De la impericia al 'capitalismo de los amiguetes'

Fuentes que abrevan en Endesa y E.ON aseguran que cuando Angela Merkel inform¨® el lunes 20 a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de que la firma alemana se aprestaba a presentar una OPA sobre Endesa, el presidente del Gobierno replic¨®, todo a trav¨¦s de int¨¦rpretes, que no pod¨ªa ser, que el Gobierno ya hab¨ªa autorizado la oferta de Gas Natural. Insisti¨® la canciller en que, precisamente, se trataba de una oferta competidora. La operaci¨®n pill¨® al Gobierno y a Gas Natural completamente inermes. El argumento de Zapatero, pues, ?se non ¨¨ vero, ¨¨ ben trovato!

El Gobierno ha sufrido tres derrotas preliminares en esta guerra. La primera: el mercado burs¨¢til super¨® holgadamente los 21,3 euros por acci¨®n de Endesa ofertados por Gas Natural, 65% en papel y el resto en met¨¢lico; la segunda tuvo lugar cuando el Tribunal de Defensa de la Competencia se pronunci¨® en contra de la operaci¨®n; por ¨²ltimo, aunque no menos relevante, la tercera derrota lleg¨® con la entrada en escena, inesperada, de E.ON. Todo esto ha aflorado una realidad: la operaci¨®n en marcha era obra m¨¢s de aficionados que de expertos financieros.

Esa impericia, cuando no omnipotencia, seg¨²n analistas consultados, se contrapone con otra de las historietas m¨¢s surrealistas de los ¨²ltimos tiempos, a saber, que presidentes nombrados en su d¨ªa a dedo por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Rodrigo Rato, bas¨¢ndose en antecedentes de lealtad y confianza, se presentan a s¨ª mismos, ahora, como superh¨¦roes del capitalismo popular. "La fuente de su poder no ha sido precisamente el capitalismo popular sino lo que los anglosajones llaman el capitalismo de los amiguetes", dijo el experto de un banco de inversi¨®n a este peri¨®dico.

A esta versi¨®n surrealista se a?ade la historia de la intervenci¨®n durante los gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, cuando se bloquearon la proyectada fusi¨®n de Endesa e Iberdrola en 2000 y la de Gas Natural e Iberdrola en 2003. Y el m¨¦todo del ¨²kase telef¨®nico no se limit¨® a las operaciones entre compa?¨ªas espa?olas. No. Hubo otro ejemplo menos conocido. En 2000, cuando Endesa intent¨® la fusi¨®n, nada menos que con la compa?¨ªa privada francesa Suez, el Gobierno, al ser consultado por los gestores, la fren¨® en seco, no fuera a ser que la sede de la futura compa?¨ªa fusionada saliera de Espa?a.

Que el energ¨¦tico es uno de los grandes sectores industriales estrat¨¦gicos est¨¢ fuera de discusi¨®n, m¨¢xime a partir del corte de suministros de gas de Rusia, y ante la liberalizaci¨®n prevista para julio de 2007. "Por ello mismo, el Gobierno tiene que tomar distancia para definir el mapa", dijo un experto. "?Por qu¨¦ no pensar, por ejemplo, cu¨¢les ser¨ªan las condiciones en que podr¨ªa entrar E.ON en Espa?a? Si a Gas Natural se le impon¨ªan condiciones para adquirir Endesa, ?por qu¨¦ no fijarlas para E.ON y contar con la opci¨®n de una Gas Natural fortalecida con los activos a desgajar de Endesa? ?O con una alternativa como Gas Natural-Iberdrola?", a?adi¨®.

Gas Natural elevar¨¢ su precio. Pero seguir¨¢ ofreciendo una parte importante en acciones; los alemanes seguir¨¢n, pues, con la ventaja del met¨¢lico. Y, adem¨¢s, est¨¢n en disposici¨®n de subir el precio.

La partida tendr¨¢ lugar en dos mesas simult¨¢neas. Porque el Gobierno espa?ol tendr¨¢ que luchar, tambi¨¦n, contra el comunitario.