Vituperio del derbi
Ayer hubo un derbi de cuyo resultado no logro acordarme. El diccionario dice que derbi es un "encuentro, generalmente futbol¨ªstico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen permanente rivalidad". Vale. Lo malo es la interpretaci¨®n que hace mucha gente de la palabra 'rivalidad'. Como todo el mundo sabe, hay forofos que son dogm¨¢ticos, plastas, asilvestrados, montaraces, huestes de Atila, hordas talibanas. En numerosas ocasiones, esas cualidades van acompa?adas de dosis et¨ªlicas extremas. Menos mal que sigue habiendo gran cantidad de seguidores que se tragan los fracasos con cabreo, pero tambi¨¦n con elegancia. Y no van berreando como energ¨²menos y espantando a la clientela de los bares. En todo caso, se permiten alg¨²n lamento filos¨®fico.
Existen multitud de buenas amistades entre seguidores del Atl¨¦tico y del Real Madrid. Es la rivalidad entendida en el sentido m¨¢s noble de la palabra. Y es tambi¨¦n la prueba de que hay mucha gente a la que le gusta el balompi¨¦ por encima de partidismos. Conozco a unos cuantos merengues que felicitan efusivamente y sin sorna a los colchoneros cuando se lo merecen, y viceversa. Conozco a bastantes madridistas que son, a la vez, seguidores especulativos del Barcelona y del Atl¨¦tico de Madrid, a la vez. Conozco, incluso, a personajes ex¨®ticos que a lo largo de la Liga van cambiando de equipo de forma natural por razones extra?as. Hay otros siempre contentos porque siempre van con el que gana. Por el contrario, cantidad de aficionados gozan m¨¢s con la derrota del eterno rival que con la victoria propia. Eso es un desatino existencial, una obsesi¨®n que los psiquiatras debieran investigar.
Sea lo que fuere, las autoridades competentes habr¨ªan de tener en cuenta a los millones de ciudadanos a quienes no les gusta el f¨²tbol y se ven atormentados a todas horas por el esf¨¦rico, que se ha convertido en una instituci¨®n omnipresente, cuando lo que se le pide es que sea, simplemente, un deporte apasionante, s¨ª, pero s¨®lo un deporte. Y tambi¨¦n a los que miran al balompi¨¦ con gusto, pero sin histerias. El f¨²tbol puede ser un entretenimiento para los ciudadanos de firmes convicciones: los que no creen en nada, los agn¨®sticos. Pero un derbi no es un baile de descerebrados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.