China se extiende por el mundo
El gigante asi¨¢tico se lanza a la b¨²squeda de recursos y tecnolog¨ªa en el marco de la denominada campa?a 'Salir fuera'
Compr¨® el negocio de televisiones de la francesa Thomson, luego se hizo con la actividad de ordenadores personales de IBM, y ahora ultima un acuerdo con Ir¨¢n para desarrollar el campo petrol¨ªfero de Yadavaran en medio de la crisis que Estados Unidos y Europa mantienen con Teher¨¢n por su programa nuclear: China prosigue la pol¨ªtica de internacionalizaci¨®n de sus empresas.
Las multinacionales chinas invirtieron el a?o pasado 6.900 millones de d¨®lares fuera de sus fronteras, un 26% m¨¢s que en 2004
Las multinacionales chinas invirtieron el a?o pasado 6.900 millones de d¨®lares (5.800 millones de euros) fuera de sus fronteras, un 26% m¨¢s que en 2004. Y el proceso va a continuar. Por un lado, Pek¨ªn pretende asegurarse los recursos energ¨¦ticos y las materias primas con que alimentar su sedienta econom¨ªa y, por otro, hacerse con marcas de reconocido prestigio y tecnolog¨ªa, que de otra forma tardar¨ªa a?os en desarrollar.
Si las negociaciones con Ir¨¢n llegan a buen puerto, la petrolera Sinopec tomar¨¢ el 51% del campo de Yadavaran, capaz de producir 300.000 barriles de crudo al d¨ªa. A cambio, el pa¨ªs asi¨¢tico se compromete a comprar a Teher¨¢n 10 millones de toneladas anuales de gas natural licuado durante los pr¨®ximos 25 a?os. El valor conjunto de la operaci¨®n se estima en unos 100.000 millones de d¨®lares (84.037 millones de euros). El cierre de las negociaciones supondr¨ªa la culminaci¨®n del memorando de entendimiento firmado por los dos pa¨ªses en 2004, y sellar¨ªa uno de los mayores contratos jam¨¢s alcanzados por Ir¨¢n con un pa¨ªs extranjero. Seg¨²n la respetada revista financiera china Caijing, la firma podr¨ªa producirse el mes que viene durante la visita que una delegaci¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Reforma y Desarrollo (el organismo de planificaci¨®n econ¨®mica china) prev¨¦ hacer a Ir¨¢n.
Pragmatismo chino
El diario estadounidense The Wall Street Journal ha asegurado que el Gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad est¨¢ intentando concluir el pacto antes de la potencial aplicaci¨®n de sanciones econ¨®micas como consecuencia de su programa at¨®mico. ?stas podr¨ªan ser decididas durante la reuni¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que analizar¨¢ la crisis iran¨ª en marzo. Occidente acusa a Teher¨¢n de pretender desarrollar armas nucleares.
La negociaci¨®n del contrato energ¨¦tico con Ir¨¢n -realizada mientras en paralelo Pek¨ªn ped¨ªa repetidas veces una salida negociada a la crisis at¨®mica- es un claro ejemplo del pragmatismo que caracteriza la pol¨ªtica exterior china y la estrategia de implantaci¨®n internacional de sus empresas.
Las multinacionales chinas est¨¢n lanzadas a la b¨²squeda de recursos, tecnolog¨ªa y marcas m¨¢s all¨¢ de sus fronteras en el marco de la campa?a llamada Salir fuera, puesta en marcha por el Gobierno hace unos a?os. Pek¨ªn ha multiplicado las inversiones en el extranjero, que en 2005 alcanzaron 5.800 millones de euros. El 60,3% se dirigi¨® a Asia, seguida de Latinoam¨¦rica (16,2%), ?frica (6,9%), Norteam¨¦rica (6,7%), Europa (6,3%) y Ocean¨ªa (3,6%).
Las compa?¨ªas chinas emplearon 1.770 millones de d¨®lares (1.487 millones de euros) el a?o pasado en la creaci¨®n de filiales en el extranjero, y otros 1.930 millones de euros en fusiones y adquisiciones. La inversi¨®n total acumulada en el exterior a finales de ejercicio ascendi¨® a 42.020 millones de euros. El 36% de ella ha sido realizada entre 2002 y 2005.
Desde que China entr¨® en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), en diciembre de 2001, ha protagonizado una serie de operaciones de gran relieve, como la adquisici¨®n de la actividad de televisiones y DVD de la francesa Thomson por parte de TCL o la compra de la divisi¨®n de ordenadores personales de la estadounidense IBM por Lenovo. Otras, sin embargo, pasan m¨¢s inadvertidas, porque la toma de intereses en otros pa¨ªses, ya sea en el sector manufacturero, la energ¨ªa o las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, es continua, incluso en los lugares m¨¢s remotos.
Valga un ejemplo reciente. Chalco, segundo productor de al¨²mina del mundo, est¨¢ a la espera de la aprobaci¨®n de las autoridades australianas para invertir 1.800 millones de d¨®lares (1.512 millones de euros) en una mina de bauxita y una fundici¨®n en la regi¨®n de Cape York, en Queensland. A pesar de que ha habido especulaciones de que algunas multinacionales extranjeras han abandonado el concurso por la pobre calidad del mineral, los directivos de Chalco han ratificado su inter¨¦s porque, seg¨²n aseguran, poseen experiencia y tecnolog¨ªa propia para procesar bauxita de baja calidad.
Las compras chinas no son siempre recibidas con buenos ojos. La oferta de CNOOC (China National Overseas Oil Corporation) por la petrolera estadounidense Unalco acab¨® en fiasco el a?o pasado, ante los temores de Washington de que pod¨ªa poner en peligro la seguridad energ¨¦tica de Estados Unidos.
Adem¨¢s, Pek¨ªn ha sido acusado de ofrecer cr¨¦ditos ventajosos a sus compa?¨ªas y de realizar negocios con pa¨ªses como Nigeria, Sud¨¢n, Myanmar, donde se producen graves violaciones de los derechos humanos. El Gobierno chino replica lo mismo que pide para s¨ª: nadie debe interferir en los asuntos internos de otro pa¨ªs.
Las autoridades han asegurado que continuar¨¢n incentivando a sus empresas para que crucen fronteras. El mes pasado, Pek¨ªn dijo que eliminar¨¢ este a?o el l¨ªmite al n¨²mero de divisas que pueden cambiar para invertir en el extranjero. Seg¨²n la Administraci¨®n Estatal de Cambio de Divisas, esto supondr¨¢ un fuerte empuje a la actividad inversora en el exterior y ayudar¨¢ a reducir los cuantiosos dep¨®sitos nacionales de moneda extranjera. La mayor¨ªa de las reservas, que alcanzaron 818.900 millones de d¨®lares a finales de 2005 (las segundas mayores del mundo despu¨¦s de Jap¨®n), tras haber crecido un 34%, est¨¢n invertidas en el Tesoro estadounidense.Seg¨²n un estudio realizado a finales del a?o pasado por el Consejo Chino para la Promoci¨®n del Comercio Internacional (CCPIT) y la Fundaci¨®n Asia-Pac¨ªfico de Canad¨¢, la presencia de las compa?¨ªas chinas en el exterior avanzar¨¢ r¨¢pidamente en los pr¨®ximos a?os. El informe vaticina que la tendencia se ver¨¢ acelerada en caso de que el yuan o renminbi sufra una apreciaci¨®n, como piden Estados Unidos, Europa y Jap¨®n.
La inversi¨®n china en el extranjero est¨¢, sin embargo, a¨²n muy lejos de la que recibe. ?sta ascendi¨® el a?o pasado a 60.300 millones de d¨®lares (50.670 millones de euros), la misma cifra que espera Pek¨ªn este a?o.
![Planta de IBM (ahora Lenovo) en Shenzhen.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VBD6MSQGRMV6TEKXGDG2IOCYKI.jpg?auth=69e00b558e12e68812b5ba01d6b8700511a8b383495ac8cbc1ea376d0afe24c7&width=414)
En busca de la seguridad energ¨¦tica
El fulgurante ascenso experimentado por la econom¨ªa china desde que Deng Xiaoping inici¨® las reformas econ¨®micas en 1979 -un 9,6% medio anual- ha provocado un aumento de la demanda de recursos energ¨¦ticos, especialmente de petr¨®leo y gas. La brecha entre consumo y producci¨®n no cesa de crecer, y China cada vez es m¨¢s dependiente de las importaciones. Esta circunstancia, que se ha acelerado especialmente desde el inicio del milenio, est¨¢ provocando ajustes en el balance energ¨¦tico mundial, ya que Pek¨ªn ha salido a buscar fuera de sus fronteras el combustible que le falta dentro para garantizar su seguridad.
China super¨® a Jap¨®n a finales de 2003 como segundo mayor consumidor mundial de petr¨®leo, y se coloc¨® detr¨¢s de Estados Unidos. En 2004, su demanda de crudo creci¨® un 15% respecto al a?o anterior, hasta situarse en 6,37 millones de barriles al d¨ªa, seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE). Esta cifra, sin embargo, representa un tercio de lo que gasta EE UU con menos de un cuarto de poblaci¨®n.
La producci¨®n china ha crecido lentamente en los ¨²ltimos a?os, lo que ha obligado a las autoridades a incrementar las importaciones, que han pasado de 1,38 millones de barriles al d¨ªa en 2002 a 2,42 millones en 2004. Las compras en el exterior representan actualmente el 43% de la demanda petrolera en la potencia asi¨¢tica, cuando en 1996 eran el 11%. Se calcula que en el a?o 2020 supondr¨¢n alrededor del 70%.
El principal motor de la demanda ser¨¢ el sector del transporte, que, seg¨²n la AIE, representar¨¢ el 57% del consumo total, con 5 millones de barriles diarios, para finales de la segunda d¨¦cada.
Con objeto de solventar el tal¨®n de Aquiles petrolero, el Gobierno ha diversificado las fuentes de suministro a nuevos pa¨ªses, est¨¢ ampliando los activos en el extranjero y montando un sistema de almacenamiento de reservas. En paralelo, est¨¢ impulsando el uso del gas natural.
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