Los edificios son maniqu¨ªes
Un despacho joven de arquitectura traduce el estilo de seis dise?adores de moda espa?ola a la construcci¨®n y el interiorismo. Un concepto, bautizado como Arkimoda, que permite vivir en una casa proyectada por Antonio Pernas o trabajar en una oficina que lleve la firma de Jes¨²s del Pozo.
Cuando Miuccia Prada y Rem Koolhaas firmaron juntos un hito del dise?o de principios de siglo al inaugurar la tienda emblema que la marca italiana de lujo tiene en el Soho de Nueva York, Antonio Pernas hijo, Ton, de 30 a?os, ya llevaba alg¨²n tiempo d¨¢ndole vueltas a sumar moda y arquitectura. Nada raro, si la primera era su profesi¨®n -trabaja en el despacho de su padre, c¨¦lebre dise?ador de ropa coru?¨¦s-, y la segunda, su "pasi¨®n".
M¨¢s o menos en aquella ¨¦poca, 2001, su amigo de la infancia en A Coru?a Miguel Plata, de 31 a?os, trabajaba justo antes de terminar la carrera en el despacho berlin¨¦s del arquitecto Daniel Libeskind. Un puesto en el que aprendi¨® "todo" lo que sabe de su oficio y en el que fue sucedido por otro estudiante espa?ol, Curro Font, de 30 a?os, colega de la Universidad en Barcelona y futuro socio del despacho de arquitectura Plata+Font.
Cinco a?os despu¨¦s, los tres han dado forma con Arkimoda a la vieja aspiraci¨®n de Ton: "Trasladar el mundo de seis dise?adores de moda espa?oles a la arquitectura y el interiorismo". Han sido dos a?os de trabajo, de trasplante de conceptos y puesta en com¨²n de ideas con los elegidos: ?gatha Ruiz de la Prada, Devota & Lomba, ?ngel Schlesser, Antonio Pernas, Jes¨²s del Pozo y Roberto Torretta (todos ellos, miembros de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a). Si ya era posible vestir los cuerpos con sus prendas, ahora las casas unifamiliares, edificios de oficinas, apartamentos o tiendas pueden cubrirse con sus ropajes arquitect¨®nicos.
La elecci¨®n. "Cada cual decidi¨® el modelo constructivo que m¨¢s se ajustaba a sus aspiraciones", explica Ton. Desde el bloque de viviendas de protecci¨®n oficial de ?gatha Ruiz de la Prada, una pir¨¢mide truncada estridente y vitalista, hasta la tienda-showroom, el espacio fluido y curvo, que fue la "elecci¨®n l¨®gica" de Roberto Torretta ("conceb¨ª una oficina porque es el lugar en el que paso entre 12 y 14 horas al d¨ªa", explica el dise?ador argentino).
"Estos ejemplos deben servir a los clientes para hacerse una idea de lo que los seis dise?adores pueden hacer en t¨¦rminos de arquitectura e interiorismo", aclara Miguel Plata. Pero no lo ¨²nico. Porque uno puede encargar la reforma de su casa a Jes¨²s del Pozo, aunque el dise?ador gallego respondiese: "Un edificio de oficinas en el que los cubos blancos se superponen como en una estructura sacada de la geometr¨ªa mineral" a la pregunta de qu¨¦ tipo de proyecto le gustar¨ªa sacar adelante.
Un proceso de adaptaci¨®n parecido es el en que se halla inmerso el propio Antonio Pernas con su nueva casa, que levanta al otro lado de la bah¨ªa de A Coru?a. "Evidentemente se parece a la del proyecto que desarroll¨¦, un edificio en la costa, proporcionalista, minimalista y funcionalista, pero es m¨¢s bien una interpretaci¨®n", argumenta Pernas.
El modista coru?¨¦s fue uno de los primeros en sumarse a Arkimoda cuando su hijo Ton present¨® el proyecto a los 16 miembros de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a. Pura l¨®gica. No tanto por los v¨ªnculos familiares, sino porque, como el propio Pernas sostiene, ¨¦l participa, como el resto de los dise?adores, de una cierta "fijaci¨®n por la geometr¨ªa".
La decisi¨®n. El caso de Modesto Lomba, de Devota & Lomba, comparte con el de Pernas la misma l¨®gica. "Mi antiguo socio [Luis Devota, muerto en 1993] era arquitecto. Muchos dise?adores como Paco Rabanne o Issey Miyake tambi¨¦n lo son. En nuestro equipo ya llev¨¢bamos mucho tiempo acariciando una idea as¨ª, dado que concebimos la moda desde un punto de vista arquitect¨®nico", explica Lomba. "Sobre todo el patronaje, que lo entendemos como una construcci¨®n". El dise?ador vitoriano, que se confiesa un "un gran observador de la moda y la arquitectura", concibi¨® una casa de campo estructurada en tres cubos, en la que la abundancia de lucernarios alentase la vinculaci¨®n con la naturaleza. "Una vivienda que, como la ropa, persiga hacernos la vida m¨¢s f¨¢cil", explica Lomba.
Los seis dise?adores de Arkimoda buscaron dejar la impronta reconocible de sus prendas en cada uno de los proyectos. Est¨¢ el caso, por ejemplo, de ?gatha Ruiz de la Prada. No hace falta ser un entendido para reconocer su edificio entre las seis maquetas que ilustran estas p¨¢ginas. O el de ?ngel Schlesser. Minimalismo, limpieza en cortes y vol¨²menes y sencillez son sus motivaciones al enfrentarse a una tela. Las mismas que han inspirado su apartamento frente al mar. Una declaraci¨®n de intenciones, desde el momento de la elecci¨®n. "Me interesa fundamentalmente el h¨¢bitat privado", reconoce el modista. "Y el mar, aparte de la calma que me transmite, era una forma de dar profundidad y luminosidad al espacio. Lograr as¨ª que nada estorbe a la luz".
El desaf¨ªo. "Creo que todos hemos buscado que las obras fueran funcionales. La ropa y la arquitectura tienen que ser bellas, desde luego, pero tambi¨¦n tienen que funcionar", explica Antonio Pernas. Un reto al que hubo que sumar el de traducir al lenguaje de planos y materiales conceptos m¨¢s propios del dedal y la aguja. "Fue fundamental el trabajo de Miguel Plata y Curro Font", explica Ton. "Y el hecho de que estuviesen familiarizados con la moda. Sab¨ªan interpretar lo bueno de cada uno sin que casi tuviesen que decirlo". Quiz¨¢ por eso, al o¨ªr hablar a los seis implicados de "relaci¨®n fluida" o "colaboraci¨®n enriquecedora" suena a algo m¨¢s que pura convenci¨®n. Todo un logro, bromea Ton, que ha hecho de puente entre ambos mundos: "?Con lo dif¨ªciles que son los arquitectos y los dise?adores!".
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