Los divorcios se duplican en Euskadi tras la aplicaci¨®n desde julio de la nueva ley

Los juzgados de familia de Bilbao, Barakaldo, Vitoria y San Sebasti¨¢n tramitaron durante el primer semestre del pasado a?o 814 divorcios. Esta cifra se duplic¨® con creces en el segundo semestre, que sum¨® 1.862 rupturas definitivas. La raz¨®n de este vuelco en las estad¨ªsticas se encuentra en la reforma de la ley del divorcio de 1981, que entr¨® en vigor el pasado mes de julio y que permite el acceso directo al divorcio a los tres meses de casarse sin la obligaci¨®n de la separaci¨®n previa. Por su parte, las separaciones pasaron de 1.119 a 270, lo que supone un descenso del 76%.

"La mayor¨ªa de las parejas acude ahora directamente al divorcio, porque el hecho de no pasar por el proceso de separaci¨®n les ahorra tiempo y dinero", comenta la abogada de familia Lourdes Emparanza. La nueva norma recoge que s¨®lo ser¨¢ necesario que transcurran tres meses desde que se formaliz¨® el matrimonio para solicitar directamente el divorcio, aunque quien lo desee puede pasar por el tr¨¢mite previo de la separaci¨®n. Antes, sin embargo, era obligatorio pedir primero la separaci¨®n y esperar un a?o para demandar el divorcio.

"Un alto porcentaje de gente no llegaba a divorciarse por el coste econ¨®mico y la falta de tiempo", apunta el presidente de la Asociaci¨®n vizca¨ªna de padres y madres separados (Abipase), Pedro D¨ªez. Emparanza confirma esta tendencia. "Quien se divorciaba era, normalmente, porque iba a contraer de nuevo matrimonio o porque ten¨ªa una situaci¨®n de conflicto emocional que no le dejaba vivir", comenta.

La letrada, en cualquier caso, aclara que "el proceso de divorcio en s¨ª, en funci¨®n de cada juzgado, tiene unos tiempos de espera que no son precisamente m¨¢s cortos que antes". Calcula que puede durar una media de cinco meses, aunque insiste en que depende de la carga de trabajo de cada juzgado.

En este sentido, la directora de Relaciones con la Administraci¨®n de Justicia del Gobierno vasco, Inmaculada de Miguel, no ve de momento necesario crear nuevos juzgados encargados de temas de familia. Ahora bien, s¨ª cree que habr¨¢ que hacer "un seguimiento especial" del funcionamiento de los existentes en los pr¨®ximos meses, una vez que se conozca "en profundidad" el impacto de la reforma de la legislaci¨®n civil, as¨ª como el porcentaje de rupturas que se tramita ante los juzgados de violencia contra la mujer, que hasta ahora es "bajo".

La mayor¨ªa de las separaciones y los divorcios, que, en conjunto, aumentaron casi un 14% del 2004 al 2005, se produce de mutuo acuerdo. Si las rupturas son conflictivas, el r¨¦gimen de visitas a los hijos y la pensi¨®n alimenticia siguen siendo los principales asuntos de disputa entre las parejas, seg¨²n explica Mirari Bergara, trabajadora social de la Asociaci¨®n guipuzcoana de padres y madres separados (Agipase).

Las rupturas se dan en todas las franjas de edad, pero las asociaciones han constatado un aumento entre las parejas de 26 a 35 a?os y entre las de 45 a 65 a?os. En este ¨²ltimo caso, atribuyen la subida a la mayor solvencia econ¨®mica de las mujeres.

"La infidelidad y los problemas de convivencia" siguen siendo las principales razones para poner fin a las relaciones, indica Bergara. Emparanza revisa su experiencia profesional y alude a "una falta de proyecto de vida en com¨²n". "Cuando estamos enamorados, trastocamos la realidad y no hablamos de ese proyecto, de lo que hay que hablar, por ejemplo, de dinero. Yo recomiendo hablar con claridad de los asuntos econ¨®micos y, a poder ser, pactar el r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes antes de casarse, para no mezclar el amor con el dinero", remarca.