Toda una vida contra la tortura
La neur¨®loga Inge Genefke ha inspirado la premiada pel¨ªcula de Isabel Coixet por su dedicaci¨®n a la curaci¨®n de las v¨ªctimas
"Al principio ¨¦ramos cuatro m¨¦dicos daneses tratando de curar a los refugiados que llegaban destrozados por la tortura", recuerda Inge Genefke. Esta neur¨®loga danesa de casi 68 a?os fund¨® en 1974, con otros tres colegas, el Consejo Internacional para la Rehabilitaci¨®n de las V¨ªctimas de la Tortura (IRCT, en sus siglas en ingl¨¦s). Ahora, esta organizaci¨®n no gubernamental, la ¨²nica de alcance mundial radicada en Copenhague, mantiene una red de casi 4.000 m¨¦dicos en 34 pa¨ªses de todos los continentes, dedicados a curar los tremendos da?os f¨ªsicos, psicol¨®gicos y sociales que sufren las v¨ªctimas de tortura. "Es peor que la muerte", dice Genefke, "porque morir, se muere una vez, pero cuando te torturan es como si murieras mil veces". Cada a?o, en los 200 centros de esta red son atendidas unas 100.000 personas. "Muchos de ellos, ni?os. Se vuelven adultos de un plumazo, porque sus padres se quedan tan debilitados por la tortura que no pueden hacer nada. A veces, los ni?os se sienten culpables", describe Genefke en un hotel madrile?o.
Tal vez les suene su nombre. Si han visto la pel¨ªcula La vida secreta de las palabras, de la directora espa?ola Isabel Coixet, Genefke es el nombre de la plataforma petrol¨ªfera donde nace el amor entre Josef y Hannah, encarnados por Tim Robbins y Sarah Polley. Inge es precisamente el nombre del personaje tranquilo pero endurecido al que da vida Julie Christie. No son casualidades. La cineasta, cuya pel¨ªcula se ha llevado cuatro Goyas en la ¨²ltima edici¨®n de estos premios del cine espa?ol, se ha inspirado en la mujer original para crear esta historia sobre la supervivencia de personajes arrasados por el mal causado por otros seres humanos. El filme es todo un homenaje a la danesa y, de hecho, est¨¢ dedicado a ella. Esta semana, ambas se han reunido frente a los espectadores madrile?os para dar cuenta de esta amistad, en una mesa redonda del programa Ellas crean como parte de las celebraciones de la Semana de la Mujer.
"Al principio no sab¨ªamos nada, pero poco a poco hemos ido aprendiendo todo sobre la tortura. Cr¨¦ame, ya nada me puede sorprender", explica Genefke con voz suave, incluso cuando describe algunas formas horribles de tortura. "Pero hay algo muy bueno, y es que ahora podemos no s¨®lo curar a las v¨ªctimas y a sus familias, sino probar legalmente estas torturas y llevar a los torturadores a los tribunales", contin¨²a. "No a todos, porque si no hundir¨ªamos las econom¨ªas de sus pa¨ªses; son tantos... Pero s¨ª a los que dieron las ¨®rdenes, los grandes torturadores".
La combinaci¨®n de la labor de los m¨¦dicos y los abogados es para ella una de las claves a la hora de sacar a la luz "toda la tortura en el mundo y acabar con esta lacra de la humanidad". Para ello, el IRCT ha puesto en marcha el "protocolo de Estambul", un programa en el que han participado 244 profesionales de la salud y a 123 especialistas en leyes en los centros de esta organizaci¨®n en Marruecos, M¨¦xico, Georgia, Uganda y Sri Lanka. "Gracias a eso disponemos de abundante documentaci¨®n, que cualquiera puede consultar en nuestra p¨¢gina web [www.irct.org], sobre qu¨¦ tiene que hacer un abogado para llevar a t¨¦rmino un proceso por tortura y c¨®mo puede reconocer un m¨¦dico los s¨ªntomas y da?os para elaborar un certificado con el que la v¨ªctima pueda acudir a los tribunales". La organizaci¨®n pone a disposici¨®n de quien los pida, gratuitamente, m¨¢s de 50.000 documentos sobre distintos aspectos de la tortura.
"Isabel ha hecho algo importante con su pel¨ªcula para sacar a las v¨ªctimas del olvido", dijo Genefke en la mesa redonda celebrada en la Filmoteca Espa?ola, previa a un pase del filme. La cineasta apoy¨® a la neur¨®loga: "En mi pel¨ªcula, Hannah [violada y torturada durante la guerra de los Balcanes] consigue superar los fantasmas de su pasado gracias a la confianza de otra persona. Saber que hay gente con Inge en el mundo me da esperanza. No estamos tan solos".
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