢dico, basado en una escuela y una racionalizaci¨®n de la alquimia destinada a las papilas. En definitiva, el gran chef es hoy un hombre que pasa m¨¢s tiempo en los aviones que entre cacerolas, un equilibrio entre el empresario y el artesano.
Los viejos cocineros, o, mejor dicho, los viejos restaurantes, no son, en cambio, como los viejos rockeros, esos que nunca mueren: el m¨ªtico La Tour d'Argent, s¨ªmbolo de la alta cocina francesa tradicional, durante d¨¦cadas habituado a las tres estrellas, en 2006 agoniza con s¨®lo una, una calificaci¨®n que pone en cuesti¨®n los precios de su carta y la supervivencia misma del mito.
El gran triunfador de 2006 estaba cantado. Se trata de Olivier Roellinger, cocinero bret¨®n, en Cancale, que obtiene al fin su merecida tercera estrella y se suma a otros 25 colegas franceses gracias a su talento para las especias ex¨®ticas al servicio del bogavante. Y la gran novedad de la gu¨ªa es la inclusi¨®n, junto a 4.844 hoteles y 3.694 restaurantes, de 336 maisons d'h?te, es decir, de casas particulares que ofrecen alojamiento al visitante -un m¨¢ximo de seis habitaciones- que busca un trato m¨¢s personal que el ofrecido por los hoteles cl¨¢sicos. La atenci¨®n a las maisons d'h?te traducen una voluntad "democratizadora" de la gu¨ªa, que busca c¨®mo evitar el coronar s¨®lo locales tan lujosos como caros. En 2005 ya cre¨® la f¨®rmula del "restaurante esperanza" para aquellos de buena calidad que no garantizan a¨²n una regularidad absoluta, y, antes, entre 1997 y 2003, puso en marcha el signo del "BIB goloso" y el "BIB hotel" para locales de calidad pero a precios razonables.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.