Impotencia
La publicidad dicen que informa, pero en el caso que nos ata?e, todo lo contrario, desinforma. No nos enga?emos, la publicidad fue creada para provocarnos necesidad de compra, no de criterio. La campa?a publicitaria de la compa?¨ªa de telefon¨ªa ONO es un claro ejemplo de ello.
Soy cliente de la susodicha empresa y lo que prometen en sus anuncios me ha resultado una gran utop¨ªa. Veinte d¨ªas llevo pagando y llamando a un 902 para que reactiven mi l¨ªnea telef¨®nica, pero sus respuestas son en cada llamada de lo m¨¢s kafkiano y diverso. La primera fue que les hab¨ªa pedido un cambio de contrato, la segunda que exist¨ªa una aver¨ªa general en mi barrio, la tercera que yo me hab¨ªa dado de baja y la cuarta que ya me llamar¨¢n para resolver mi problema. En resumen, me pregunto d¨®nde est¨¢ ese famoso Estado de derecho que muchos pol¨ªticos proclaman mientras la impotencia rige mi destino.
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