Influir
A los empresarios si se les quita la libertad se quedan en nada. A veces nos preguntamos ?por qu¨¦ las empresas y los empresarios no tienen buena imagen? Para responder habr¨ªa que explicar por qu¨¦ los empresarios, que dominan las t¨¦cnicas de venta y promoci¨®n de sus productos no aciertan a conseguir que su papel en la sociedad sea reconocido con toda su importancia. Como casi siempre, los primeros responsables son los protagonistas. Absortos en otros temas secundarios, han desatendido su capacidad de influir, no por su dinero ni por su poder, sino por la credibilidad y por la aportaci¨®n de valores al conjunto social en el que se desenvuelven.
Recientemente han sucedido tres acontecimientos relevantes que afectan al mundo empresarial. La Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV) ha visto confirmada la sentencia que le obliga a devolver unas cantidades, que proced¨ªan de la gesti¨®n inadecuada de los cursos de formaci¨®n. No voy a entrar en el fondo de una cuesti¨®n que lleva a?os estudi¨¢ndose en los juzgados correspondientes y sobre la cual se ha dictado sentencia definitiva. Hay una cosa clara: la credibilidad del mundo empresarial ha resultado da?ada, por un proceso que se alarg¨® demasiado.
En las elecciones de las C¨¢maras de Comercio se ha producido una extra?a a?agaza, que ha afectado al empresario Mario Mariner porque alguien ha pretendido interpretar que se postulaba como candidato a la presidencia de la C¨¢mara de Comercio de Valencia. Es leg¨ªtimo y nunca censurable que un empresario, con reconocida trayectoria, d¨¦ a conocer sus puntos de vista acerca de las entidades e instituciones a las que pertenece y representa. Ignoro las razones de sus manifestaciones y su oportunidad, pero defender¨¦ siempre su derecho a expresar su opini¨®n libremente y con plena responsabilidad. Lo que hace falta es que no s¨®lo uno, sino muchos lo hagan para enriquecer el debate y llegar a las conclusiones eficaces y positivas que necesita el mundo empresarial.
Tambi¨¦n ha sido preocupante para bastantes empresarios el desenlace de las elecciones a presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Empresarios (CEOE), que ha tenido como colof¨®n la reelecci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, sin candidatura alternativa. Es elocuente la retirada del presidente de Fomento del Trabajo Nacional -gran patronal catalana-, Joan Rosell; la ausencia de empresarios de Catalu?a en los ¨®rganos rectores de CEOE y que, despu¨¦s de muchos a?os, no haya ning¨²n vicepresidente catal¨¢n. Estos vac¨ªos significados anuncian un cisma empresarial con ra¨ªces pol¨ªticas, que ciertamente nos puede afectar.
Los empresarios est¨¢n obligados a dar ejemplo con su comportamiento. En muchas ocasiones se erigen en guardianes de los derechos esenciales de una sociedad en la que tienen un papel relevante. Ram¨®n Tr¨ªas Fargas escribi¨® que "en Espa?a, el enemigo primero de Tirios y Troyanos ha sido siempre el hombre que piensa libremente y act¨²a en conciencia. En definitiva, el hombre que tiene libertad y pretende usarla". Es cierto que en Espa?a una opci¨®n liberal nunca ha obtenido buenos resultados en las urnas, porque incluso contraviene las normas internas de funcionamiento de los partidos pol¨ªticos. Lamentablemente, los conceptos de tolerancia, respeto a los dem¨¢s, pluralidad, condescendencia y objetividad, no est¨¢n en auge. Asistimos al resurgimiento de la ortodoxia, las sectas, los dogmas y los conceptos simplistas de que todo es negro o blanco, pero sin matices. Proliferan los inquisidores y los medidores en una ¨¦poca en las que esas opciones deber¨ªan haber quedado superadas para siempre. Sabemos ad¨®nde conducen las posiciones extremas en un panorama pol¨ªtico en el que el debate ideol¨®gico ha sido sustituido por una operaci¨®n de marketing electoral. Con el agravante de que la masa social sigue siendo proclive a los planteamientos viscerales, sin que se adviertan las consecuencias de olvidar que en Espa?a deber¨ªan caber todos los espa?oles sin excepci¨®n y que todos tienen derecho a que se les respete su identidad.
En la Comunidad Valenciana los empresarios no acaban de desempe?ar el papel que les corresponde ni tienen la imagen que se merecen. Agentes econ¨®micos de insustituible calado en la creaci¨®n de riqueza y elementos b¨¢sicos para dotar de estabilidad al sistema econ¨®mico, no pueden estar supeditados a los cambios pol¨ªticos ni estos vaivenes deben afectar a su actividad. Los pol¨ªticos pasan y los empresarios permanecen, o debieran permanecer en m¨¢s ocasiones, para que las unidades de negocio alcancen mayor recorrido. La libertad es el principio b¨¢sico e irrenunciable de la actividad empresarial. Si admitimos que puede ser sustituida por otras sinrazones, estamos cavando la tumba de un talante, universalmente reconocido, que ha hecho avanzar el mundo tal como es. Hay principios que son susceptibles de ser modificados, pero la libertad s¨®lo admite una lectura rigurosa y la inevitable necesidad de pagar su precio.
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