Cuevas se sincera
Nada m¨¢s tomar posesi¨®n, por en¨¦sima vez, de la presidencia de la patronal espa?ola, Jos¨¦ M? Cuevas ha decidido, por fin, decir lo que piensa (pensando esta vez muy bien lo que dice) y ha arremetido contra el gobierno, los empresarios vascos (una parte), los catalanes (todos), y tutti cuanti se le pongan por delante, bien porque huelan a progre, propicien leyes igualitarias, o pertenezcan a territorios perif¨¦ricos rebeldes.
Y el caso es que, hasta ahora, el copy right de los discursos milenarios era propiedad casi exclusiva de ese tr¨ªo de tenores, bien conjuntado para sinfon¨ªas wagnerianas (pero escasamente dotado para el chill out o la m¨²sica acu¨¢tica), compuesto por Acebes, Zaplana y Rajoy, con la cobertura inestimable de Jim¨¦nez Losantos, ese gran intelectual de las ondas, muy metido ¨²ltimamente en su papel de Jos¨¦ Luis Moreno. Pero, claro, una vez que ellos abrieron la veda, aqu¨ª todo el mundo se ha lanzado a opinar sobre cualquier cosa.
Bien es verdad que el dirigente patronal ya apuntaba maneras desde hac¨ªa alg¨²n tiempo; se le ve¨ªa con ganas. Es l¨®gico; cuando se est¨¢ tantos a?os ejerciendo de secretario administrativo de la clase empresarial, negociando convenios colectivos, discutiendo con ministros despistados, o reuni¨¦ndose con l¨ªderes sindicales exentos de todo glamour, lo normal es que un d¨ªa te canses y decidas cruzar la d¨¦bil l¨ªnea que separa la tecnocracia de la pol¨ªtica. Con la ventaja a?adida de que para ejercer esta no se necesitan demasiados estudios.
Da la impresi¨®n de que, en el fondo, a Cuevas lo que realmente le gustar¨ªa ser es ministro. Porque, de no ser as¨ª, dif¨ªcil le ser¨ªa explicar su alusi¨®n a esos "negocios a la catalana" (muchos de los cuales, por cierto, sostienen la estructura de la CEOE) ejemplificados, seg¨²n ¨¦l, por la OPA de Gas Natural. Al parecer se refer¨ªa a que ¨¦stos, los catalanes, tienen cierta proclividad a utilizar el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE), en lugar del libre mercado, para favorecer sus intereses empresariales; sin darse cuenta el gran patrono, ay, de que la principal causa hist¨®rica de la instalaci¨®n de las sedes centrales de las empresas en Madrid ha sido, precisamente, su cercan¨ªa a los centros de decisi¨®n pol¨ªticos, y, consecuentemente, a la sede genuina del BOE.
Y es que resulta muy dif¨ªcil saber a qu¨¦ mercado se refiere, exactamente, el dirigente patronal, porque, hasta donde yo s¨¦, en su historial no consta oposici¨®n alguna al nombramiento de amigos ¨ªntimos del pol¨ªtico de turno en empresas estrat¨¦gicas (sin consideraci¨®n alguna por su curr¨ªculum profesional), ni siquiera una t¨ªmida oposici¨®n a esa ruptura de la "sagrada" unidad de mercado que supuso el boicot a los productos catalanes, ni, en fin, una decidida defensa de la libre competencia en numerosos sectores verdaderamente necesitados de ello, y cuya ¨²nica virtud, al parecer, consiste en que sus empresas pagan puntualmente una sustanciosa cuota a la CEOE. Ya en su d¨ªa esper¨¦, sin ¨¦xito, que en el asunto del agua la CEOE se pronunciara de manera tajante por la necesidad de crear un mercado genuino para el l¨ªquido elemento, de modo que, como ocurre con cualquier otro bien, aqu¨¦l tenga un precio que evite el tan comentado, como falaz, d¨¦ficit. Pero, no; muy al contrario, al l¨ªder milenario le pareci¨® la mar de sensato que el Estado, a¨²n incurriendo en d¨¦ficit, invirtiera una milmillonaria cantidad de euros para llevarla de un lugar a otro, a¨²n a costa de seguir manteniendo precios pol¨ªticos. Somos liberales, s¨ª, debi¨® pensar, pero tampoco hay que pasarse, a ver si, al final, se cabrea Aznar.
En el fondo, Cuevas ejemplifica muy bien el despiste generalizado y la clamorosa ausencia de estrategia de pa¨ªs que existe entre el empresariado espa?ol, unida a esa excesiva politizaci¨®n que ha sido norma en la c¨²pula de su organizaci¨®n. Naturalmente, no me parece mal que Cuevas diga lo que le venga en gana; est¨¢ en su perfecto derecho; pero ¨¦l tambi¨¦n entender¨¢ que los dem¨¢s tengamos el mismo derecho a decir lo que pensamos. Y lo que yo pienso ahora sobre Cuevas es que, declaraciones como las recientes, ¨¦l m¨¢s que nadie deber¨ªa saberlo, introducen incertidumbre en el mundo econ¨®mico, crean inestabilidad, y alientan la divisi¨®n entre territorios, ?con la que est¨¢ cayendo ah¨ª fuera! O sea, que yo, de ¨¦l, aprovechar¨ªa la confusi¨®n reinante en la capital, tras la marcha de Florentino, y me presentar¨ªa a presidente del Real Madrid, que es un cargo mucho m¨¢s agradecido a la larga, y que, adem¨¢s, concentra m¨¢s poder en un solo palco que el mism¨ªsimo presidente del gobierno en todo el complejo de la Moncloa.
El pa¨ªs entero, y, sobre todo, los empresarios vascos y catalanes (porque los de aqu¨ª, ya se sabe, ni est¨¢n, ni se les espera), se lo agradecer¨ªan.
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