Desaf¨ªo total

El Madrid no encontrar¨¢ mejor escenario que el viejo Highbury para afrontar su enorme desaf¨ªo. Jugar¨¢ frente al Arsenal en una situaci¨®n casi desesperada. Perdi¨® en el primer partido (0-1), se aboc¨® a una formidable crisis institucional con la dimisi¨®n de su presidente y se mide al Arsenal con la obligaci¨®n de vencer. O eso, o nada. La perspectiva de una temporada sin t¨ªtulos es m¨¢s dram¨¢tica que nunca. Ser¨ªa la tercer consecutiva, periodo de sequ¨ªa que se desconoce en el Madrid desde el fichaje de Di St¨¦fano. La situaci¨®n de provisionalidad agrava la situaci¨®n. Es una provisionalidad general. Afecta al entrenador, a la mayor parte de una plantilla cada vez m¨¢s cuestionada y al presidente, que comienza su mandato con divisiones en la junta directiva y sin demasiado margen de maniobra. La eliminaci¨®n colocar¨ªa todas las piezas del club en un estado casi insostenible.

Florentino P¨¦rez no dio a su sucesor la posibilidad de arrancar en condiciones medianamente aceptables. Decidi¨® abandonar en un momento cr¨ªtico de la instituci¨®n. Lejos de acompa?ar al equipo en su crucial partido de Londres, Florentino P¨¦rez dej¨® toda la responsabilidad en manos de los jugadores, a los que acus¨® de falta de compromiso con el Madrid. A ellos les corresponde levantar una eliminatoria muy complicada frente a un rival m¨¢s que estimable. El Arsenal, como el Madrid, est¨¢ en un periodo de transici¨®n, pero con la serenidad que procura un club estable, con un entrenador que dirige el equipo desde hace diez a?os y con unos j¨®venes jugadores que comienzan a dar la medida de su calidad. Y con Thierry Henry, demoledor en el partido de Chamart¨ªn. Si el encuentro de Highbury reproduce las condiciones del primer duelo, el Madrid estar¨¢ perdido. Fracas¨® en todas las l¨ªneas y s¨®lo encaj¨® un gol por la extraordinaria actuaci¨®n de Casillas.

Est¨¢ bien que sea Highbury el escenario de este partido trascendental, uno que bien pod¨ªa haber sido un cl¨¢sico del f¨²tbol. Al Arsenal le sobran historia y t¨ªtulos, pero le falta la Copa de Europa. Es el equipo de Herbert Chapman, el inventor de la c¨¦lebre WM, la t¨¢ctica que revolucion¨® el f¨²tbol antes de la Segunda Guerra Mundial, y tambi¨¦n es el equipo que transform¨® su aburrida eficacia en una brillante propuesta futbol¨ªstica. Su autor: Arsene Wenger, el entrenador preferido de Florentino P¨¦rez. Wenger ha dado glamour y mucho t¨ªtulos al Arsenal, al que se le queda peque?o Highbury, una belleza de estadio, con su legado art dec¨® en las tribunas y su magn¨ªfico reloj en uno de sus fondos. Highbury cerrar¨¢ sus puertas este a?o. A este campo legendario acude el Madrid para intentar la haza?a.

El Madrid tiene un mal resultado, pero una buena trayectoria en sus enfrentamientos con los equipos ingleses, al menos en los ¨²ltimos a?os. Tiene que ganar y tiene los jugadores para hacerlo. ?Lo sabr¨¢ L¨®pez Caro? El partido tambi¨¦n le examina. Frente al Atl¨¦tico excluy¨® a Ronaldo del equipo. Luego le compar¨® con Pav¨®n. Pero la realidad es diferente. Ronaldo ha sido el m¨¢ximo goleador del Madrid en cada una de sus temporadas, tiene m¨¢s experiencia que nadie en los grandes partidos y dispone de una cualidad b¨¢sica: es capaz de generarse el gol por su cuenta. El recuerdo de su fascinante actuaci¨®n en Old Trafford, frente al Manchester, todav¨ªa pesa en Inglaterra. Lo que no se sabe es si pesa en la memoria de L¨®pez Caro.