La bomba que desmont¨® la tesis sobre ETA del PP
La bolsa de Vallecas facilit¨® la pista que llev¨® a los autores del 11-M
Dos a?os despu¨¦s de ocurrido el peor atentado en la historia de Espa?a, las evidencias respecto a c¨®mo se prepar¨® y qui¨¦n lo ejecut¨® son incontestables, seg¨²n sostienen polic¨ªas y guardias civiles que han participado en la investigaci¨®n desde el mismo 11 de marzo. Incluso lo creen as¨ª cargos policiales de la confianza del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que durante el primer mes y medio de pesquisas trabajaron en funciones.
Pese a ello, el PP -que defendi¨® durante 48 horas que la hip¨®tesis principal sobre el atentado apuntaba a ETA- se empe?a desde su derrota en las elecciones del 14 de marzo en dar credibilidad e impulso pol¨ªtico a sospechas sobre la posible connivencia de funcionarios p¨²blicos o servicios de informaci¨®n extranjeros en la preparaci¨®n de los atentados.
La investigaci¨®n judicial considera que dichas sospechas son infundadas, pero el PP contin¨²a poniendo en duda cuestiones que desde hace tiempo han quedado demostradas con pruebas contundentes recogidas en decenas de informes periciales contenidos en el sumario. Dos a?os de trabajo de polic¨ªas, guardias civiles, jueces y fiscales, y la colaboraci¨®n de decenas de testigos han dado como resultado cientos de pruebas y testimonios que reconstruyen al detalle el atentado de los trenes.
Tambi¨¦n se ha conocido en este tiempo c¨®mo se desarroll¨® la investigaci¨®n para lograr resultados r¨¢pidos. Menos de un mes despu¨¦s de la matanza, el ministro del Interior en funciones, ?ngel Acebes, declar¨® en conferencia de prensa que el "n¨²cleo central" de terroristas que perpetr¨® el 11-M estaba detenido o muerto. Por lo que se vio despu¨¦s, era cierto.
LA INVESTIGACI?N Dos pistas fundamentales
La historia de una investigaci¨®n que el PP cuestiona desde hace m¨¢s de un a?o arranca de dos pistas fundamentales: la furgoneta Kangoo en la que algunos de los terroristas del 11-M viajaron a la estaci¨®n de Alcal¨¢ de Henares antes de montar en los trenes de la muerte, y la bomba hallada en el interior de una bolsa de deportes recuperada de la estaci¨®n del Pozo y desactivada unas horas despu¨¦s.
El Partido Popular se ha cre¨ªdo que esa pista de la bomba desactivada pudo ser manipulada, de manera que nunca estuvo en los trenes pero alguien la coloc¨® dentro de una bolsa de basura junto a otros objetos recuperados de la estaci¨®n del Pozo antes de ser trasladada desde el Ifema a la comisar¨ªa de Vallecas.
La informaci¨®n que conten¨ªa esa bomba llev¨® a la polic¨ªa a descubrir unos hechos que, a estas alturas de la investigaci¨®n, nadie pone en duda. Nadie, salvo el PP, que a trav¨¦s de su presidente, Mariano Rajoy, ha llegado a plantear la conveniencia de que se anule todo el sumario -que mantiene en la c¨¢rcel a 25 supuestos implicados en la matanza- si la sospecha resulta fundada.
LA BOMBA DE VALLECAS Informaci¨®n decisiva
Una bolsa de viaje de color azul oscuro fabricada en fibra de poli¨¦ster, con una inscripci¨®n manuscrita en el protector de las asas, sali¨® de una de las 17 bolsas de basura en las que se hab¨ªan guardado decenas de objetos -entre ellos 34 bolsos y 21 mochilas- recuperados de los trenes en la estaci¨®n del Pozo.
Esa bolsa de deportes de color azul oscuro conten¨ªa una bomba. Los funcionarios que lo desc
ubrieron en la madrugada del 11 al 12 de marzo de 2004 en la comisar¨ªa del Puente de Vallecas -hab¨ªa ocho agentes haciendo el recuento- llamaron a los expertos en explosivos.
Tres horas m¨¢s tarde, un agente del Tedax lograba desactivar en el Parque Azor¨ªn el artefacto, compuesto por 10,2 kilos de dinamita del tipo Goma 2 Eco, 600 gramos de clavos, y un tel¨¦fono m¨®vil marca Motorola Triumph conectado a un detonador el¨¦ctrico de c¨¢psula de cobre fabricado
por Uni¨®n Espa?ola de Explosivos. Con ese material cargado de informaci¨®n, la polic¨ªa arranc¨® una investigaci¨®n que dar¨ªa frutos en muy poco tiempo.
LOS EXPLOSIVOS La venta en mina Conchita
Los agentes tardaron muy poco en averiguar que el detonador encontrado en la bomba desactivada de Vallecas, del tipo n¨²mero 5, y el explosivo, dinamita del tipo Goma 2 ECO, eran similares a los siete detonadores y los restos de explosivos hallados en la furgoneta Kangoo aparcada en Alcal¨¢ de Henares. Canela de Seguridad, empresa distribuidora del explosivo, confirm¨® a la polic¨ªa que serv¨ªan en exclusiva ese material a la empresa asturiana Caolines de Merilles, que explotaba las minas Conchita y Arbodas.
La Guardia Civil investig¨® en la mina y descubri¨® el agujero por el que se escapaba la dinamita y los detonadores. Posteriormente, una sentencia que firm¨® el 17 de noviembre de 2004 Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia, magistrado del Juzgado Central de Menores, confirmaba todos los hallazgos de la Guardia Civil y consideraba como hechos probados que la dinamita utilizada en los atentados del 11-M hab¨ªa sido robada de la mina Conchita. Esa sentencia condenaba a seis a?os de internamiento en un centro de r¨¦gimen cerrado a Gabriel M. V., un menor que colabor¨® con el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras en la entrega del explosivo a los terroristas e identific¨® a cuatro de ellos que estuvieron con ¨¦l cuando se rob¨® la dinamita: Jamal Ahmidan, Asir Rifaat Anouar, Mohamed Oulad Akcha y Abdenabi Kounjaa, todos ellos muertos en el piso de Legan¨¦s el 3 de abril de 2004.
EL TEL?FONO Una tarjeta muy valiosa
El tel¨¦fono m¨®vil recuperado de la bomba desactivada en el Parque Azor¨ªn, de Vallecas, llevaba una tarjeta prepago con el n¨²mero 652 282 963. Amena era la compa?¨ªa que suministraba el servicio de esa tarjeta y que facilit¨® a la polic¨ªa informaci¨®n suficiente respecto al tr¨¢fico de llamadas de ese n¨²mero y de otros muchos que la investigaci¨®n consigui¨® reunir tras averiguar d¨®nde se hab¨ªa vendido la tarjeta. Un locutorio de Lavapi¨¦s, Jawal Mundo Telecom, al frente del cual se encontraba el marroqu¨ª Jamal Zougham, investigado hace varios a?os por el juez Baltasar Garz¨®n en relaci¨®n con c¨¦lulas terroristas islamistas. Zougham hab¨ªa vendido 30 tarjetas de un paquete de 100, de las que 15 se hab¨ªan activado. La polic¨ªa, con la colaboraci¨®n de las compa?¨ªas telef¨®nicas, comprob¨® que la tarjeta del tel¨¦fono de la bomba del Pozo que no explot¨® se hab¨ªa activado tan s¨®lo unas horas antes, el 10 de marzo, bajo la cobertura del repetidor de Morata de Taju?a, un municipio situado en las afueras de Madrid. Pero adem¨¢s descubrieron, con informaci¨®n de las compa?¨ªas telef¨®nicas, que otras seis tarjetas del mismo paquete vendido por Zougham se hab¨ªan activado ese mismo d¨ªa en el mismo sitio y que ya no estaban operativas, por lo que la polic¨ªa intuy¨® que iban en seis de las diez bombas que explotaron ese d¨ªa en los cuatro trenes. Otras dos tarjetas del mismo paquete segu¨ªan funcionando, y la polic¨ªa pidi¨® a las compa?¨ªas informaci¨®n detallada de todos sus movimientos. As¨ª llegaron a dos puntos clave de la investigaci¨®n: Avil¨¦s, el municipio en el que se encontraban los terroristas con el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras para conseguir el explosivo; y Legan¨¦s, el piso donde se ocultaban los autores del atentado del 11-M y que salt¨® por los aires cuando siete terroristas se suicidaron con parte de la dinamita robada en Avil¨¦s que no hab¨ªan utilizado en la matanza de los trenes.
HUELLAS Y ADN Confirmaci¨®n de hallazgos
El an¨¢lisis de las huellas y de las ropas y de los restos humanos hallados en los escenarios del atentado de los trenes, de la casa de Chinch¨®n donde se montaron las bombas y activaron los tel¨¦fonos m¨®viles, y del piso de Legan¨¦s, confirmaron todo lo que la polic¨ªa hab¨ªa descubierto en su investigaci¨®n de los explosivos y de la tarjeta prepago hallada en el artefacto desactivado en Vallecas.
As¨ª, en la casa de Chinch¨®n, alquilada por Jamal Ahmidan -suicida de Legan¨¦s y que visit¨® Avil¨¦s para conseguir la dinamita robada y habl¨® por tel¨¦fono con Trashorras- se han recogido muestras de ADN correspondientes a cuatro de los suicidas de Legan¨¦s y huellas de otros dos implicados en el atentado.
En la furgoneta donde se encontraron los detonadores y los restos de explosivos, la investigaci¨®n tambi¨¦n confirm¨® las huellas de cuatro de los implicados. Junto a la estaci¨®n de Vic¨¢lvaro y gracias a las revelaciones de algunos testigos, la polic¨ªa recuper¨® de un contenedor ropas de al menos cuatro terroristas que se bajaron de los trenes de la muerte tras depositar sus mochilas cargadas de bombas. En la casa de Legan¨¦s, tras el suicidio de los siete terroristas, los polic¨ªas pudieron certificar la identidad de los mismos y encontraron archivos de ordenador y cintas de v¨ªdeo que probaban, tambi¨¦n, su participaci¨®n en los atentados.
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