Ali Farka Tour¨¦, el gran 'bluesman' de ?frica
El guitarrista defendi¨® siempre las ra¨ªces africanas del 'blues'
Ali Farka Tour¨¦, uno de los grandes m¨²sicos de ?frica, falleci¨® en Bamako, la capital de Mal¨ª, en la madrugada del martes mientras dorm¨ªa. Ser¨¢ enterrado en Niafunk¨¦, el pueblo en el que viv¨ªa, en la regi¨®n de Tombuct¨², a orillas del r¨ªo N¨ªger.
Ali Farka Tour¨¦ sol¨ªa referirse a su tierra como el lugar "donde naci¨® la m¨²sica". Ten¨ªa muy claro que la tradici¨®n del blues hab¨ªa nacido all¨ª, en la cultura de los pueblos del Sahel.
Naci¨® en 1939, pero se desconoce la fecha exacta porque entonces no hab¨ªa la costumbre de registrar los nacimientos. Su madre le puso el nombre de Farka -que significa burro en idioma bambara- por su aguante y su tozudez.
En 1956 descubri¨® que quer¨ªa tocar la guitarra y contar historias. Fue al ver a Keita Fodeba, director del ballet africano. Aunque el primer instrumento que manej¨® Ali Farka Tour¨¦ no era una guitarra, sino una especie de viol¨ªn de una cuerda, que ¨¦l mismo tuvo que fabricarse. Hasta 1968 no pudo comprar su primera guitarra. Y aprendi¨® sin maestro.
Antes de ganarse la vida como m¨²sico, condujo un taxi por las calles de Bamako y trabaj¨® en la radio estatal como t¨¦cnico de sonido y miembro de la orquesta. Por aquellos d¨ªas, Mal¨ª era todav¨ªa una colonia francesa.
La m¨ªtica ciudad de Tombuct¨² sirvi¨® de inspiraci¨®n al disco que Ali Farka Tour¨¦ grab¨® con el guitarrista californiano Ry Cooder Talking Timbuktu. Lo public¨® en el sello independiente World Circuit el ingl¨¦s Nick Gold, que a?os despu¨¦s iba a ser el impulsor de Buena Vista Social Club, y gan¨® un premio Grammy en 1995. Antes, en 1992, Ali Farka hab¨ªa compartido con Taj Mahal The source.
Despu¨¦s de sus giras por Europa y Estados Unidos, regresaba a sus quehaceres en el campo. La gran pasi¨®n de este hombre corpulento, por encima incluso de la m¨²sica: cultivar varias hect¨¢reas de una tierra seca de la que lograba extraer arroz, limones o mangos. Sol¨ªa anunciar a menudo la retirada con el fin de dedicarse exclusivamente a sus tareas como agricultor. En una granja, a la que se accede por un polvoriento camino de cabras, sin electricidad ni tel¨¦fono, rodeado de sus 12 hijos.
Contaba que el don de la m¨²sica lo hab¨ªa recibido de los djinn, los esp¨ªritus del r¨ªo N¨ªger. Y siempre se sinti¨® pr¨®ximo a su querido John Lee Hooker. Aunque dec¨ªa que Hooker no era un americano, sino un africano en Am¨¦rica, y que los negros que est¨¢n en Am¨¦rica han llevado all¨ª una cultura de la que han perdido la historia, y de la que desconocen las fuentes, las ra¨ªces, el tronco. "Cuando me dicen blues, yo les digo diarou, baudi, dondo o takamba; ¨¦sas son las aut¨¦nticas denominaciones, las ra¨ªces mismas de lo que llaman blues", dec¨ªa.
Ali Farka Tour¨¦ ha muerto el mismo d¨ªa en que el productor Nick Gold viajaba desde Londres hasta Mal¨ª para entregarle la estatuilla del Grammy que gan¨® este a?o por In the heart of the moon, grabado con su compatriota Toumani Diabat¨¦. La kora -arpa de ?frica Occidental- de Diabat¨¦ y la guitarra ac¨²stica de Tour¨¦. En 1999, tambi¨¦n junto al r¨ªo, en un estudio m¨®vil, con un generador el¨¦ctrico -para paliar los problemas de suministro- y varios cientos de metros de cable se gest¨® el disco Niafunk¨¦. De vez en cuando, Ali Farka se iba a echar una ojeada a la cosecha de arroz o a comprobar el funcionamiento de una bomba de agua. Lo cont¨® en una entrevista a EL PA?S. "Cuando escucho el fluir del r¨ªo, siento que las olas son las palabras. Tienes que vivir cerca de un r¨ªo para entender lo que es, pero puedes hacerte una idea escuchando esta m¨²sica". En la revista Les Inrockuptibles lo definieron como "el hombre que lleva el nombre de un burro y tiene el alma de un pr¨ªncipe".-
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