La intrusa
A primera vista la ¨²ltima novela de Luisa Castro, La segunda mujer, puede parecer el simple retrato de una relaci¨®n sentimental. Una m¨ªnima reflexi¨®n muestra hasta qu¨¦ punto la frase simplifica este libro complejo y rico, capaz de responder a muchas definiciones que no terminan de agotarlo, y es que en La segunda mujer se combinan magistralmente varios g¨¦neros: la novela psicol¨®gica y neonaturalista que vivisecciona personajes; la novela de acci¨®n, que incorpora algunos recursos del thriller; y la tradici¨®n de la novela social espa?ola. Adem¨¢s de todo ello, en La segunda mujer abundan los autobiografemas, es decir, los elementos que se pueden rastrear en la biograf¨ªa del autor. Julia Varela, la protagonista, es una joven escritora gallega que colabora en varios medios de comunicaci¨®n, al igual que Luisa Castro. Esto, que ayuda a comprender algunos desequilibrios en el tratamiento de los personajes, como la cada vez mayor afinidad del narrador con Julia, que se eleva a medida que Gaspar Ferr¨¦, el antagonista, se abisma, da fe de la riqueza narrativa de esta obra.
LA SEGUNDA MUJER
Luisa Castro
Seix Barral. Barcelona, 2006
317 p¨¢ginas. 17 euros
Literalmente, la novela
cuenta la historia de amor entre Julia y Gaspar, un barcelon¨¦s treinta a?os mayor que ella, cr¨ªtico de arte serio y distinguido. Julia acepta iniciar una relaci¨®n m¨¢s porque le ayuda a huir de su narcisismo que por amor al hombre del que, sin embargo, acaba enamorada. ?l, por su parte, la seduce con el discurso del amor y su lustre social. Tras varios avatares se instalan en Barcelona, donde Julia no tardar¨¢ en comprobar que no se ha casado s¨®lo con Gaspar, sino con todo su clan y, sobre todo, con el hijo ¨²nico de su marido, Frederic -un personaje aborrecible y fascinante-, que la detesta con toda su alma. Gaspar Ferr¨¦, el caballero sin tacha, pide a su nueva mujer que sea generosa con las personas que la maltratan de mala manera, hasta lograr que ella misma se culpe de las humillaciones de que es objeto. En realidad Julia no es m¨¢s que una comparsa muy secundaria en el espect¨¢culo de una familia burguesa que, encantada de haberse conocido, se resigna a los familiares pol¨ªticos como a un mal necesario.
Simb¨®licamente la novela puede interpretarse como una alegor¨ªa pol¨ªtica. En ese caso la historia de una joven escritora gallega, de origen humilde, que permanece tres a?os junto a un maduro cr¨ªtico de arte catal¨¢n, de prosapia, rico y de izquierdas, que se las compone extraordinariamente bien para que todos sus vicios pasen por virtudes -llama a su ro?oser¨ªa austeridad, a su pusilanimidad paciencia, a su procacidad galanter¨ªa- vendr¨ªa a ser una representaci¨®n de las tensiones territoriales de Espa?a, seg¨²n la cual el territorio menos favorecido deber¨ªa sacrificarse para mejorar todav¨ªa m¨¢s la posici¨®n del m¨¢s opulento y adem¨¢s estar agradecido, en una nueva pantomima del amo y el esclavo. No es la ¨²nica interpretaci¨®n posible de una novela excelente, con cambios de registro trepidantes y, sobre todo, mucho sentido del humor. No se la pierdan.
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