EE UU levanta el secreto de Guant¨¢namo
Un tribunal federal obliga a hacer p¨²blicos miles de documentos con los nombres de 317 presos
Obligado por un tribunal federal a levantar la capa de secretismo que cubre desde hace m¨¢s de cuatro a?os la prisi¨®n de Guant¨¢namo (Cuba), el Pent¨¢gono se vio obligado el viernes por la noche a hacer p¨²blicas m¨¢s de 5.000 p¨¢ginas que contienen nombres y detalles de 317 de los detenidos en la base militar estadounidense tras los ataques terroristas del 11-S. El documento aporta la mayor y mejor fotograf¨ªa hasta la fecha de la poblaci¨®n encarcelada desde la llegada de los primeros 20 detenidos, el 11 de enero de 2002, as¨ª como un amplio cat¨¢logo de los cargos que el Gobierno de George W. Bush les imputa. P¨¢gina tras p¨¢gina, quienes est¨¢n encerrados en la base protestan por el tratamiento recibido y proclaman su inocencia.
La salida a la luz de estos documentos es una victoria de la agencia de noticias Associated Press (AP), al haber invocado la Ley de Libertad de Informaci¨®n. El Gobierno de EE UU ha mantenido secretas las identidades, las nacionalidades y otra informaci¨®n sobre los detenidos por formar parte de los talibanes de Afganist¨¢n o por pertenecer a la red terrorista Al Qaeda. El viernes, un tribunal federal rechazaba el argumento de la Administraci¨®n norteamericana de que revelar las identidades de los presos violaba "su privacidad" y pod¨ªa poner "en peligro" tanto a "ellos como a sus familias".
Los documentos no brindan una lista completa de los encarcelados ni sus lugares de origen. M¨¢s bien son un galimat¨ªas. La mayor¨ªa de las veces, la persona que habla s¨®lo es identificada como el "detenido". Al ser transcripciones de las audiencias que vivieron los presos al comparecer ante los jueces militares de los tribunales especiales, quedan recogidos tanto los nombres de quienes s¨ª est¨¢n recluidos en Guant¨¢namo como los de personas que nunca han puesto un pie en la isla cubana. Adem¨¢s, en estos casos, el nombre no clarifica la identidad del preso. Por ejemplo, en un documento, el presidente del tribunal militar interroga a un detenido sobre si su nombre es Jumma Jan. El detenido responde que no, que su nombre es Zain Ul Abedin. En este caso, aparecen dos nombres. Uno corresponde a alguien confinado en Guant¨¢namo pero del que no se sabe nada m¨¢s, porque presumiblemente estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado cuando se produjo su detenci¨®n. El otro nombre pertenece a alguien que s¨ª reclama el Gobierno de Bush, pero que los documentos aportados no aclaran si est¨¢ o no entre los cerca de 500 reos de la base militar.
Bryan Whitman, portavoz del Pent¨¢gono, dijo poco antes de que se difundieran los 317 documentos de las transcripciones de audiencias, respecto a la situaci¨®n legal de los detenidos por el Departamento de Defensa norteamericano bajo la categor¨ªa de "combatientes enemigos": "Los documentos no brindar¨¢n un listado completo de nombres de los prisioneros que se encuentran actualmente en Guant¨¢namo, aunque brindar¨¢n unas 5.000 p¨¢ginas de transcripciones conteniendo informaci¨®n personal detallada". En junio de 2005, estos mismos documentos fueron liberados, pero con los nombres y nacionalidades de los detenidos tachados con rotulador. La identidad de nueve presos ya hab¨ªa salido a la luz a trav¨¦s de abogados o familiares.
Los nombres que figuran en los documentos son los de los prisioneros que pasaron por el proceso de estudio de la categor¨ªa de "combatiente enemigo", clasificaci¨®n creada por los asesores de Bush para privar a los presos de los derechos que garantiza la Convenci¨®n de Ginebra a los prisioneros de guerra. EE UU se ha investido con esta definici¨®n de un poder ilimitado: mantener detenidos sin cargos y de forma indefinida a los reclusos de Guant¨¢namo.
Pero no todos los detenidos han participado en las vistas orales que determinaban su estatus como "combatientes enemigos". Las identidades y detalles de muchas otras decenas de prisioneros que no asistieron a estas vistas seguir¨¢n sin ser p¨²blicos, seg¨²n inform¨® ayer el Pent¨¢gono. El a?o pasado, Jed Rakoff, el juez que ahora ha ordenado al Pent¨¢gono liberar la informaci¨®n, exigi¨® al Gobierno que preguntase a cada detenido a trav¨¦s de un cuestionario si quer¨ªa que su informaci¨®n fuese entregada o no a AP. De los 317 detenidos que recibieron las preguntas, 63 dijeron que s¨ª; 17 que no; 35 devolvieron las preguntas en blanco y 202 se negaron a entregar el cuestionario.
El 11 de enero de 2002 un avi¨®n militar de carga, modelo C-141, con la bandera de EE UU pintada en el fuselaje, parti¨® de Afganist¨¢n rumbo a Guant¨¢namo. A bordo viajaban 20 detenidos, vestidos con monos de color naranja, antifaces y m¨¢scaras, las manos atadas y grilletes en los tobillos. Al aterrizar en la base militar fueron encerrados en celdas individuales de 1,8 por 2,4 metros hechas de alambre y cubiertas por techo de madera. Eran unas instalaciones "temporales", seg¨²n dijeron las autoridades en aquel momento.
Hab¨ªan pasado cuatro meses de los atentados terroristas del 11-S y el comandante en jefe del Ej¨¦rcito, George W. Bush, se hab¨ªa volcado en una "guerra contra el terror". Su primer objetivo fue el Afganist¨¢n de los talibanes, derrocado por EE UU. Y su primera v¨ªctima, las libertades individuales y los derechos humanos. A esos 20 presos se sumaron varios centenares m¨¢s. Hasta ahora, el ¨²nico secreto revelado por el Pent¨¢gono era que "en Guant¨¢namo existen unos 500 combatientes extranjeros".
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