La I+D supone el 15% de los contratos entre universidades y empresas, seg¨²n un estudio

El grado de contrataci¨®n de las universidades valencianas con las empresas es moderado. Pero todav¨ªa es m¨¢s modesta la calidad tecnol¨®gica de esa relaci¨®n. S¨®lo el 15% (4.170) de los 27.800 contratos firmados entre 1999 y 2003 eran de I+D. Y s¨®lo el 2% (556) ten¨ªan por objeto la transferencia de tecnolog¨ªa y de licencias. La parte del le¨®n de la contrataci¨®n se la llevan las prestaciones de servicios (43%) y el apoyo tecnol¨®gico (39%), dos modalidades que presentan un bajo ¨ªndice de innovaci¨®n.

Los datos provienen de un trabajo elaborado por Ingenio (centro mixto de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia y el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas) y por Ruvid (Red de Universidades Valencianas para el Fomento de la Investigaci¨®n). Un resumen del mismo puede consultarse en la direcci¨®n de Internet http://www.uv.es/roigs/Jornada8feb06/.

La facturaci¨®n de las industrias tradicionales no alcanza en conjunto el 2% del total

El estudio ofrece algunos datos llamativos. Por ejemplo: El sector productivo que m¨¢s relaci¨®n mantiene con las universidades es el de la construcci¨®n. A ¨¦l corresponde casi el 18% de la facturaci¨®n total. Casi tres de cada cuatro de estos contratos, a su vez, tienen por objeto la prestaci¨®n de apoyo tecnol¨®gico por parte de las universidades. ?De qu¨¦ tipo? Estudios de calidad de autopistas y carreteras, c¨¢lculo de puentes y de otras obras p¨²blicas, asesoramiento en el planeamiento de urbanizaciones... Una colaboraci¨®n en la que raramente interviene la innovaci¨®n.

El sector qu¨ªmico representa el caso contrario. A pesar de ocupar una posici¨®n menor en el conjunto del Producto Interior Bruto Industrial valenciano -en torno al 4% del total-, concentra el 14% de todas las contrataciones con las universidades. Y el 90% de estos negocios tienen por objeto la I+D.

Pr¨¢cticamente no existe relaci¨®n entre las industrias tradicionales y el mundo acad¨¦mico: La suma de las facturaciones de los sectores del textil, del calzado y del mueble no alcanza el 2% del total. Mientras que los "sectores de tecnolog¨ªa media baja" -otra categor¨ªa productiva a la que alude el estudio- representa el 14% de todo el volumen de negocio.

Hay dos sectores m¨¢s que superan el 10% del conjunto de la facturaci¨®n: Uno es de la energ¨ªa; el otro, el de la automoci¨®n y el transporte. Pero mientras casi la mitad de los contratos del primero son de I+D, en el caso del segundo se reduce a una tercera parte.

Las cinco universidades p¨²blicas valencianas est¨¢n persuadidas de que es necesario incrementar la relaci¨®n entre la universidad y la empresa. Tambi¨¦n lo est¨¢ el consejero (y ex rector) Justo Nieto, cuyo departamento se llama, no por casualidad, de Empresa, Universidad y Ciencia.

Para fomentar esa relaci¨®n las cinco universidades han emprendido la construcci¨®n de sus parques cient¨ªficos. La Generalitat se comprometi¨® en octubre a financiar los proyectos con 35 millones de euros. Pero esa cifra est¨¢ obligada a crecer, porque no incluye el dinero que recibir¨¢ la Universitat de Val¨¨ncia. Su rector, Francisco Tom¨¢s, rechaz¨® la oferta realizada entonces por Nieto por considerarla pobre.

Alguno de los rectores reconoce que el entramado productivo valenciano no ofrece demasiadas posibilidades de encauzar esa relaci¨®n por el camino de la I+D y de la innovaci¨®n. Y admite su inter¨¦s en que, a medio plazo, se instalen tambi¨¦n en su parque cient¨ªfico empresas de otras zonas de Espa?a o del mundo que s¨ª compitan en el terreno de la alta y de la media alta tecnolog¨ªa. Una posibilidad a favor de la cual jugar¨ªa la globalizaci¨®n, pero tambi¨¦n el clima.

El estudio de Ingenio y Ruvid aporta datos que ayudan a explicar el bajo ¨ªndice de alta tecnolog¨ªa que el sector productivo demanda a las universidades. En 2003, el gasto empresarial valenciano destinado a innovaci¨®n ascendi¨® a algo menos de 851 millones de euros (un 7,6% del realizado en el conjunto de Espa?a), frente a los 3.079 millones de la Comunidad de Madrid (un 27,5% del total); los 2.917 millones de Catalu?a (26%) y los 1.063 millones del Pa¨ªs Vasco (7,6%).

La Comunidad Valenciana pierde puestos si se atiende a la clasificaci¨®n del dinero dedicado a la I+D, en el mismo a?o 2003: Los 220 millones de euros invertidos -un 4,6% de los 4.459 millones de toda Espa?a- la sit¨²an por detr¨¢s de las tres comunidades anteriormente citadas y tambi¨¦n de Andaluc¨ªa (que gast¨® un 7,7% del total). La autonom¨ªa que m¨¢s cerca queda de la valenciana es la de Castilla y Le¨®n, que gast¨® 194 millones, un 4,3% del total.

El hecho de que el 80% de los contratos acordados entre 1999 y 2003 fueran de prestaciones de servicios y de apoyo tecnol¨®gico plantea un problema a?adido: La posibilidad del dumping (venta por debajo de costes). Lo pusieron sobre la mesa varios de los participantes en una jornada sobre la relaci¨®n entre universidad y empresa organizada recientemente por la Universitat de Val¨¨ncia. De un lado, advirtieron, la mayor parte de esos servicios y consultor¨ªas pueden ser ofrecidos sin mayores problemas por el propio sector privado, aunque a precio de mercado. Del otro, a?adieron, la filosof¨ªa acad¨¦mica suele conducir a que en los contratos no se contemplen ni el valor de las horas empleadas por los investigadores ni la amortizaci¨®n de los equipos.