"No hay un arte esencial o metaf¨ªsicamente vasco"
Valeriano Bozal (Madrid, 1940), cr¨ªtico, ensayista y catedr¨¢tico de Historia del Arte Contempor¨¢neo en la Universidad Complutense de Madrid, particip¨® el jueves en San Sebasti¨¢n en unas jornadas organizadas por Eusko Ikaskuntza para revisar el arte vasco durante el franquismo, una ¨¦poca en la que los artistas se nutrieron de la vanguardia europea y crearon movidos por su af¨¢n de recuperar la normalidad y resistir al totalitarismo.
Pregunta. ?C¨®mo definir¨ªa el arte vasco de aquella ¨¦poca?
Respuesta. No creo que el arte vasco tenga unas caracter¨ªsticas diferentes del que se hac¨ªa en el resto de Espa?a. Entre Eduardo Chillida, Jorge Oteiza y N¨¦stor Basterretxea y Saura o T¨¤pies veo diferencias de estilo, de intenciones, pero no dependen de lo vasco, sino de los aspectos circunstanciales, locales o comerciales.
"Muchos artistas tuvieron que exiliarse, algunos fueron adem¨¢s eliminados f¨ªsicamente. El franquismo rompi¨® el mundo del arte"
"Las artes pl¨¢sticas ten¨ªan y tienen un p¨²blico limitado y la dictadura se interesaba por perseguir manifestaciones de grandes colectivos"
P. Es decir, que para usted no existe un arte vasco.
R. Creo que no hay un arte espec¨ªficamente vasco si por eso se entiende algo como esencial o metaf¨ªsicamente vasco.
P. ?De qu¨¦ se nutrieron entonces los creadores espa?oles durante el franquismo?
R. De varias fuentes. Por una parte, hab¨ªa una vanguardia internacional que supon¨ªa un modelo para lo que se hac¨ªa en la pen¨ªnsula y, por lo tanto, tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco. Chillida, por ejemplo, evoluciona desde una escultura que tiene que ver con la obra de Henry Moore, igual que Oteiza, hacia otra m¨¢s personal, pero adem¨¢s hay una pretensi¨®n de recuperar la normalidad que la Guerra Civil ha arruinado.
P. ?C¨®mo alter¨® el arte?
R. Muchos artistas espa?oles tuvieron que exiliarse, algunos fueron adem¨¢s eliminados f¨ªsicamente. Y, por decirlo de alguna manera, se rompi¨® el mundo del arte. As¨ª que hubo una pretensi¨®n de suturar esa ruptura, pero no se puede olvidar un tercer factor: tambi¨¦n hubo una resistencia a la mediocridad, al dirigismo, al totalitarismo y a la dictadura que impide una vida art¨ªstica razonablemente desarrollada. As¨ª surgi¨® un arte que m¨¢s all¨¢ de lo est¨¦tico hac¨ªa una apuesta por valores morales y pol¨ªticos.
P. ?Hubo persecuci¨®n del arte en Euskadi?
R. Ese t¨¦rmino quiz¨¢ es excesivo. Dir¨ªa que fue dirigido o sofocado en lo posible, aunque hubo casos de artistas encarcelados, como Agust¨ªn Ibarrola, pero no por lo que pintaba, sino por lo que hac¨ªa. De todas formas, las artes pl¨¢sticas ten¨ªan, y tienen, un p¨²blico limitado y el franquismo se interesaba por perseguir manifestaciones de grandes colectivos.
P. ?Cu¨¢l fue el papel de los grupos?
R. Siempre ha sido dinamizar la vida art¨ªstica y marcar las ideas sobre las cuales se reflexiona y se crea. Y entonces tambi¨¦n lo hicieron, adem¨¢s en una ¨¦poca en la que formar cualquier grupo era siempre arriesgado por la represi¨®n.
P. Gaur dur¨® s¨®lo a?o y medio y es una leyenda. ?Realmente fue tan importante?
R. Gaur fue m¨¢s importante social que est¨¦ticamente, porque, como ocurre con los grupos, desarroll¨® ese componente social que tiene la vida art¨ªstica. Luego, la incidencia estil¨ªstica hay que abordarla a partir de los artistas concretos. Y figuras como por ejemplo Chillida y Oteiza se han convertido en en referentes internacionales.
P. ?Sin franquismo habr¨ªa habido tambi¨¦n ruptura con el arte precedente?
R. Antes de la guerra ya se hab¨ªa producido esa tensi¨®n entre un arte m¨¢s costumbrista y casticista y un arte de autores rupturistas que aparecen durante la Rep¨²blica. Y tras un primer impasse despu¨¦s de la guerra se produce una aproximaci¨®n a la vanguardia internacional. Por ejemplo, Chillida tiene la capacidad de crear un tipo de escultura distinta de la que se estaba haciendo.
P. ?Hubo reflejo de las dos Espa?as tambi¨¦n en el arte?
R. S¨ª, tengo un pensamientos machadiano en eso. Creo que hab¨ªa una Espa?a cicatera, de pintura triste y conservadora, y otra trabajadora, que trataba de cambiar las cosas.
P. ?Los creadores siguen mirando hoy todav¨ªa a esa ¨¦poca?
R. Los problemas son diferentes, pero pienso que los nuevos acontecimientos hist¨®ricos, la violencia ¨¦tnica, la genocida en algunos pa¨ªses africanos, la violencia en Irak,... est¨¢ obligando a reflexionar sobre lo que pas¨® entonces, aunque de forma diferente, porque ha habido cambios importantes en el lenguaje art¨ªstico, en la condici¨®n del objeto y en la propia naturaleza del arte.
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