L¨®pez Caro pide valent¨ªa

"No me gustar¨ªa estar en su piel". El comentario de un empleado del Madrid iba dirigido al hombre que ayer se subi¨® al avi¨®n que lo llev¨® a Londres como quien se sube a la tabla que conduce al mar de los tiburones. Un pliegue ondulado doblaba permanentemente la frente de L¨®pez Caro en dos mitades asim¨¦tricas. El entrenador del Madrid llevaba escrito en el rostro su interinidad y su doble ratificaci¨®n, s¨ªmbolos del vertiginoso trayecto del equipo en los ¨²ltimos meses y de su precaria posici¨®n. Ayer viaj¨® a Londres acompa?ado por un grupo de jugadores que lo observan como halcones. Se llev¨® la agenda cargada de unos tr¨¢mites que le resultan de lo m¨¢s desagradables. El m¨¢s escabroso de todos es el papel que otorgar¨¢ a Ronaldo, cuya participaci¨®n en el partido de hoy contra el Arsenal sigue siendo un misterio bien guardado por el entrenador. "Claro que tengo decidida la alineaci¨®n", dijo L¨®pez Caro. Y se guard¨®: "Si todo va bien".

L¨®pez Caro, al que hace un mes el Madrid se plante¨® renovar contrato, habl¨® en la conferencia de prensa oficial con la serenidad ahogada de los hombres que se est¨¢n jugando el futuro. Si elige dar la titularidad a Ronaldo lo har¨¢ con la convicci¨®n de que no hace lo que debe sino lo que las circunstancias le imponen. Si elige mandar al brasile?o al banquillo, o a la grada, sentir¨¢ que se realiza su sue?o de entrenador justiciero pero vivir¨¢ las horas previas al partido cargado de miedo al descr¨¦dito. L¨®pez Caro est¨¢ convencido de que castigar a Ronaldo es lo m¨¢s justo que puede hacer con el jugador. Considera que ya le dio suficientes oportunidades y que el delantero no le respondi¨®. Sobre todo, en el partido de ida, cuando el brasile?o no hizo lo que deb¨ªa. Para prescindir de su estrella cuenta con la marcha del presidente dimisionario Florentino P¨¦rez, m¨¢ximo valedor del brasile?o, y con el apoyo de la parte m¨¢s nost¨¢lgica del vestuario.

Hace una semana el t¨¦cnico dijo que el Madrid hab¨ªa cometido "tres errores" desde que ¨¦l lo dirige. El primero en Zaragoza, en la Copa, el segundo contra el Arsenal, en la ida de Champions, y el tercero en Mallorca en Liga. Sobre el partido contra el Arsenal apunt¨® una particularidad: al equipo le falt¨® "actitud".

La derrota (0-1) ante el Arsenal, hace dos semanas, aboc¨® al Madrid a una gesta hist¨®rica. En Copa de Europa el equipo nunca ha remontado un resultado adverso en el Bernab¨¦u. El ¨²nico antecedente se remonta a la temporada 1970-71, en la Recopa, cuando el Madrid debi¨® superar en Innsbruck un 0-1 inicial ante el Wacker.

Tras la derrota ante el Arsenal, la primera sufrida a manos de un equipo ingl¨¦s en Chamart¨ªn, L¨®pez Caro se reuni¨® con algunos de sus colegas del club y lleg¨® a la conclusi¨®n, tras horas de debate, que todo se debi¨® a un problema de falta de coraje. Sustituir a Mej¨ªa por Bravo fue la primera medida que adopt¨® al respecto. Quitar a Ronaldo y Robinnho fue la siguiente. Antes del partido contra el Atl¨¦tico asegur¨® que quer¨ªa jugadores "de club" que fueran "valientes". Luego dijo que quer¨ªa "hombres" y no "nombres". Al parecer, piensa que Ronaldo no demuestra el compromiso suficiente. Cicinho puede ser otra de sus v¨ªctimas. Hoy el entrenador baraja la posibilidad de darle la titularidad a Salgado. Y dice que ante

Ayer L¨®pez Caro respondi¨® con evasivas las m¨¢s de las veces y desminti¨® categ¨®ricamente que le prometiera a Ronaldo la titularidad en Highbury a cambio de su suplencia en el derby. "Quien diga eso", repiti¨®; "miente como un bellaco".

Al parecer, L¨®pez Caro cree que el Madrid tiene problemas relacionados con la moral m¨¢s que con el juego, en sentido estricto. Cuando habla, el hombre sacrifica los aspectos concretos del f¨²tbol para girar en torno a ideas abstractas como la valent¨ªa, la hombr¨ªa o la intensidad. Esta postura no es completamente compartida por otros empleados del Madrid que creen que en el encuentro de ida lo que le falt¨® al equipo, agotado tras la remontada fallida ante el Zaragoza, fueron "piernas".

La alineaci¨®n que hoy ponga en el campo el Madrid depender¨¢ en buena medida de la salud de Zidane, que s¨®lo se ha podido entrenar ayer tras sufrir un golpe en su pierna izquierda, en el partido del s¨¢bado pasado.