Alicante y Elche, tan cerca y tan distantes
Los proyectos de expansi¨®n de ambos municipios se ignoran y el plan del ¨¢rea metropolitana lleva 10 a?os sin ver la luz
Las ciudades de Alicante y Elche siguen sin mirarse a la cara. S¨®lo a veces se observan de reojo. Alicante tiene la mirada perdida. Su Ayuntamiento, en los planes estrat¨¦gicos de expansi¨®n, no ve un palmo m¨¢s all¨¢ del moj¨®n de su territorio. El desinter¨¦s es absoluto. Elche tiene los ojos irritados en su relaci¨®n con Alicante y echa vistazos de desconfianza a la capital desde su fervor localista, calentura que puede alcanzar su punto ¨¢lgido en primavera, cuando la Dama se exponga en la ciudad. Este es un diagn¨®stico precoz que puede decodificarse de las alegaciones que ambos municipios han presentado al Plan de Acci¨®n Territorial de los Entornos Metropolitanos de Alicante y Elche (PATEMAE), un proyecto del Consell que este a?o cumple una d¨¦cada sin ver la luz.
Quiz¨¢ el proyecto no haya visto a¨²n la luz porque el tratamiento recetado por el Consell a un ¨¢rea metropolitana bipolar -en Espa?a no hay ning¨²n entorno tan peculiar, con dos grandes ciudades a s¨®lo 20 kil¨®metros de distancia- no haya sido el adecuado. El Consell no ha impedido que Alicante se dejara arrastrar por el urbanismo del promotor, ninguneando su plan general hasta el punto de despedir al redactor del nuevo planeamiento, y ahora precisar¨ªa cirug¨ªa para quitarse la catarata que le impide planificar su futuro y ver las sinergias de su entorno. El tratamiento a Elche del Gobierno valenciano en este proyecto se ha limitado a la aplicaci¨®n de un colirio contra el escozor que produjo a los ilicitanos el nombre inicial del proyecto de ¨¢rea com¨²n: Plan de Acci¨®n Territorial del Entorno Metropolitano de Alicante (PATEMA). La dosis consisti¨® en a?adir una E de Elche al final de las siglas del plan.
El alcalde de Elche, el socialista Diego Maci¨¤, exige que el plan territorial incorpore todo el entorno de la ciudad, no s¨®lo la parte que pretende el Consell. Seg¨²n el regidor, el plan estrat¨¦gico de Elche, Futurelx, prev¨¦ una realidad muy distinta a la que ha pintado el Consell: "No se trata de estar de espaldas con Alicante, pero tampoco de impedir que Elche mire a zonas con las que est¨¢ especialmente vinculada: todo el Baix Vinalop¨® y algunos municipios de la comarca de la Vega Baja lim¨ªtrofes con Elche". Maci¨¤ pone el dedo en la llaga en el desinter¨¦s de Alicante con el proyecto com¨²n. Elche, asegura, ha ejecutado la parte que le corresponde del principal eje vertebrador en ambas ciudades, la V¨ªa Parque. "Pero Alicante mantiene paralizado su tramo de vial porque no ha concluido las expropiaciones". El alcalde sostiene que ambas ciudades no pueden seguir de espaldas. "La cercan¨ªa y las infraestructuras propician acercamientos que ir¨¢n a m¨¢s", aunque todav¨ªa se "est¨¢ muy lejos", comenta, de la idea de mercado ¨²nico de vivienda o de trabajo.
Hoy, quienes utilizan sin complejos las ciudades como una verdadera ¨¢rea metropolitana, son personas que no son ni de una ciudad ni de la otra. Un ejemplo: Un ejecutivo aragon¨¦s de una empresa radicada en Elche vive en Alicante junto al mar, en el Cabo de las Huertas, con su familia. Su hija est¨¢ escolarizada en un colegio de Torrellano, a mitad de camino entre ambas ciudades. Normalmente, hace las compras en Alicante y, con frecuencia, acude con su familia a pasear a Elche, porque esa ciudad, dice, es m¨¢s agradable y limpia que la capital. Otro: un profesor manchego de la Universidad de Alicante vive en el t¨¦rmino de Elche, sus hijos est¨¢n escolarizados en Alicante, realiza las compras b¨¢sicas en Elche y suele moverse con la familia por la capital alicantina, sobre todo los fines de semana.
El Ayuntamiento de Alicante, gobernado por el PP, no ha puesto tantos reparos como Elche al PATEMAE. El principal es que varias zonas que el documento supramunicipal prev¨¦ proteger por su valor ambiental y paisaj¨ªstico est¨¢n destinadas en el avance del nuevo plan general de Alicante a la ampliaci¨®n de los pol¨ªgonos industriales de las Atalayas y el Pla de la Vallonga.
La Consejer¨ªa de Territorio y Vivienda ha dado en los ¨²ltimos meses un impulso al PATEMAE. Pero se encontr¨® con una documentaci¨®n desfasada. Cuando en 1995 el ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana liquid¨® el proyecto del Tri¨¢ngulo Alicante-Elche-Santa Pola (premio CEOE a la mejor acci¨®n planificadora espa?ola en 1992) encarg¨® y pag¨® un pu?ado de estudios hoy totalmente desfasados. Cristina Serrano, secretaria auton¨®mica de Territorio y Medio Ambiente, admite que el plan es "muy antiguo y obsoleto". "Hemos tenido que actualizarlo y creo que en un mes y medio estaremos en condiciones de presentar el nuevo PATEMAE. Ahora se ha terminado la fase de audiencia a los ayuntamientos y se han recogido la mayor parte de sus alegaciones", informa Serrano. Sobre el principal reparo de Elche, la no inclusi¨®n de los municipios lim¨ªtrofes de la Vega Baja, la responsable auton¨®mica asegura que esa "alegaci¨®n filos¨®fica de Elche no se acepta", porque la Vega Baja ya tiene en marcha un plan de acci¨®n territorial propio.
A grandes rasgos, Serrano explica que la idea del Consell es favorecer una compensaci¨®n de las actividades: que Elche sea m¨¢s tur¨ªstico de lo que es y Alicante m¨¢s industrial. Sin duda las infraestructuras son el principal elemento que puede acortar la distancia entre ambas ciudades. El PATEMAE aprecia, a nivel interregional y nacional, que la conexi¨®n prevista del ¨¢rea metropolitana con la red AVE es el factor m¨¢s relevante. Propone una conexi¨®n mediante nuevos trazados y reconversi¨®n de algunos actuales, de forma que se garantice la triple opci¨®n Alicante-Madrid, Murcia-Elche-Madrid y su interconexi¨®n Alicante-Elche con punto de conexi¨®n en el aeropuerto. Asimismo, esta previsi¨®n contempla la creaci¨®n de una nueva estaci¨®n pr¨®xima a Elche y Crevillent, as¨ª como la potenciaci¨®n de la estaci¨®n central de Alicante. Resalta el proceso de cambio de la l¨ªnea costera de FGV, para introducir progresivamente un sistema tranviario metropolitano, cuyas fases de desarrollo se incorporan al PATEMAE.
Sobre la ordenaci¨®n territorial, el plan opta por formalizar las tendencias y localizaciones de los desarrollos urbanos m¨¢s favorables a modo de criterios territoriales. Tambi¨¦n se realizan propuestas para preservar suelos estrat¨¦gicos, con el objeto de facilitar la instalaci¨®n futura de equipamientos supramunicipales, especialmente los de car¨¢cter log¨ªstico e industrial, como dinamizadores de inter¨¦s para la actividad productiva. La ordenaci¨®n del plan incide en la importancia de los suelos de valor estrat¨¦gico que se generar¨¢n con las actuaciones en infraestructuras y otros elementos de organizaci¨®n territorial y que har¨¢n posible acoger dotaciones de nivel supramunicipal.
Sobre los suelos no urbanizables, el PATEMAE explica que el proceso de expansi¨®n urbana y la extensiva ocupaci¨®n del suelo rural producida por la edificaci¨®n diseminada, hace preciso formular criterios y condiciones limitadoras. No s¨®lo como medida de protecci¨®n del paisaje sino tambi¨¦n como acci¨®n de reserva de un bien necesario utilizado en muchos casos indiscriminadamente. El plan establece una relaci¨®n de categor¨ªas y criterios delimitados para favorecer la optimizaci¨®n de los nuevos emplazamientos, como son los crecimientos urbanos y otras actividades que presumiblemente se implantar¨¢n en este ¨¢mbito.
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