Primera exportaci¨®n europea
Si la segunda exportaci¨®n USA es la industria de Hollywood, la primera exportaci¨®n de la UE es la industria de la Champions League. Ya estamos empatados en algo. No hay nada que fabrique Europa comparable a la producci¨®n y distribuci¨®n global de acontecimientos televisivos como est¨¢ sucediendo martes y mi¨¦rcoles a las 20.45. Dado que los diferentes aud¨ªmetros de la UE no suman, s¨®lo registran shares locales, no queremos enterarnos que desde los octavos de final hasta el 17 de mayo existe un formato TV de exclusiva europea que cada quince d¨ªas bate r¨¦cords de audiencia e hipnotiza al planeta delante del televisor. Algo que los norteamericanos s¨®lo logran dos veces al a?o con la Super Bowl y los Oscar, y es mucho suponer.
Es m¨¢s, los analistas USA, y no s¨®lo los televisivos, ya empiezan a estar muy preocupados por la enorme potencia medi¨¢tica y comercial del eurof¨²tbol y se preguntan patri¨®ticamente c¨®mo las industrias norteamericanas del entretenimiento, hasta ahora tan hegem¨®nicas, pueden competir contra ese curioso teleformato de la Champions, cuyas reglas son ininteligibles en su pa¨ªs, y ya es la primera pasi¨®n televisiva del globo. Lo ¨²nico que se les ha ocurrido son los spots futboleros de Pepsi, Coca o Nike (estupendo el de Cantona) y rezar para que este eurovirus, tan multicultural y transversal como la gripe aviaria, con su formidable mezcla de estrellas de todas las razas y religiones, no traspase sus fronteras.
Por fin hemos puesto una pica en la globalizaci¨®n y, adem¨¢s, en la industria del espect¨¢culo. Porque de todas las retransmisiones de la Champions, las espa?olas son las mejor realizadas (gracias, V¨ªctor), y adem¨¢s no hay color entre nuestras estrellas medi¨¢ticas, modelo de alianza de civilizaciones, y las del resto.
Por ah¨ª dribla Ronaldinho en el mejor estilo hip-hop; arranca Messi, cada d¨ªa m¨¢s parecido a una mascota de Mariscal; acecha Eto'o para el zarpazo mortal; Zidane suda ansiedad; geometrizan Deco y Riquelme; Casillas saca sus reflejos para impedir la debacle, y Ronaldo, m¨¢s solo que la una, medita su futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.