El canto del Gallo de Madera
La noche del 29 de enero, el Gallo se fue con su m¨²sica a otra parte, cediendo de mala gana el sitio al a?o del Perro, del Perro de Fuego para ser m¨¢s precisos. Si por ¨¦l hubiera sido, habr¨ªa seguido all¨ª, vocinglero, belicoso y falt¨®n, enredando, armando bulla, sembrando discordia y crispaci¨®n. Su reinado no fue bueno para el mundo y no deja las cosas f¨¢ciles a su sucesor, amante de la paz y del trabajo bien hecho. El Gallo tampoco fue demasiado propicio al desarrollo cultural y, en lo que se refiere a publicaciones de literatura china o sobre China en nuestro pa¨ªs, no son muchas las que vieron la luz y, de ¨¦stas, son a¨²n menos las que el Perro aprobar¨ªa.
Tanto es as¨ª que en esta panor¨¢mica he tenido que incluir novelas escritas originalmente en ingl¨¦s o en franc¨¦s por autores chinos afincados desde hace d¨¦cadas fuera de su pa¨ªs de origen, debido a la escasez de buena literatura china contempor¨¢nea publicada en nuestras lenguas. Una de ellas, incluso, no es propiamente una novela china. La f¨¢brica de sedas, de Tash Aw (Salamandra, traducci¨®n de Luis Murillo), escrita en ingl¨¦s, es el debut literario de su autor, un taiwan¨¦s criado en Malasia y de cultura brit¨¢nica. Una obra intensa, ambientada en los a?os treinta y cuarenta, en una Malasia a punto de ser ocupada por los japoneses, que narra la historia de un oscuro personaje, Johnny Lim, por boca de otros tres: su hijo, su mujer y su amigo, y cuyo joven autor ha sido comparado con Joseph Conrad. Escrita en franc¨¦s, El complejo de Di (Salamandra, traducci¨®n de Jos¨¦ Antonio Soriano) es la segunda novela del cineasta Dai Sijie, de quien ya conocemos Balzac y la joven costurera china. Ambientada en la China actual, cuenta las delirantes peripecias inici¨¢ticas de un doncel cuarent¨®n, el psicoanalista Muo, que a su regreso de Par¨ªs y con objeto de ayudar a salir de la c¨¢rcel al amor de su juventud tiene que proporcionar una virgen al corrupto juez Di, atravesando para ello situaciones disparatadas, divertidas o terribles, como el trepidante viaje en camioneta por las monta?as de Sichuan, perseguido por feroces bandidos, trance del que s¨®lo lo salvan sus alardes franc¨®fono-culturales. Por ¨²ltimo, una nueva novela de un autor chino en lengua inglesa, Ha Jin: Sombras del pasado (Tusquets, traducci¨®n de Jordi Fibla), de quien ya conocemos La espera. En esta ocasi¨®n narra c¨®mo un estudiante universitario que se prepara para una brillante carrera acad¨¦mica ve todo su mundo desmoronarse con los atisbos del sufrimiento de los intelectuales en la Revoluci¨®n Cultural que le proporciona la enfermedad de su tutor y la tragedia de Tiananmen que sufre de primera mano. M¨¢s fr¨ªa y realista que las de Tash Aw y Dai Sijie, la novela de Ha Jin gustar¨¢ a los amantes de una narrativa que refleja la sociedad china de los a?os ochenta.
S¨®lo ha habido cuatro traducciones del chino. Un texto moderno, La linterna roja (Edinexus, traducci¨®n de Inma Gonz¨¢lez Puy): libreto colectivo de una de las ¨®peras modelo de la Revoluci¨®n Cultural m¨¢s conocidas, cuya historia argumental se sit¨²a en la ¨¦poca de la resistencia comunista china contra el invasor japon¨¦s. Inma Gonz¨¢lez completa este breve texto con introducci¨®n y notas, interesantes y ¨²tiles, aunque el lector agradecer¨ªa saber m¨¢s sobre este g¨¦nero, tan poco conocido en nuestro pa¨ªs, y sobre su fuente principal: la ¨®pera de Pek¨ªn. Se ha publicado tambi¨¦n el tercer y ¨²ltimo volumen de una gran novela cl¨¢sica, Sue?o en el Pabell¨®n Rojo, de Cao Xueqin y Gao E (Universidad de Granada, traducci¨®n de Tu Xi), que viene a culminar un largo e importante proyecto iniciado en los a?os ochenta.
Por ¨²ltimo, dos antolog¨ªas de poes¨ªa cl¨¢sica china: A punto de partir. 100 poemas de Li Bai (Pre-Textos, traducci¨®n de Anne-H¨¦l¨¨ne Su¨¢rez Girard), del que no hablar¨¦ por motivos obvios, y Alma y materia: poes¨ªa y caligraf¨ªa china (Miraguano, traducci¨®n de Rafael Barneto y Jorge Cheng). Este ¨²ltimo pretende ser un homenaje a la cultura china, de la que dice sin sonrojo que ha estado "dormida durante siglos". Triste homenaje el de este libro cuyo lujo a todo color no logra ocultar los numerosos errores en los nombres de los poetas y pintores representados, ni -lo m¨¢s grave- unas traducciones delirantes, con partes inventadas, deformaciones totalmente gratuitas de los poemas, que dan una idea bien pobre de la inmensa riqueza de la poes¨ªa cl¨¢sica china.
Dejo sin mencionar unos cuantos libros m¨¢s, publicados a lo largo del a?o 2005, al tratarse de traducciones indirectas de textos chinos. La traducci¨®n directa no siempre es una garant¨ªa de calidad, pero lo es de que el editor ha tratado de ofrecer a los lectores un texto no deformado por un traslado a trav¨¦s de otras lenguas efectuado, a su vez, por un traductor que suele desconocer la cultura del original. El vasallaje ling¨¹¨ªstico que representa la traducci¨®n indirecta es hoy en d¨ªa inexplicable y debe superarse.
Seg¨²n los astr¨®logos chinos, el A?o del Perro de Fuego ser¨¢ muy ben¨¦fico y dar¨¢ buenos motivos para el optimismo y la confianza. De momento, no se nota. Todav¨ªa resuena, estridente, el canto del Gallo de Madera.
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