Yo no reciclo
Ejercer la ciudadan¨ªa ambientalmente responsable exige altas dosis de altruismo y generosidad. Son valores que pudieran parecer en crisis, pero que en esto del cuidado y la mejora del medio ambiente les aseguro que todav¨ªa atesora buena parte de nuestra sociedad. Perm¨ªtanme que ponga como ejemplo a todos esos ciudadanos que practican diariamente la recogida selectiva de basuras en casa.
Se trata de una labor, esa del reciclaje, desinteresada y poco gratificante. Es una tarea a la que nadie se suma un poco, para probar. Y es que, en todo caso, hay que realizarla de manera minuciosa, prest¨¢ndole una atenci¨®n especial. Vamos a ver, la botella de cristal va al contenedor verde, que es el del vidrio, hasta ah¨ª bien, pero ojo, antes de depositarla me han dicho que hay que desenroscar la c¨¢psula met¨¢lica y echarla al amarillo, que es el de los envases. El papel va al azul, pero si es el de envolver el pescado, ?a d¨®nde ir¨¢?, me parece que al marr¨®n, el de la org¨¢nica. Y as¨ª sucesivamente con todos los residuos que hasta hace poco ech¨¢bamos al universal cubo de la basura.
Un informe de Greenpeace asegura que en Espa?a se recicla poco y mal. Catalu?a es la excepci¨®n
Bien, se asume que es una empresa por el bien com¨²n y se realiza. Pero, despu¨¦s de mi esfuerzo, de leerme todos los folletos que el Ayuntamiento echa en el buz¨®n, de llenar la puerta de la nevera de imanes con lo que va y lo que no va a uno u otro contenedor, de habilitar cuatro espacios diferentes en la cocina y bajar todas las noches de romer¨ªa por los contenedores, ?qu¨¦ se hace con mi esfuerzo? ?Verdaderamente redunda en un bien com¨²n tanta voluntad por mi parte? ?Estoy mejorando la calidad ambiental de todos?
A esas preguntas ha venido a dar respuesta el ¨²ltimo informe de Greenpeace sobre la situaci¨®n de las basuras en Espa?a. Las conclusiones son para que se nos caigan las diferentes bolsas de reciclaje de las manos. Textualmente, el estudio de los ecologistas, basado en las informaciones del Ministerio de Medio Ambiente, dice: "El actual modelo de gesti¨®n de basuras en Espa?a es un fracaso". M¨¢s. Que "s¨®lo se recupera el 11,5% de los residuos", que "el 88,5% de los residuos urbanos generados acaban quemados en incineradoras o enterrados en vertederos" y que "adem¨¢s todo lo que se recoge de forma selectiva no se recicla".
A¨²n hay m¨¢s. Greenpeace a?ade que "resulta preocupante el beneficioso negocio que ha surgido en torno a las basuras y que est¨¢ bloqueando la resoluci¨®n del problema" con "consorcios como Ecoembes, que recaudan el 100% de la tasa que pagamos por los envases cuando s¨®lo se recupera a trav¨¦s del contenedor amarillo el 4,2% de los envases dom¨¦sticos".
?Qu¨¦ quieren decirnos los ecologistas? Cosas muy sensatas y que son, sin duda, la clave para eludir ese temido infarto de los residuos al que nos vemos cada vez m¨¢s abocados, como que se deben desarrollar pol¨ªticas fiscales que graven la producci¨®n y el consumo de envases superfluos, o que se debe obligar a la industria a gestionar de manera ambientalmente correcta su residuo productivo y no delegar esa responsabilidad en el ciudadano. ?Cu¨¢l ha sido el mensaje que se ha trasladado a la ciudadan¨ªa? Que la recogida selectiva no funciona, que no hay quien se aclare con el reciclaje, que somos cuatro gatos los que arrimamos el hombro y que adem¨¢s lo hacemos mal. Como consecuencia, quien firma al pie no ha parado de recibir durante estos d¨ªas recados de ciudadanos, unos m¨¢s bien afligidos, otros del todo malhumorados, con un mensaje muy concreto: yo no reciclo.
Se trata en cualquier caso de una reacci¨®n l¨®gica. Ante la duda respecto a los frutos del esfuerzo individual, uno se lo replantea y da un paso atr¨¢s. Pero antes de tomar esa decisi¨®n conviene dejar algunas cosas claras.
Primero, que el informe de Greenpeace se refiere a datos del conjunto del pa¨ªs. Perm¨ªtaseme que saque pecho como ciudadano de Catalu?a para dejar claro que aqu¨ª las cosas se est¨¢n haciendo de otra manera. Aqu¨ª s¨ª se valoran los materiales que los ciudadanos depositan ordenadamente en los contenedores. Aqu¨ª s¨ª tenemos plantas de compostaje eficientes que transforman la materia org¨¢nica en abono o en energ¨ªa, como el Ecoparc de la Zona Franca, en Barcelona. S¨ª se someten a un proceso de selecci¨®n y aprovechamiento los diferentes envases que llegan a las plantas de reciclaje como la de Gav¨¢. S¨ª se saca provecho del papel y el vidrio en las plantas de transformaci¨®n que hay en nuestro territorio (en el caso del vidrio, incluso reciclamos el que nos env¨ªan otras comunidades, como Baleares) y las pilas s¨ª se descuartizan para separar y aprovechar sus materiales en la planta de El Pont de Vilomara, en el Bages.
Tan impropio es decir que el sistema en su conjunto no funciona como negar las mejoras y los esfuerzos que se est¨¢n llevando a cabo en nuestra comunidad. No es que seamos los m¨¢s listos de la clase, pero s¨ª los que nos estamos aplicando con mayor esfuerzo y responsabilidad. Reciclar en Catalu?a tiene sentido, vale la pena el esfuerzo. Es m¨¢s, hoy por hoy, mientras esperamos a que se habiliten nuevos m¨¦todos de reducci¨®n, como el dep¨®sito de los envases en origen (aquello tan ¨²til y efectivo de devolver el casco al tendero), recoger la basura aparte y reciclar los diferentes materiales contribuye de manera decidida a aminorar el problema ambiental de los residuos.
Por supuesto, seguir¨¢n existiendo los que digan "yo no reciclo", pero eso es inevitable y responder¨¢ siempre a otra causa. Personalmente los sit¨²o al lado de los que dicen "yo no voto" o "yo no pago". Esa sociedad que nos est¨¢ tocando vivir resulta bastante imperfecta, y muchos se han acomodado en la imperfecci¨®n. Mientras tanto, la inmensa mayor¨ªa de la infanter¨ªa social estamos por la labor de mejorarla: por ejemplo, practicando el reciclaje.
Jos¨¦ Luis Gallego es escritor y periodista ambiental.
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