Intimidades al descubierto
Un juez permite divulgar escritos privados de Carlos de Inglaterra
Carlos de Inglaterra se ha convertido una vez m¨¢s en protagonista de una agria pol¨¦mica, al airearse algunos de sus escritos semiprivados, cartas enviadas a amigos y personajes p¨²blicos, en los que relata sus experiencias durante sus viajes oficiales al extranjero. Carlos, que ha recibido a menudo la reprimenda de los medios por airear en voz alta su pensamiento por asuntos m¨¢s cotidianos, desde la arquitectura al medio ambiente o la agricultura biol¨®gica, se ve a s¨ª mismo como un "disidente que trabaja contra el consenso pol¨ªtico dominante", seg¨²n su asesor de imagen privado entre 1998 y 2002, Mark Bolland.
Los tribunales debaten estos d¨ªas si el diario The Mail on Sunday viol¨® la privacidad del pr¨ªncipe al publicar meses atr¨¢s extractos de una de esas cartas, la que Carlos envi¨® a m¨¢s de medio centenar de parientes, amigos, y tambi¨¦n periodistas y pol¨ªticos sobre sus sentimientos durante el viaje que en 1997 le llev¨® a Hong Kong para asistir a los actos de la retrocesi¨®n de esa colonia brit¨¢nica a China.
El pr¨ªncipe de Gales calific¨® en 1997 a los dirigentes chinos de "horrorosas figuras de cera"
En aquella ocasi¨®n, el heredero calific¨® de "horrorosas figuras de cera" a los mandatarios chinos, compar¨® con la era sovi¨¦tica el desfile de los soldados chinos marcando el paso de la oca y se permiti¨® un juego de palabras entre la toma de control de Hong Kong por parte de China (takeover) con el despectivo chinese takeaway, la comida barata para llevar que sirven los restaurantes chinos.
Muchos creen que Carlos ha cometido un error al llevar a los editores del Mail a los tribunales, porque ya nadie m¨¢s hablar¨ªa de aquellos diarios a estas alturas y corre el peligro de que, si pierde, se publiquen otras cartas semejantes. De entrada, el juez ha autorizado que se haga p¨²blico el testimonio escrito que Mark Bolland ha presentado en defensa del Mail. El antiguo asesor sostiene que Carlos difunde sus opiniones de manera deliberada, para influir pol¨ªticamente. Aunque el primer ministro, Tony Blair, defendi¨® ayer el derecho del pr¨ªncipe a expresar sus opiniones, muchos comentaristas creen que al hacerlo est¨¢ faltando al deber constitucional de no intervenir en pol¨ªtica. Algo que jam¨¢s ha hecho su madre, la reina Isabel II.
Bolland afirma tambi¨¦n en su declaraci¨®n que en 1999 Carlos le dio instrucciones expresas de filtrar a la prensa que hab¨ªa boicoteado una cena oficial en Londres durante la visita de Estado del entonces presidente chino, Jiang Zemin. Esa noche prefiri¨® quedarse cenando en casa con Camila y unos amigos ¨ªntimos. "Lo hizo as¨ª deliberadamente, para desairar a los chinos porque no aprueba el r¨¦gimen chino y es un gran partidario del Dalai Lama, al que ve como alguien oprimido por los chinos; el pr¨ªncipe de Gales estaba encantado con la cobertura que hizo la prensa", sostiene Bolland en su testimonio.
"El pr¨ªncipe nunca hizo pol¨ªtica de partido, pero es dif¨ªcil sostener que no era pol¨ªtico", argumenta Bolland, que defiende la posici¨®n del Daily Mail de que precisamente el contenido pol¨ªtico de los comentarios de Carlos en sus cartas, que se enviaban a entre 50 y 75 personas y no llevaban el sello de secreto, justifican su publicaci¨®n en nombre del inter¨¦s p¨²blico.
El diario de Carlos sobre el viaje a Hong Kong revela su sorpresa al descubrir que ¨¦l viajaba en clase club mientras los pol¨ªticos lo hac¨ªan en primera. "Tard¨¦ un tiempo en darme cuenta, aunque me preguntaba por qu¨¦ el asiento parec¨ªa tan inc¨®modo", escribe Carlos. Seg¨²n el Daily Mail, el pr¨ªncipe oculta en ese pasaje que toda la cabina superior estaba ocupada por su s¨¦quito y que siempre viaja con su cama hinchable, por lo que aquella noche debi¨® dormir tan bien como siempre.
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