Un estigma infundado
Soci¨®logos y polic¨ªa descartan la presencia de mafias en la comunidad china y destacan que es la menos delictiva
"El tema de las mafias forma parte del imaginario colectivo. Ha salido demasiado en las pel¨ªculas, pero la realidad no es como en Fu Manch¨²". Amelia Saiz es profesora del Centro de Estudios Internacionales e Interculturales de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, e igual que otros soci¨®logos, antrop¨®logos y polic¨ªa, no cree que en la comunidad china se registre un nivel de delincuencia y de asociaciones delictivas m¨¢s elevado que en otras comunidades de inmigrantes. "No hay mafias, pero la emigraci¨®n es una inversi¨®n", a?ade para explicar que siempre se contraen deudas cuando alg¨²n emigrante decide cambiar de pa¨ªs.
En Espa?a hay unos 90.000 chinos regularizados, 40.000 de los cuales est¨¢n en Madrid. La mayor¨ªa procede de dos zonas: Quin Tian y Wenzhou, en la provincia de Zhejiang. "Son comerciantes que acuden a sitios donde pueden desarrollar dicha actividad", explica Saiz. All¨ª les espera alg¨²n familiar que les presta ayuda y dinero para montar su propio negocio. Los pr¨¦stamos bancarios no suelen ser corrientes, pero, "a diferencia de otros inmigrantes, usan el banco y no los locutorios para mandar dinero", explica Saiz. La prueba de ello es que Caja Madrid ha contratado empleados chinos para que faciliten las operaciones a sus compatriotas.
En Madrid hay unos 40.000 chinos, la mayor¨ªa procedentes de s¨®lo dos regiones
En algunos casos vienen con organizaciones ilegales. La Brigada de Extranjer¨ªa de Madrid, en colaboraci¨®n con el grupo IV de operaciones especiales de la Unidad Contra Redes de Inmigraci¨®n y Falsificaci¨®n, desarticul¨® recientemente la red m¨¢s importante de tr¨¢fico de inmigrantes chinos que operaba en Madrid. La organizaci¨®n introduc¨ªa a unos 125 chinos al a?o, y algunos de ellos segu¨ªan en tr¨¢nsito hasta Estados Unidos y M¨¦xico. El viaje costaba a cada inmigrante unos 20.000 euros. En los a?os noventa, cuando se produjo "una avalancha de chinos que entraban a Espa?a", atravesaban Rusia en un largo periplo hasta Europa. Pero en el caso de las nuevas redes utilizan pasaportes falsos que les permiten viajar c¨®modamente en avi¨®n.
La mayor¨ªa de los asi¨¢ticos se dedica al peque?o comercio. Tiendas de frutos secos (donde se vende todo tipo de productos b¨¢sicos de alimentaci¨®n y limpieza), restaurantes y establecimientos de todo a un euro. Recientemente, adem¨¢s de en peque?os comercios y empresas textiles, se ha detectado una notable presencia de empresas asi¨¢ticas dedicadas a alba?iler¨ªa y reformas. Al llegar a Madrid, reciben el pr¨¦stamo de un familiar o amigo y alquilan un local para montar la tienda. Suelen pagar al contado y normalmente precios notablemente superiores a los de mercado. Muchos comerciantes de Lavapi¨¦s y Embajadores se quejan de que dicho procedimiento ha hecho que los alquileres en esos barrios se hayan multiplicado en los ¨²ltimos a?os.
"El comerciante chino no siempre tiene ¨¦xito", explica un polic¨ªa de la brigada. "Muchas veces no logran pagar su deuda y tienen que ponerse a cargar cajas o a conducir el toro [carretilla elevadora mec¨¢nica] del empresario que les prest¨® el dinero".
La inmigraci¨®n ilegal de chinos en Espa?a se ha visto reducida en los ¨²ltimos a?os. "Los inmigrantes ilegales se rigen por la ley de la oferta y la demanda, y ahora mismo no existe una amplia demanda laboral ilegal", explican en la Brigada de Extranjer¨ªa.
Seg¨²n la Brigada de Extranjer¨ªa, la comunidad china, comparada con otras, presenta un nivel bajo de delincuencia y casi siempre "entre ellos". La brigada desarticul¨® en 2003 una banda de cinco integrantes que extorsionaba a empresarios de su misma nacionalidad. Sus miembros eran j¨®venes y ofrec¨ªan seguridad a cambio de dinero. En distintas peleas, uno de ellos cort¨® la mano a un hombre con una catana y le raj¨® un ojo a otro, tambi¨¦n con el mismo arma. Eso, unido al tradicional silencio de la comunidad, alimenta la leyenda urbana. Seg¨²n la soci¨®loga Saiz, "la desconfianza se debe al amarillismo con el que la prensa ha tratado siempre el tema; pero si se es transparente con ellos, ellos responden de igual forma".
En la calle del Duque de Alba, el conserje de un centro comercial de mayoristas chinos que convive a diario con ellos explica con acento: "Son como t¨² y como yo. Trabajan mucho y tambi¨¦n se pelean. Y cuando est¨¢n jodidos, te invitan a un caf¨¦ para charlar un rato".
Cierre al tr¨¢fico
El pr¨®ximo cierre al tr¨¢fico del barrio de Embajadores ha unido por una vez a comerciantes chinos y espa?oles del barrio de Lavapi¨¦s. El jueves pasado, tras reunirse con responsables de Movilidad del Consistorio, el portavoz de la Asociaci¨®n de Comerciantes Chinos, Felipe Chen, asegur¨® que est¨¢n empezando a llegar a un acuerdo y que, pese a que la zona ser¨¢ peatonalizada dentro de unos meses, los horarios de carga y descarga propuestos por el Ayuntamiento son amplios y permitir¨¢n a los comerciantes desempe?ar con relativa normalidad su labor.
La relaci¨®n con los vecinos, que se sienten agobiados por la presencia de los mayoristas asi¨¢ticos y se quejan de la presencia continua de camiones y cajas de cart¨®n, sigue sin mejorar. "Esto es un barrio residencial, no un pol¨ªgono industrial", protesta una vecina, mientras esquiva unos pl¨¢sticos de envoltorio tirados por el suelo.
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