El juez culpa del 11-M a una c¨¦lula islamista local conectada con Irak, Francia, B¨¦lgica e Italia
El juez Juan del Olmo ultima el auto de procesamiento por los atentados del 11-M, en el que culpar¨¢ de la matanza a una "c¨¦lula local" islamista, que ser¨ªa una de las piezas "de una estructura ramificada" internacional tambi¨¦n asentada en Francia, B¨¦lgica, Italia, Marruecos e Irak, entre otros pa¨ªses. La investigaci¨®n ha acumulado una abrumadora cantidad de pruebas que sit¨²an en los escenarios clave del 11-M a los siete terroristas que se suicidaron en Legan¨¦s, a dos de los islamistas presos y a cinco personas a¨²n an¨®nimas. La instrucci¨®n otorga un importante papel en la decisi¨®n y planificaci¨®n del atentado a dos personas, vinculadas al Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM): Youssef Belhadj (a quien B¨¦lgica liga con una red para repatriar a combatientes de Afganist¨¢n) y Hassan El Haski (dirigente del GICM preso).
La pesquisa sobre la mochila bomba desactivada confirm¨® la implicaci¨®n de traficantes de drogas y explosivos
Las huellas dactilares y perfiles de ADN localizados en diferentes escenarios prueban la participaci¨®n de 12 terroristas
Tirando del hilo de la tarjeta, se lleg¨® al piso de Legan¨¦s, donde se suicidaron 7 terroristas
La presencia de los terroristas en Alcal¨¢ se confirm¨® a¨²n m¨¢s al ser hallado el Skoda Fabia
La investigaci¨®n otorga un papel relevante en la decisi¨®n y planificaci¨®n del atentado a Youssef Belhadj y Hassan el Haski
Los autos dictados por Del Olmo para prorrogar la prisi¨®n de nueve de los primeros detenidos por el 11-M, as¨ª como el documento con el que justific¨® el encarcelamiento de El Haski, son las claves de por donde ir¨¢ el auto de procesamiento. Los textos de pr¨®rroga de prisi¨®n no dejan dudas: "La instrucci¨®n judicial ha permitido aflorar una estructura ramificada en un marco internacional, con referentes locales en Espa?a, pero tambi¨¦n en Francia, B¨¦lgica e Italia (por ce?irse al ¨¢mbito europeo), que se ha mostrado muy activa, no s¨®lo en su labor de propaganda radical islamista y en el proselitismo de nuevos adeptos para ser enviados a las zonas en conflicto como Irak, sino en su capacidad para crear presuntas c¨¦lulas terroristas a nivel local europeo destinadas a llevar a cabo acciones terroristas (como las de Madrid)".
Esta red profesa la ideolog¨ªa salafista para aplicar la yihad m¨¢s violenta y se apoya en "entramados de grupos terroristas (como el GICM) para facilitar el traslado, cobijo y protecci¨®n de presuntos miembros de organizaciones terroristas islamistas, dando la cobertura necesaria con documentaci¨®n falsa y dinero para huir del territorio espa?ol (como sucedi¨® tras los atentados en Madrid, en el que varios implicados se dirigieron hacia Francia-B¨¦lgica, hasta ser finalmente perdida su pista)".
B¨¦lgica, seg¨²n Del Olmo y el juez de Bruselas Daniel Fransen, ser¨ªa el eje de un entramado terrorista "cuyo objetivo", asegura Fransen, "ser¨ªa hacer que volvieran a Europa personas que hubieran seguido entrenamientos paramilitares en campos relacionados con Al Qaeda en Afganist¨¢n y extraer de Marruecos islamistas radicales buscados en ese pa¨ªs".
En ese grupo, asentado en la ciudad de Maaseik, estar¨ªa inmerso el marroqu¨ª Youssef Belhadj, quien fue considerado como la persona que se autoidentific¨® en un v¨ªdeo de reivindicaci¨®n del 11-M como "Abu Dojanah al Afgani, portavoz militar de Al Qaeda en Europa". ?ste, adem¨¢s, ha sido vinculado con los atentados de Casablanca y el asesinato del cineasta Theo Van Gogh. Hay un hecho significativo: en noviembre de 2003 (fecha en que Serhane El Tunecino empez¨® a decir que hab¨ªa que castigar a Espa?a por su apoyo a la guerra de Irak) compr¨® otro tel¨¦fono y puso como fecha de nacimiento de su titular el 11 de marzo de 1921: el d¨ªa y el mes del atentado de Madrid y la sura 21, que se?ala: "Se acerca el momento en que los hombres deban rendir cuentas". Belhadj estuvo en Legan¨¦s en febrero de 2004 y se fue de Espa?a d¨ªas antes del 11-M. Con esos tel¨¦fonos antedichos y otros, el grupo de Maaseik estuvo en contacto con 65 tel¨¦fonos de Espa?a.
El grupo belga ten¨ªa relaciones, seg¨²n Fransen, con Rabei Osman el Sayed, El Egipcio, imputado por el 11-M, y Hassan El Haski, Abu Hamza. ?ste estaba inmerso en la ¨¦poca de los atentados de Madrid en una lucha interna en el GICM para hacerse con el liderazgo de la organizaci¨®n. Sus pasos son investigados, adem¨¢s de por Espa?a, por B¨¦lgica, Francia y Marruecos. Un preso en Francia, Attila Turk, asegura que El Haski supo todos los preparativos del 11-M e incluso lo sit¨²a en la esfera organizativa. El Haski y Belhadj estaban supuestamente en la c¨²spide, pero la autor¨ªa material correspondi¨® a la c¨¦lula local. Las pruebas acumuladas, especialmente las huellas dactilares y los perfiles de ADN localizados en los escenarios de la masacre, correspondientes al menos a 12 terroristas, son la mejor forma de reconstruir el 11-M. La mayor¨ªa de estas pruebas fueron obtenidas entre el 11 de marzo de 2004 y el 16 de abril de 2004, con ?ngel Acebes de ministro del Interior.
Las huellas de la matanza comenzaron a revelarse en la Renault Kangoo, matr¨ªcula 0576-BRX, junto a la que el portero de un bloque pr¨®ximo a la estaci¨®n de Alcal¨¢ de Henares vio, a las siete de la ma?ana, a tres sospechosos cargados con mochilas. El portero se lo cont¨® al presidente de su comunidad de vecinos y ¨¦ste llam¨® a la polic¨ªa. El veh¨ªculo fue revisado con un perro polic¨ªa que comprob¨® que "no hab¨ªa peligro de explosi¨®n". La furgoneta fue llevada a la Comisar¨ªa de Polic¨ªa Cient¨ªfica, donde fueron halladas una cinta cor¨¢nica y una bolsa de basura de color azul con siete detonadores y un resto de explosivo.
El an¨¢lisis de la furgoneta llev¨® a saber que esos detonadores y ese resto de explosivo Goma 2 Eco (seg¨²n certific¨® un alto cargo de Uni¨®n Espa?ola de Explosivos) s¨®lo se suministraban de forma conjunta a las minas asturianas de Caolines de Merill¨¦s. Adem¨¢s, en la furgoneta fueron hallados 10 perfiles gen¨¦ticos y 20 huellas. Entre esos restos de ADN estaban los de Abdennabi Kounjaa, Allekema Lamari y Riaat Anouar Asrih. Los tres se suicidaron en Legan¨¦s, tras cometer dos ataques fallidos. Una huella era del argelino huido Daoud Ouhnane. La presencia de un grupo de islamistas en Alcal¨¢ de Henares quedaba a¨²n m¨¢s confirmada cuando fue localizado un Skoda Fabia, matr¨ªcula 3093-CKF, en el que estaba el ADN de Lamari.
Las pruebas siguieron acumul¨¢ndose el mismo 11-M. Ese d¨ªa, dos testigos vieron a varias personas bajarse de los trenes en Vic¨¢lvaro (justo antes de la estaci¨®n del Pozo) y desprenderse de las ropas que llevaban. La Guardia Civil recogi¨® esas prendas, donde estaba el rastro gen¨¦tico de Rifaat Anouar Asrih, Mohamed Oulad Akcha y Abdennabi Kounja (muertos en Legan¨¦s junto a Allekema Lamari, Jamal Ahmidan, Rachid Oulad Akcha y Serhane Ben Abdelmajid) y tambi¨¦n del hoy preso Othman el Gnaout.
La pesquisa sobre la ¨²nica mochila bomba desactivada confirm¨® la implicaci¨®n de una trama de traficantes de drogas y explosivos de la que formaba parte el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras. La mochila, tras un convulso trasiego desde la estaci¨®n del Pozo al Ifema (donde se hab¨ªa instalado el dep¨®sito de cad¨¢veres) hasta acabar en la comisar¨ªa de Puente de Vallecas, estaba cuajada de huellas dactilares, decenas, amontonadas entre s¨ª, seg¨²n los investigadores, imposible de discriminar. Pero el tel¨¦fono y la tarjeta que conten¨ªa llevaron hasta Jamal Zougam, considerado por el juez autor material y conocido de los servicios antiterroristas. Tirando del hilo de la tarjeta, los agentes llegaron al piso de Legan¨¦s, donde se suicidaron siete terroristas el 3 de abril de 2004, un d¨ªa despu¨¦s del atentado fallido contra el AVE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.