Respirar el Atl¨¢ntico en C¨¢diz

A la espera de abrir en la ciudad gaditana su primer cinco estrellas, la cadena zaragozana Palafox Hoteles centra su inter¨¦s en la credencial tecnol¨®gica de ahorro energ¨¦tico que exhibe el hotel Playa Victoria. Una d¨¦cada despu¨¦s de ser inaugurado, sobre las ruinas del antiguo balneario Reina Victoria y en la playa de su mismo nombre, contin¨²a a la vanguardia de la ingenier¨ªa y la arquitectura sostenible en Espa?a. Anclado en la arena varios metros por debajo del nivel de la pleamar, el edificio genera, gracias a la acci¨®n de las mareas, casi dos tercios de la energ¨ªa consumida por el aire acondicionado y otros servicios derivados, como el agua caliente de las habitaciones. Su fachada, revestida de piedra ostionera con terrazas abombadas y vidrio azul oce¨¢nico, resiste mejor que otras el viento y la salinidad del mar. El suelo radiante, la apertura electr¨®nica de puertas, as¨ª como los sensores ac¨²sticos y por infrarrojos, ya no provocan asombro, pero inspiran a otros establecimientos de lujo su puesta al d¨ªa en alta tecnolog¨ªa.

La decoraci¨®n de Pascua Ortega no ha sufrido mucho desgaste, aunque parece algo pasada de moda. Y eso que el interiorista corri¨® ciertos riesgos en la yuxtaposici¨®n de colores en las tapicer¨ªas y mantuvo una distancia prudente del amaneramiento. En virtud de su alineamiento mar¨ªtimo, las habitaciones m¨¢s apetecibles tienen los n¨²meros pares -las impares dan a la arteria m¨¢s transitada de la ciudad-, generosas en el abrazo de sus camas, en la limpieza y confort de los cuartos de ba?o y, sobre todo, en las puestas de sol que inundan de atlantismo gran parte de sus 188 balconadas. A la playa se accede directamente en ascensor, al fondo de los pasillos.