Golpe raro en Manila
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo decret¨® ayer el estado de emergencia en todo el pa¨ªs, anunci¨® la detenci¨®n de un n¨²mero indeterminado de oficiales y asegur¨® que las fuerzas leales hab¨ªan logrado desbaratar un intento de golpe de Estado. Con la implantaci¨®n del estado de emergencia quedan prohibidas todas las manifestaciones pol¨ªticas. Entre ellas, las previstas para la conmemoraci¨®n del vig¨¦simo aniversario del derrocamiento del dictador Ferdinand Marcos.
Hasta aqu¨ª las certezas. Tras ellas hay un mar de inc¨®gnitas sobre lo que realmente est¨¢ sucediendo en torno al poder pol¨ªtico filipino y en un escenario general de inestabilidad y sospecha generalizada. Pese a la proclamaci¨®n del estado de emergencia, miles de manifestantes se concentraron ayer en diversos puntos de Manila. En una de ellas, la expresidenta Coraz¨®n Aquino exigi¨® p¨²blicamente la dimisi¨®n de la actual presidenta. Era seguro que las manifestaciones en conmemoraci¨®n de la ca¨ªda de Marcos se habr¨ªan convertido hoy en movilizaciones en contra de
Macapagal, cuya legitimidad es cada vez m¨¢s cuestionada. La oposici¨®n confiaba en lograr las mayores protestas contra Arroyo desde las grandes manifestaciones de 2004, cuando se acus¨® a la presidenta de haber falsificado los resultados de los comicios.
Los rumores de los ¨²ltimos d¨ªas sobre la participaci¨®n de miembros de las fuerzas armadas en las manifestaciones conmemorativas de la revuelta anti Marcos pueden haber provocado una reacci¨®n de p¨¢nico de una presidenta que no logra generar sino inquietud en el escenario pol¨ªtico filipino. Sea como fuere, es imprescindible que se aclare fehacientemente lo sucedido, y que los acusados de la intentona que ayer se proclamaba frustrada sean acusados y juzgados con transparencia y garant¨ªas para no aumentar las muchas sombras que arrojan los acontecimientos.
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