Valencia echa su 'carta'
Barber¨¢ aspira a un r¨¦gimen especial como el de Barcelona y Madrid, pero a¨²n no ha definido un proyecto
![Sara Velert](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0b00784d-04cf-4844-ab6f-1b50aca7d9ff.jpg?auth=9953da7913a229b5cad22810de7a88cc447228852293dd819dbd7903c1a74291&width=100&height=100&smart=true)
Valencia quiere una carta municipal, un r¨¦gimen especial con nuevas competencias como el que ya han logrado Barcelona y Madrid. Es una cuesti¨®n de "justicia y equidad", ha asegurado la alcaldesa, Rita Barber¨¢, que reclama con insistencia una carta municipal sobre la que no ha presentado ning¨²n proyecto concreto. S¨®lo parece claro, sin mayor precisi¨®n, que ha de ser "an¨¢loga" a la de Barcelona y Madrid y que el PP ha rechazado hacer una menci¨®n a la singularidad de la ciudad de Valencia en el nuevo Estatut d'Autonomia, opci¨®n defendida por los socialistas para arrancar el proceso.
?Qu¨¦ ventajas reporta una carta municipal?, ?cu¨¢l es su contenido?, ?c¨®mo conseguirla? Son algunas de las preguntas a las que ha respondido recientemente Rafael Jim¨¦nez Asensio, jefe de los servicios jur¨ªdicos del Ayuntamiento de Barcelona y catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universitat Ramon Llull, en una conferencia en el Colegio de Abogados de Valencia a invitaci¨®n de la Fundaci¨® Societat i Progr¨¦s. El jurista ha intervenido en la ¨²ltima etapa de la larga gestaci¨®n de la Carta Municipal de Barcelona y desde esa experiencia asegura que el primer paso en una hipot¨¦tica "hoja de ruta" hacia el r¨¦gimen especial de cualquier gran ciudad es lograr "el consenso de todas las fuerzas pol¨ªticas municipales" y, a ser posible, auton¨®micas.
Simboliza el autogobierno local y mejora el sistema de competencias
Un consenso fundamental para definir "qu¨¦ tipo de carta o r¨¦gimen especial se quiere". Porque como explica Jim¨¦nez Asensio, no hay un camino ¨²nico. En el caso de Barcelona, el proceso se remonta a principios de los a?os ochenta -con un precedente en la etapa franquista- y no cristaliz¨® hasta 1997, cuando el acuerdo entre todas las fuerzas pol¨ªticas municipales cerr¨® una carta municipal convertida en ley por el Parlament de Catalunya un a?o despu¨¦s. La capital catalana opt¨® por esa v¨ªa, entre otros motivos, porque la mayor¨ªa de las competencias en las que pretend¨ªa intervenir son auton¨®micas. A trav¨¦s de consorcios que integran el Ayuntamiento y la Generalitat, la carta municipal da a Barcelona mayor capacidad de decisi¨®n sobre la gesti¨®n de la sanidad, el urbanismo, el transporte metropolitano, vivienda o educaci¨®n. El ¨²ltimo paso -a falta de la aprobaci¨®n segura en el Senado- para completar el r¨¦gimen especial de la ciudad culmin¨® en diciembre pasado con la aprobaci¨®n de la Ley de Barcelona en el Congreso. La norma se fragu¨® en "nueve meses de negociaci¨®n" con el Gobierno, que ha cedido competencias en materia de telecomunicaciones, seguridad ciudadana, puerto y aeropuerto -mayor representaci¨®n-; avanza que se implantar¨¢ la justicia de proximidad -pendiente de una ley estatal- y establece un r¨¦gimen financiero por el que se asegura dotaci¨®n econ¨®mica para esas atribuciones a trav¨¦s de convenios finalistas.
Madrid, en cambio, ha tomado una especie de atajo, ha prescindido de la norma auton¨®mica como base para recoger su especifidad y ha impulsado la Ley de Capitalidad y de R¨¦gimen Especial, aprobada tambi¨¦n en diciembre por el Consejo de Ministros. El texto recoge una cesi¨®n escasa de competencias -la mayor¨ªa las mantiene la Comunidad de Madrid- y las especifidades de la capital en cuestiones de seguridad vial y ciudadana, pero no cuenta con cap¨ªtulo financiero.
?Qu¨¦ proceso seguir¨¢ la carta municipal de Valencia? El equipo de gobierno del PP insiste en que la futura ley de r¨¦gimen local de la Comunidad Valenciana -sin fecha de aprobaci¨®n- recoger¨¢ la cesi¨®n por parte de la Generalitat de nuevas competencias y financiaci¨®n para la ciudad, al tiempo que ha aprobado con el PSPV y EU-L'Entesa instar de forma gen¨¦rica al Gobierno central a que facilite una carta municipal para Valencia y otras ciudades de m¨¢s de 500.000 habitantes en la reforma del r¨¦gimen local. El Consell, mientras, a¨²n no ha aclarado qu¨¦ competencias est¨¢ dispuesto a ceder, c¨®mo y con qu¨¦ recursos. La carta municipal de Valencia hoy no pasa de ser una declaraci¨®n de intenciones por parte del Ayuntamiento del PP.
Jim¨¦nez Asensio resalta que "en el derecho positivo actual no hay un anclaje" para el r¨¦gimen especial de Valencia -como s¨ª era el caso de Madrid y Barcelona- y tampoco lo recoge el proyecto de ley b¨¢sica de gobierno y administraci¨®n local. "Pero eso no significa que no lo pueda tener", subraya el jurista. "Lo que est¨¢ claramente agotado es el modelo de uniformidad local", la aplicaci¨®n de los mismos patrones a todos los municipios, ya que existe "una m¨ªnima cultura de que los municipios de gran poblaci¨®n tienen una idiosincrasia, una peculiaridad", contin¨²a Jim¨¦nez Asensio.
Recoger esa especifidad en una carta municipal reporta "mayores competencias para atender las necesidades de la ciudad y mayor financiaci¨®n", un punto clave porque "si no, se crea una segunda descentralizaci¨®n en falso", advierte el responsable de los servicios jur¨ªdicos de Barcelona. Conseguir m¨¢s recursos para dar servicios que frecuentemente no son de competencia municipal, "el tema eterno del mundo local". "Pens¨¢bamos todos que ya era el momento de abordar la segunda descentralizaci¨®n, tanto competencial como financiera y fiscal, cuando de nuevo se vuelven a cruzar las reformas de los estatutos", constata Jim¨¦nez Asensio. La espera por una reforma del r¨¦gimen local se alarga, si bien una carta municipal tampoco es la panacea, no resuelve los problemas de la financiaci¨®n local. "La idea de carta expresa b¨¢sicamente tres cosas: simboliza el autogobierno municipal, lo representa; debe mejorar el sistema competencial, dar t¨ªtulo para que la Administraci¨®n local intervenga en ¨¢mbitos en los cuales no interven¨ªa con la cobertura financiera suficiente y, por lo tanto, deber¨ªa mejorar todo ese sistema de financiaci¨®n", resume el jurista.
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